Narra Emma
Debo haberlo escuchado mal.
Muchas cosas suenan como
—Quiero que tengas a mi bebé.
Me quedo boquiabierta de la sorpresa mientras lo miro boquiabierta, pero él está allí de pie, mirándome fijamente, como si estuviera esperando que yo diga que sí y acepte su oferta.
—¿Quieres… qué?
—Quiero que tengas a mi bebé—cuando lo repite, no hay duda de que lo dice. Pero seguro que está bromeando, ¿no?
Mis pensamientos se dirigen inmediatamente a lo que se necesitaría para tener un bebé con este hombre... cuerpos entrelazados en la cama. Sus brazos envolviéndome. Esa boca en mis pechos... o más abajo...
Sacudo rápidamente la cabeza y trato de concentrarme en lo que sucede frente a mí. Me equivoqué mucho al pensar que este tipo de cosas le resultan atractivas. Pensé que era un playboy, un coqueto, del tipo que solo quiere divertirse y vivir la vida. Pero, ¿quiere tener hijos? ¿Tiene otros hijos?
¿Y por qué yo? Si puede tener a cualquier chica que quiera, ¿por qué quiere que esté aquí con él todos los días? ¿Por qué quiere que sea yo quien tenga a su bebé?
Pero mientras mi mente da vueltas, tratando de darle sentido, me doy cuenta de que todavía está hablando y trato de volver a sintonizarme—.Necesito un bebé para continuar con el legado de mi familia—así que esa es una respuesta negativa a la pregunta de si tiene otros hijos— .Y creo que tú serías una buena candidata para tener ese bebé. A cambio, yo me ocuparé de ti. Y del bebé, por supuesto —¿Qué significa eso exactamente? Solo puedo mirarlo, aunque las preguntas pasan por mi cabeza a la velocidad de la luz. No soy capaz de expresar ninguna de ellas. Mi boca simplemente no obedece a lo que mi cerebro quiere. Aunque, para ser honesta, mi cerebro tampoco está muy seguro de lo que quiere—.Tendremos un contrato. Tú llevarás a mi bebé. Y te daré un lugar donde quedarte desde el momento en que se firme el contrato hasta… bueno, hasta cuando decidas irte. Pero si decides irte, el bebé se queda conmigo—un lugar donde quedarme. Eso ayudaría a mejorar mi situación financiera. Podría darles a mamá y a Leyla el dinero que estoy pagando actualmente por el alquiler. Pero no es tanto como hubiera esperado. Y si voy a cuidar a un bebé...— Y, por supuesto, habrá una asignación económica de por medio. Una asignación generosa que cubra a tu familia y a ti. Y el bebé también recibirá todo lo que necesite.
Una mesada. Un lugar donde quedarse. Todo esto suena cada vez mejor. Cada vez más como algo que podría marcar una gran diferencia para mi familia. Para Leyla. Podríamos pagar las citas médicas. Llevarla a la diálisis si la necesita. Pero tener un bebé... ¿es realmente algo que estoy dispuesta a hacer?
—Yo... es... es mucho en lo que pensar —digo finalmente. Y él inclina ligeramente la cabeza, evaluándome.
¿Está sucediendo esto realmente?
Por supuesto que todas las chicas sueñan con una propuesta de matrimonio y ser tratadas como una princesa, pero eso no es realmente lo que esto es.
¿Un contrato?
¿Un bebé con el único propósito de continuar su legado y su nombre?
Es todo una locura
Y estoy loca por siquiera considerarlo.
Pero por otro lado… está el dinero.
Mi mirada recorre su cuerpo y siento mi propio calor como respuesta. Y el sexo.
—La elección es tuya, Emma, si deseas aceptar o no
—Mi trabajo.
—Tu trabajo seguirá aquí pase lo que pase —su tono es frívolo, como si eso no le importara—. Si decides rechazar mi oferta, puedes seguir siendo camarera de cócteles todo el tiempo que quieras. Pero no te permitiré ser bailarina en mi club.
Puedo quedarme. Dejar las cosas como están. O puedo aceptar su oferta.
Aún así, mi mente está acelerada.
Esto es una locura. La sola idea de que lo esté considerando es una locura. Debería salir corriendo de aquí y decirle lo loco que está. Debería comprometerme por tan solo considerar la idea, pero no puedo evitar preguntarme.
Nunca pensé en tener hijos propios. Claro, cuando era más joven era algo que consideraba, pero desde entonces no lo he vuelto a hacer. No cuando la realidad de nuestra situación financiera me impactó de verdad. No había forma de que pudiera traer un niño a mi caos. Pero ahora, es una posibilidad.
Un hijo propio y todos los beneficios adicionales que ello conlleva…
—Necesito… necesito tiempo para pensar —digo finalmente y él asiente de nuevo.
—Tómate todo el tiempo que necesites—y después de eso, camina alrededor de su escritorio y se hunde en su propia silla, desestimándome efectivamente.Vuelve a los papeles en los que sin duda estaba trabajando cuando me escuchó en la puerta de al lado.
Poco a poco, me levanto de mi silla y me dirijo hacia la puerta. Hay una larga pausa mientras me quedo allí de pie y vuelvo a pensar en lo que acaba de pasar y en el tipo de propuesta que me acaba de hacer. Pero luego sigo adelante. En realidad, hoy no tengo trabajo. Vine solo para hablar con Ethan. Pero eso es bueno para mí porque significa que puedo salir del club y dar un paseo hasta el parque.
Es mi lugar favorito para sentarme y pensar. Hay un banco en la parte de atrás que mira hacia el agua. Es hermoso. No importa la época del año, ese banco y esa parte del lago siempre son tranquilos y relajantes.
Aunque ahora no es momento de relajarse, ahora mismo estoy tratando de entender todo lo que está sucediendo en mi vida y lo que esto podría significar.
Christopher es rico. Extremadamente rico. Por eso, cuando dice que me daría una asignación generosa para cuidar de mi familia y de mí misma, es probable que la asignación sea bastante grande. Mucho más grande de lo que yo consideraría razonable.
Y tendría un lugar donde quedarme, lo que significa que ya no tendría que pagar alquiler. Así que ese dinero se podría destinar a cuidar de Leyla y de mamá. Tal vez hasta habría suficiente dinero para que se fueran de vacaciones. Ninguna de nosotras ha tenido una desde que papá…
¿Pero estoy dispuesto a renunciar a todo lo que necesito para lograrlo?
¿Mi libertad? Porque aunque no me exija nada una vez que nazca el bebé, habrá un bebé que me necesite.
Pero también podría ser mi única oportunidad de tener un bebé y no tener que preocuparme por si estará bien.
Claro, si fuera a tener un bebé en un mundo ideal, querría que fuera con alguien a quien amo. Y querría que fueran...Un socio completo en la experiencia. Pero este no es un mundo ideal. Este es el mundo real. Y eso no sucede muy a menudo.
Suspiro, pero finalmente vuelvo a mi casa para pasar la noche, calentando una caja de macarrones con queso y sentándome en el sofá que está apenas un poco por encima del de la casa de mi madre. Miro a mi alrededor y veo el minúsculo departamento tipo estudio que puedo permitirme con mi salario.
Podría cambiarlo todo… para todos nosotras… así que ¿por qué contenerme?
A la mañana siguiente me preparo para mi turno con un poco más de cuidado, esforzándome mucho por lucir lo mejor posible. Han pasado horas. Una noche entera. Y no sé si él seguirá estando de tan buen humor como ayer. Si seguirá queriendo las mismas cosas que ayer. Pero por si acaso... quiero estar preparada.
Con un suspiro me dirijo al club. Ya está. He tomado una decisión y me mantendré firme. Ya no hay vuelta atrás.
Al menos eso es lo que me digo mientras subo las escaleras y llamo a la puerta de Christopher.
—Entra—esa voz firme me provoca un escalofrío que se debe en parte al calor que me provoca el recuerdo de todo lo que ya hemos compartido y en parte al miedo que me produce lo que está por venir. Pero abro la puerta y me obligo a caminar con paso firme hacia el escritorio—. Emma, ¿ya has tomado una decisión?
—Yo… acepto tu oferta. Tendré a tu bebé.
***
Nota: Las historias nuevas para estos meses de Noviembre-Diciembre, ya estas disponibles para que las vayan agregando a sus bibliotecas. Seran actualizadas segun el orden de esta lista:
1)El bebé de mi profesor
2)Mi jefe, prometido falso.
3)Embarazada del amigo de mi padre.
4)Contrato con el jefe