Capítulo 4

1132 Words
Volví a la mesa con mi esposo, tenía a un Pablo muy molesto que no disimulaba ante las personas que nos observaban. No deje nada, estaba agotada de tanto que baile y mis tacones me estaban matando. Necesitaba sentarme un rato. Nos sirvieron, luego fuimos a saludar a los invitados a sus mesas, nos tomamos fotos y volvimos a nuestro lugar. La fiesta transcurrió lo más normal, la pase muy bien, todos mis seres queridos estaban presentes y fui feliz después de mucho tiempo. Era la última tanda de baile y Pablo se había negado a bailar conmigo y con toda aquella que lo animaba a divertirse. —Vayamos a bailar una vez más cariño, no tenemos muchas fotos y en los videos solo apareceré bailando con todos menos contigo. —Sabes que no me gusta bailar. — De toda formas lo arrastre a la pista pero él me puso mala cara avergonzándome frente a los invitados y volvió a la mesa mientas yo iba detrás de el con un puchero marcado en el rostro. —¿Sera que a mi bella prima le gustaría bailar conmigo? —Thiago, el hijo menor de mi tío Nick se había acercado a la mesa para invitarme a bailar— Ya que no veo al novio muy animado y te dejo plantada en la pista con un puchero en los labios. Le puso mala cara a mi esposo. Que no quise que Pablo le responda, lo tome de la mano a mi primo y le dije… —No seas malo, a mi esposo no le gusta bailar. El me sonrió y después miro a mi esposo. —A ti no te gusta bailar con mi prima, no te gusta la gente, ni te gusta la fiesta. No te molestas en hacer feliz a la mujer que decidió unir su vida a la tuya al menos por una noche. Pero tranquilo, la llevare a mover los pies, porque sé que a ella le encanta bailar. —Abrí la boca asombrada. Thiago es un chico dulce, tierno y educado, desde que lo conocí vi en el a un niño que evita las disputas. Por eso me quede con la boca abierta al escucharlo tan enojado en sus dieciocho años de vida. Me llevo a la pista y comenzamos a bailar, yo no deje de mirar a mi esposo en ningún momento hasta que Demian y Bastian se unieron a nosotros. Vitto no tardo en venir y de repente me vi rodeada de los chiscos más guapos de la fiesta. No me gusto la actitud de mi esposo, es como si quisiera que todo el mundo se entere de su descontento. Llego la hora de abandonar la fiesta, estaba cansada, me dolían los pies y en unas horas nos iríamos a nuestra luna de miel. Pablo seguía con su cara de culo, la verdad no tengo ganas de discutir. No llevamos ni 24hs de casados y no quiero empezar esto peleando. Por fin estábamos en nuestra habitación, de verdad estoy agotada pero todavía me queda energía para “Consumar” nuestro matrimonio. Me acerque a mi esposo con una coqueta sonrisa, ya se había deshecho de su traje y se sento en los pies de la cama. —¿Vas a seguir con esa cara? Tengo una sorpresa para ti debajo de este vestido. Si me ayudas a quitármelo… — Fui interrumpida. Pero lo que me saco de mi orbita fue el tomo que uso conmigo. —¿Por qué mejor no le pides a tu querido primo Vitto que te lo quite? Estoy muy seguro de que te lo arrancaría sin pensarlo dos veces. ¿Qué? No puede decirme eso. No puede hablarme en ese tono, jamás lo había hecho. Puedo entender que este molesto, pero hoy conocí caras que tenía ocultas y no me está gustando. Pablo no es así, el… Él es dulce y tierno, comprensivo. ¿Qué le pasa? — ¿Qué dices? Estas hablando de mi primo. No te metas con mi familia, amor. Pablo se levantó de la cama y se paró frente a mí. No solo había usado un tono de voz en mí que jamás había usado conmigo. Esta mirándome con asco, como si me odiara o fuera la peor de las alimañas que habitan esta tierra. — ¡Me cago en tu familia! Ve con tu primo, que te quite el vestido y de paso que te coja. Después vuelve porque tenemos que aparentar ser una feliz pareja de recién casados. — ¿Con quién carajos me case? — Tenemos un avión que tomar en unas horas y esta fiesta de mierda me dejo agotado, tu prima Sarah me dejo agotado. ¿Te han dicho que se la traga toda? Es una diosa del sexo oral, a ver si aprendes a ser una hembra como ella. Mis ojos se llenaron de lágrimas y se desbordaron enseguida. El nudo en mi garganta me estaba ahogando. ¿De verdad fue capaz de engañarme con mi prima? Me quede ahí parada frente a él, que seguía mirándome con odio. Su voz, su rostro, su actitud y su lenguaje corporal me decía que me quería lejos. Quizá sean los celos, que me está mintiendo para herirme. —Mi amor, tú no eres así, no puedes decirme una cosa así solo porque estas celoso de mi primo. Él no es como tú piensas. Me acerque el último paso que nos alejaba e intente abrazarlo pero… Me empujo tan fuerte que caí al suelo cuando enrede mis pies con la cola del vestido. Se acacho y pensé que me ayudaría a levantarme del suelo, que ilusa. Me tomo del cabello y me dio la cachetada más dura que me dieron en la vida. El ardor en mi mejilla dolía menos que las palabras y su actitud. Este no es el hombre que elegí para que me acompañe el resto de mi vida, este no es el hombre dulce y cariñoso que conocí días antes de la muerte de mi padre. Este hombre que tengo en frente es un monstruo que supo ocultar muy bien su verdadero rostro. ¡Que imbécil fui al no hacerle caso a mi familia! —¿Crees que me case contigo porque te quería? Niña estúpida, me case contigo porque me convenía. Hice un buen trato con alguien y en todos estos años me hice de una pequeña fortuna, pero lo más importante, tú y yo no somos muy distintos, yo te uso a ti y el me usa a mí porque tiene algo de los dos que ambos queremos. Asique dime princesita. ¿Harás lo que yo digo para recuperar a tu querido papi para que yo recupere a mi familia o debo hacer lo necesario para que lo hagas?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD