Esto no estaba planeado, se dio así. Pero desde que puse un pie dentro del avión seguida de ese imbécil mi hermano ya tenía todo planeado para no dejarme desprotegida. Su mejor amigo, su mejor hombre estaba aquí conmigo y con él su personal. Puedo jurar que Bastian quería que Álvaro le dé una paliza, pero también puedo asegurar que aunque no se lo haya pedido, lo haría de todas formas. A mi hermano le tomo minutos para hacer esta jugada, es bueno a la hora de dar órdenes.
—Tu hermano va a matarme si se entera.
No había pensado en eso.
—¿No lo sabe? Digo, que yo te gusto.
Nos arreglamos la ropa y estábamos a punto de salir cuando tomo mi mano y me acerco a él con delicadeza.
—Si lo sabe, se lo dije y el nota como te miro. Pero amenazo con colgarme de los huevos si me acercaba a ti, soy diez años mayor que tú y el no nota que no eres más una niña. Eres hermosa Sol, quiero más de esto.
—No te hará nada. Yo tampoco quiero que esto termine pero, si no se entera mejor. Al menos no por ahora.
Me dio un último beso y abrí la puerta.
—¡Hija de perra! Te dije que…
No terminé de escuchar su insulto, de repente vi su puño acercarse a mi rostro pero mi cuerpo fue movido a un lado y la cara de Pablo fue impactada por el puño de Álvaro nuevamente.
—¡A caso te volviste loco o se te volvió costumbre pegarme maldito infeliz! — grite furiosa y los hombres que nos acompañaban se pusieron de pie a la defensiva.
—No volverás a tocarla, no volverás a golpearla ni la insultaras nunca más o te dejare incapacitado de por vida. ¿Entendiste? Ella no es un saco de box, es una mujer y a las mujeres se las respetan.
Álvaro hablo con total tranquilidad mientras pablo se retorcía en el suelo… OTRA VEZ.
—Ya no soy tu mujer, soy la mujer de él.
Claro que no, solo lo decía para molestarlo. Que sienta lo mismo que sentí yo, que le moleste verme con alguien más como yo tuve que verlo a él en el hotel con la zorra de mi prima. Pase por encima suyo y tomada de la mano del sexi moreno nos sentamos tranquilamente en los asientos.
—Lo detesto, perdón pequeña. No me gusta que ves esta versión violenta, pero me saca de quicio que te golpee. No mereces eso, fuiste buena con ese maldito por años.
—Eres toda una maravilla entrenador, voy a querer aprender más de eso.
—A sus servicio señorita. Siempre es un placer enseñarle nuevos movimientos.
Una sonrisa cómplice nos envolvió, ignorando al idiota que nos mira furioso en su asiento apoyo la cabeza en su hombro y me quedo dormida.
Cap 12
Un par de horas más tarde Álvaro acaricia suavemente mi mejilla para despertarme, su voz baja en mi oído me eriza la piel. Es muy tierno.
—Sol, por favor despierta, ya vamos a aterrizar.
Álvaro seguía acariciándome con delicadeza hasta que finalmente desperté.
—Ya desperté, gracias. — Necesitaba más horas de sueño.
Mis labios conectaron con los suyo s y después me ofreció el café que tenía en sus manos.
—Tu hermano llamo tres veces. Respondí los mensajes por ti. Necesitabas dormir un poco más. Es un pesado, tuvo que hacer una video llamada para asegurarse de que estabas durmiendo.
Viniendo de él no me sorprende.
—Gracias, seguro entendió que estaba muerta de sueño.
—De nada señorita.
—Deja eso.
—¿Qué cosa?
—De decirme así, no me gusta, además después de lo que paso no me parece adecuado.
Sonríe y se acomoda en su asiento para verme a los ojos y después a mis labios.
—Prefiero llamarte mi amor o mi reina, pero no creo que te sientas cómoda con esos términos ¿Cierto?
Dios mío…
—No creo que eso… sol, llámame sol como lo hacías antes.
—¿Dejaras de llamarme entrenador?
—Pero lo eres, se siente raro llamarte por tu nombre de pila.
—Aspiro a ser algo más que eso, después de lo que paso —sonríe— NO ME PARECE ADECUADO. Siempre estuve enamorado de ti Pequeña entrometida.
—Lo sé, hiciste tu mejor esfuerzo en ocultarlo pero me di cuenta hace unos dos años que te gusto. No que estabas enamorado de mi pero sí que te atraía un poco. Es una lástima que no vi donde tenía que ver realmente. Fui una estúpida.
—No me gusta que te llames a ti misma así, eres una de las chicas amas inteligentes y capaces que conocí, te apegaste a ese idiota porque te sentías sola y yo no me acerque porque tu hermano no me lo permitió. Seguías teniendo 17 años en ese entonces, y yo 27.
—Mi hermano no me manda, soy su hermana no su empleada.
—El además de ser mi amigo, es mi socio. No te olvides que trabajamos juntos. Si él dice que salte al vacío, salto. Tu eres su pequeño tesorito, te ama y te cuida y sabe que es lo mejor para ti.
—¿Y tú no lo eres?
—Soy el más conveniente para cuidarte y darte el mundo si así lo quieres, pero sabes que me muevo en un mundo peligroso y complicado, no me gustaría que de repente quieras que cambie algo por qué no lo hare. ¿Eso responde muchas interrogantes no lo crees? Tu hermano y yo somos socios, ninguno de los dos puede dejar este mundo. Así es esto… ¿Me darías una oportunidad aun sabiendo todo eso?
Si acepte a mi hermano con todo de la mafia porque no lo haría con él.
—Lo haría, pero para eso hay tiempo, necesito aclarar mi cabeza, divorciarme de ese idiota y mostrarme triste por el divorcio. Pasará mucho tiempo para que vuelvan a verme con alguien. ¿Estás dispuesto a estar en las sombras por un tiempo para ver si llegamos a algo tú y yo?
Ni lo dudó.
—Espere años, un tiempo mas no va a matarme.
—Bien, me gusta tu respuesta.
—A mí me gustas tú. Divórciate del idiota y se mi chica. ¿Te gusto verdad? ¿No estas haciendo todo esto por despecho? Entenderé si solo quieres divertirte un poco.
—Me gustas desde que tenía 15. No te mentiré, no tuve sexo por despecho pero si po¡¡’0’venganza. Encontré en la habitación del hotel a ese infeliz y a mi prima en la cama y quería darle un trago de su caldo. Hablando de infeliz. ¿Dónde está?
—Está en el baño hace un buen rato. Seguro que metiéndose mierda. Hace días que no para el imbécil, no sé cómo no le dio una sobredosis. —¡Sabía que consumía algo!, está más alterado que nunca.
—¿Metiéndose qué---*-*/-/—Cocaína.
—Bien, con suerte se mata solo el estúpido. Me pareció que algo estaba consumiendo, ha cambiado los hábitos. Se altera por todo y la verdad no me importa lo que haga con su vida.
—Que haga lo que quiera, pero todavía no. Lo necesitamos para recuperar a tu padre.
Hice silencio por unos minutos hasta que no pude más con la duda.
—¿Qué hablaste con mi hermano? Ya está todo listo quiero imaginarme.
—Si, todo está listo. Tu hermano siempre estará diez pasos por delante, quédate tranquila.
—Me preocupa que seamos tan pocos, apenas somos un puñado y no creo que ellos nos esperen con flores de bienvenida.
El soltó una sonrisa nasal, se vio divertido por las palabras que acababa de decir. Tomo mi mano y la beso.
—Pequeña, la organización de tu hermano tiene gente en todo el mundo. Aquí somos un puñado pero nos están esperando muchos más. No tienes idea de los alcances que tiene Bastian hoy en día, relájate.