Hace años, cuando era pequeña todavía, mi hermano Bastian estaba en una etapa difícil. El no socializaba, se metía en problemas en la escuela y tenía un gran problema CON SU MANEJO DE LA IRA. Tiempo después note en el ciertas cosas que me llamaban la atención, apareció Álvaro en su vida y ambos actuaban igual, yo aun siendo una niña pequeña husmeaba cuando estaban en casa y escuchaba sus conversaciones pero cuando se daban cuenta de que yo estaba ahí usaban palabras para que yo no entienda lo que querían decir. Me gane el apodo “Pequeña chismosa”
En algunas ocasiones ellos llegaban lastimados pero, les daban la excusa a mis padres de que solo eran golpes por las prácticas en boxeo y defensa personal que ambos entrenaban en el gimnasio. Yo estaba segura de que eso no era cierto. Unos años después Papá “murió” y él se fue de casa quedándose a cargo de la empresa ya que mi madre, pasaba por una fuerte depresión y mi abuelo Álvaro lo ayudo en lo que pudo, pero después de un tiempo la empresa enfrentaba una crisis que casi nos hace perderlo todo.
No sé cómo lo hizo, pero en muy pocos días logro recuperar todo lo que habíamos perdido, p**o las deudas y viajaba constantemente y cada que volvía traía más y más gente para “PROTECCION.”
La casa estaba custodiada 24/7, teníamos personal para acompañarnos cuando salíamos de casa y mi hermano se volvió más protector y paranoico. La seguridad en este país siempre fue un asco y la verdad al ser una familia tan importante y adinerada puede llamar la atención de muchas personas peligrosas que quieran hacernos daño o secuestrarnos. Eso se veía mucho este último tiempo, nadie estaba seguro por lo que no vimos mal lo que mi hermano hacía.
Unos meses antes de cumplir quince años Bastian me regalo todo un año pagado en el gimnasio donde él y Álvaro entrenaban, a veces lo hacía con ellos y otras veces con dos chicos que eran muy amables.
Comencé con ejercicios, fortaleciendo músculos, resistencia y después de un tiempo prácticas de box, artes marciales mixtas y Krav Maga sumándole una dieta estricta y equilibrada para no perder la forma de mi cuerpo. Literalmente puedo patearle el trasero a cualquiera. Pero, eso no fue todo, al poco tiempo deje el gimnasio para practicar solo con Álvaro y con el aprendí a disparar un arma, a pelar en serio y a enfrentarme a distintos “simulacros de secuestro” para probar mi supervivencia.
Ninguno de ellos fue bonito, porque no había contemplaciones, aunque sabía que no era verdadero, ellos, los chicos de mi hermano lo hacían muy real. Bastian por otro lado se encargaba de entrenar a mi hermanito Demian, lo hizo al mismo tiempo que yo comencé y nos hizo prometer que no le diríamos nada a mi madre, ella no estaría de acuerdo.
Yo me había transformado en una chica dura, hábil y jodida que se había convertido en un arma letal y mi hermano Demian igual. El desarrollo musculatura y era hábil con las armas de fuego. ¿Por qué mi hermano mayor se tomaría estas molestias? ¿A qué le temía realmente? Yo no era estúpida, no decía nada pero sabía que mi hermano no estaba en buenos caminos y que estaba metido en algo turbio. Solo esperaba a que él sea honesto conmigo y algún día me lo cuente.
Sea lo que sea, lo apoyaría, porque mi familia es mi mundo y CON ELLOS SIEMPRE LO QUE CON NADIE NUNCA. Y eso paso esta madrugada cuando le conté sobre lo ocurrido con Papá, lo que paso con Pablo y lo que sentía.
El por primera vez en la vida se vio en la obligación de contarme la verdad. No me sorprendí, en el fondo de mi corazón lo sabía. Cuando la empresa entro en crisis y pidió créditos en el banco se lo negaron. No tenía otras opciones más que recurrir a un tipo, el que organizaba las peleas clandestinas (en las que el y Álvaro participaban) y venta de drogas y demás cosas del bajo mundo.
Ese tipo le había hablado a un pez gordo y este a su jefe. ¿No es muy difícil de entender, verdad? Mi hermano acepto la ayuda de la mafia para salvar nuestra empresa y a cambio lavábamos dinero para ellos. Bastian se sumergió en ese mundo y ahora hace negocios con ellos, negocios que no puede ni quiere dejar. Acepte lo que mi hermano era, acepte ser parte de ese mundo oscuro y acepto totalmente las consecuencias.
Entonces… ¿Quiénes somos los Hermanos Novacci? Somos una familia respetable y poderosa para la sociedad y el ámbito de los negocios empresariales. Y para el mundo de la mafia, una de las familias más importantes y poderosas de Argentina.
Miro por la ventanilla del jet y trato de relajarme, me prepare años para esto inconscientemente.
Voy con Álvaro y detrás de nosotros todo un ejército de sicarios preparados para lo que sea que nos espere en Chile. Loquisimo, es como si estuviera dentro de esas series de televisión o en los libros de ficción que tanto me gustaba leer.
—Nunca estas tanto tiempo callada. — El maldito se sentó a mi lado sosteniendo una bolsa de hielo. Después de despertar recibió una paliza de Álvaro que lo dejo bastante… inflamado. Labio inferior roto, pómulo y ojo derecho hinchado con una hermosa decoración violácea.
—No tengo nada que decir.
—Al menos ya no lloras como niña.
—No mereces ni una de mis lágrimas, esto es lo que ahora creaste, por lo tanto te aguantas, idiota.
—¿Tan rápido me olvidaste? —Finge un puchero raro debido a la hinchazón de su cara. — Estoy seguro que por dentro estas deshecha, rota y despechada. Me quieres aun y eso no puedes negarlo, en unas horas no matas cinco años.
¿Cómo le digo que ese “amor” que creí sentir por él se esfumó? NO LO AMABA, NUNCA LO HICE.
El tonto pensó que yo estaba procesando en silencio lo que paso entre nosotros cuando en realidad estaba diseñando un plan en mi cabeza para hacerlo mierda a él y a quien esté detrás de esto.
—Amorcito, no te creas el centro del universo porque la Sol que conociste, la idiota con la que te casaste se murió cuando me dijiste lo que me hiciste. Ahora soy otra mujer y no te gustara para nada mi nueva versión, y para que conozcas una pequeña parte de lo que me convertiste te lo demostraré.