-Me despierto y lo que veo es un espacio vacío en mi cama, no le doy importancia son las ocho de la mañana y seguro se despierta muy temprano debe estar abajo, me doy una ducha como siempre cantando la primera canción que se me venga a mi mente, hoy empecé a cantar con una de gloria Trevi vestida de azúcar, terminó de ducharme, sentí que estaba alguien en la habitación, decide salir del baño para ver si era él y no había nadie, me voy por el jeans y la camiseta con pongo mis botas marrones, me hago una trenzas en mi cabello, bajo hasta la cocina y en todo el camino no vi a nadie, las chicas seguro deben de estar durmiendo anoche no las dejarían dormir.
-Buenos días mi niña, anoche no te tomaste tú te, me alegró que hayas logrado dormir bien.
-Buenos días Nana. -Le doy su respectivo abrazo y beso que siempre le doy, me siento en unos de los banquitos que están en el mesón de la cocina.
-Ay mi niña, ¿por qué me ha corrido de la habitación a mi Esteban? - Me da mi taza de yogurt y los cereales.
- ¿Por qué dices eso Nana?, yo no lo he corrido de la habitación. - Digo sorprendida.
-Y si no lo corriste, porqué lo vi hablando con él otro joven que vino con ustedes hasta la madrugada, es más hasta me acompaño a ordeñar las vacas.
-Como así Nana, si hasta que yo sé, él y yo nos quedamos dormidos juntos. - No me contesta, ya que entra Valeri.
-Buenos días, señorita Melanie.
-Buenos días, Valeri, pensé que ya no venías a trabajar, estás de reposo y esa barriga está súper grande.
-Se lo he dicho que ya no tiene que venir más, es que es tan necia y testaruda que no hace caso. - Le gruñe nana.
-Así es señorita Melanie, estoy de reposo vengo para entrenar a la otra muchacha que me sustituirá por estos meses. - Dice tocando su panza está esperando una beba de su esposo que es uno de los que trabaja aquí en la finca.
-Voy a ir a ver si la rana puso pelo. - Dice Nana sarcástica, saliendo de la cocina.
-Así que no dormiste conmigo Esteban.
- ¿Perdón señorita, no la escuché? - Me dice Valeri ya que como siempre estoy hablando sola y entre dientes.
-No nada Valeri, hablando sola. - Me dispongo a terminar mi desayuno.
- ¿Señorita ya me voy, necesita algo más? - Esta vez me quedo pensando la situación de anoche.
-Sí, necesito que arregles una de las habitaciones para que Esteban pueda dormir está noche y por favor en cuánto puedas, me das las llaves del estudio de mi mami.
-Bien, en cuánto le tenga todo listo le avisaré.
-Gracias, Valeri. - Ella se va, en eso entran en la cocina mi hermano con Esteban y Max.
-Ya mi hermanita está despierta.
-Hola hermanito, veo que viene de cabalgar casi toda la mañana. - Están sudorosos los tres.
-Sí, le di un paseo por la finca, aunque quedamos en que por la tarde iremos al mirador con las chicas, eso lo propuso Máx. - Dice mi hermano dándoles unas botellas de agua para que se hidraten.
-Qué bueno, aunque aún no se han despertado. - Trato de ignorar a Esteban siento su mirada encima de mí.
-Eso ya no será más problema, voy por esa tremenda. - Dice Máx saliendo de la cocina en busca de Beatriz.
-Creo que haré lo mismo, aunque me saqué a zapatazo de la habitación. - Mi hermano hace lo mismo igual, sabe que, si despierta a mi cuñada, ella se vuelve una energúmena.
- ¿Dormiste bien? - Me dice Esteban sentándose a mí lado.
-Sí muy bien ¿y tú? - Estoy como si no supiera lo que me contó Nana.
-Sí, muy bien. - Mete una cucharilla en mi yogurt y come de él.
- ¿Te gusta a decir mentiras? - Él abre más sus ojos tan hermosos, sé, que le cayó mal lo que acabo de decir.
- ¿Mentiras y porqué dice que te estoy diciendo una mentira? - Está impresionado.
-Porqué, por lo que sé, no has dormido nada. - Se ríe y mueve mi silla para tenerme entre sus piernas.
-Sí dormí y muy bien, que no haya dormido en tú cama es otra cosa. - Está muy seguro de que le creeré.
-No quería que esto sucediera así y tampoco quería obligarte a dormir conmigo. - Esquivo su mirada fija a mis ojos, él me obliga a volver a verlo a los ojos, siento que con solo mirarme me desnuda delante de él, estoy tan perdida en eso ojos.
-No me obligaste a nada, es que tienes que entender, no siempre se presenta algo así Melanie.
-Me imagino que pensarás que soy una loca, por querer estar con alguien que apenas conozco.
-Shuususuus, hablas demasiado. - Me manda a callar y nuestros labios se entrelazan antes de que volviera a hablar, pasamos el almuerzo entre risas y las chicas tratando de interrogarme de sí o no, había pasado algo con Esteban, hasta las muy descaradas habían apostado, si no me acostaba era con Janeth y si, Beatriz, ya llego la hora en que se iban a los establos a buscar los caballos.
-Bueno, pero es que ustedes no se piensan mover, ya los estamos esperan. - Nos dice Máx.
-Yaaa, ya, vamos deja el apuro, que aún nos queda tiempo. - Le dice Beatriz poniéndose su sombrero, en eso llega mi hermano y Esteban.
-Vámonos Janeth. - Mi hermano pone de mal humor, me quedo aún sentada en el sofá con mi café en la mano.
- ¿No piensas ir? - Me dice Esteban al verme sin mover un dedo, mi prima, mi hermano y mi cuñada se me quedan viendo, saben que tengo muchos años que no piso los establo desde aquel accidente.
-No tranquilo vayan tengo que hacer algunas cosas. - Les digo sin darle importancia.
-Tú no te quedarás, iras con nosotros. - Me ordena Esteban.
-Esteban no lo creó, Melanie no irá. - Beatriz me ayuda a que no tenga que decir el porqué.
-Entonces yo tampoco iré, me quedo aquí contigo. - Se sienta a mi lado.
-Pero no tienes por qué quedarte ve, que aquí te aburrirás. - Le digo para que no sacrifique el paseo por mi culpa.
-No, si tu no vas, yo no iré.
-Púes no irá. - Dice Janeth, Máx si se queda extrañado, pero no dice nada, los cuatro salen de la sala, dejándome sola con Esteban.
-Señorita Melanie, ya está listo lo que me pidió y aquí tiene las llaves. - Dice Valeri entrando a la sala, tomo las llaves me levanto del sofá, ella se va hacía la cocina.
-Ven. - Le digo a Esteban a que me siga subimos las escaleras en silencio y voy a la habitación que Valeri ya me había dicho cuál era.
- ¿Qué hacemos aquí? - Frunce el entrecejo, al ver que entró a la habitación que está al lado de la mía.
-Está es tú habitación, no quiero que estés incomodo, descansa un poco, espero que esté vez si duermas.
-Melanie, ya hablamos de eso. - Su tono es algo molesto.
-No te preocupes, sé que no quieres hacerme sentir mal, apenas nos estamos conociendo y no puedo obligar a nadie, lo que quiero. - Cierro la puerta para no llorar y no sé por qué, si no somos nada, soy una tonta, me voy directo al estudio en donde sé a apagar estás voces de mi cabeza, aunque pensando en él, si es casado por eso no quiere engañar a su esposa o si es gay, por eso paro en secó lo de anoche y no quiso seguir, se agarró de que soy virgen para no tener una excusa, ya Melanie, ya deja de dar vueltas a éste asunto, entro al estudio y siento que estoy en mi sitio de zen, pongo una pista que es una canción de Thalía, "Me Equivoque", me identificó con ésta canción, cuando llegue a Caracas no será muy buena semana, me voy al micrófono para grabarla, mi madre siempre me obliga que si tocamos el estudio, todo lo tenemos que grabar para ella escuchar a sus bebes cantar....
L. R.