Lacras asquerosas, me las van a pagar.
Pablo se levantó de la cama desnudo como si no hubiera pasado nada hace segundos. Me causaba repulsión tenerlo cerca. Tome la ropa y entre al baño para darme una ducha rápida.
¿Conocen el vestido de la venganza? Yo tengo el mío, tome un vestido corto blanco, uno que resalta mi busto, mis curvas y luce mis piernas. No voy mentirles, tengo el cuerpo que más de una modelo se muere por tener. Me calcé unos zapatos negros y me puse encima una chaqueta de cuero del mismo color. Se trasluce mi ropa interior, al menos las bragas porque no me moleste en ponerme nada arriba, deje mi cabello suelto y me delineé los ojos. Siempre me vestí lo más recatada posible, este vestido en realidad no es del agrado de mí querido esposo, ya que siempre me recalcaba que no quería que otros vean “lo que era suyo” y siempre hacia una escena de celos por todo. ¿Qué me detiene ahora de vestirme como me dé la gana?... Exacto, nadie.
Al salir me dio una mirada de asco. Solo le sonreí.
—Tienes diez minutos para ducharte y vestirte. Mi auto llega en quince y no quiero llegar tarde al aeropuerto. Mi hermano ya preparo toda la documentación que necesitas, quiero ir por mi padre y volver en el día —Alza una ceja y sonríe como idiota— ¿TIENES CLARO LO QUE TE ESTOY DICIENDO O QUIERES QUE TE HAGA UN DIBUJITO?
—¿Si sabes que no estás en posición de exigirme nada? Es el puto avión de tu familia, podemos llegar tarde si queremos. Además estoy cansado, tu primita me exprimió la…
—Bien lo dijiste, el avión de mi familia, no mío ni tuyo. Ahora mueve tu asqueroso trasero y cámbiate.
Me senté en la cama y tome mi celular, seguía en el mismo lugar y el que traía estaba en la mochila en silencio. Sonreí al ver en todas las r************* el videíto de mi flamante esposo con mi prima. Ciro hizo viral las imágenes y el video. Espero recordar darle un beso como se merece… Después de todo fue lindo conmigo. Quince minutos de magia… Ese chico es genial, me volveré influencer como Ciro después de todo esto.
No tardo ni cinco minutos en el baño, salió con una toalla rodeando su cintura. Tenía que reconocer que el maldito está para comérselo, pero como ya me harte de comerme esa basura mire para otro lado.
—Por más que me mires con asco fui el primero que te abrió las piernas y te enseño todo lo que sabes. Hasta hace seis horas me amabas y llorabas por que la puta de tu prima se llevó tu noche de bodas. ¿De verdad crees que te creo tu papelito de mujer fuerte y empoderada? Vestirte como zorra no hace la diferencia — Se ríe de sus palabras sin saber que me acababa de dar cuenta que mi familia tenía razón. Mi madre tenía razón, amar no es lo mismo que querer y yo lo quería, si lo quería. Quería la zona de confort que tenía a su lado, esa burbuja que me hacía olvidar que mi padre estaba muerto y ahora acabo de recuperar eso que creí perdido.
—Puede ser, pero si de algo estoy segura es que yo no fui la única usada en esta relación. ¿Sabes que aburrido es fingir un orgasmo? Nunca, jamás me has hecho acabar como realmente te hacía creer. Tener ese tamaño entre las piernas no te hace bueno en la cama cariño si no lo sabes usar. —Fingí un puchero para después sonreír y seguir mirando las noticias en mi móvil. —Solo eras lo que me hacía olvidar que mi padre estaba muerto y ahora, ahora está vivo. La adolescente que conociste resucito cuando hable con él. Tú no eres nada en mi vida, Pablo.
—No te pases de lista, todavía puedo hacer que maten a ese maldito.
—No me creas estúpida, si lo haces no obtendrás nada. Si de verdad tienen a tu familia secuestrada tampoco las recuperaras. No me amenaces, porque no te tengo miedo.
Ya estaba listo. Tome mi maleta y la mochila para salir del cuarto y al salir la camioneta negra de mi hermano esperaba afuera.
—Hola Hugo, al aeropuerto por favor. —Me senté en el asiento del acompañante dejando al infeliz gusano y mentiroso atrás con mi maleta, claro que no le iba a dar comodidad.
No duro mucho el viaje, al menos eso creo ya que iba muy entretenida hablando con el chofer de mi hermano.
Al llegar nos esperaba un puñado de periodistas aguardando por una jugosa declaración por las imágenes y el video. Mi actriz salió a la luz, me quite las gafas para sol que tenía puestas y corrí mi delineado con los dedos, los ojos rojos e hinchados ya los tenia, la marca en mi mejilla también y ni hablar de la que adornaba mi mandíbula gracias a la presión de los dedos de mi esposo. No solo era la cornuda del momento, sino que también era una pobre mujer golpeada.
Una pobre victima ante las cámaras. El idiota de Pablo tomo mi brazo y prácticamente me arrastro al Jet de mi familia sin saber que adentro nos esperaba Álvaro. No hizo más que esperar a que mi maridito ponga un pie dentro que ya lo había tumbado de un puñetazo. NO LO VIO VENIR Y YO LO DISFRUTE.
—Hola Álvaro. ¡Qué bueno que estés aquí para acompañarme! —Mire con una sonrisa al idiota que aún estaba tendido en el suelo y bese la mejilla de mi protector.
—Cariño, te dije que no te dejaría sola.
—¡Que carajos te pasa! ¿Te volviste loco? — Pablo se puso de pie para darle cara a Álvaro. — Este no es tu problema, amigo.
Volvió a golpearlo, esta vez lo dejo inconsciente.
—Es mi problema cuando te metes con la chica que me gusta, idiota. — ¡¿Qué?! — Espera a despertar, que esto recién comienza. AMIGO.