MAURICIO
Se me había iluminado la vida.
Aún no sabía bien qué sería lo que haría al acercarme a Alina, ni tampoco sabía qué esperar. Quería acercarme a ella para descartar el enamoramiento. Estaba seguro que me estaba obsesionando porque sentía una fuerte atracción hacia ella como nunca antes la había sentido con alguien.
Me estaba obsesionando con pensar en sus caderas y su cuerpo vibrando bajo el mío en aquella noche que fue mía. No había parado de pensar en lo divertida que había sido y esa manera de bailar sin sentir pena o vergüenza al notarme un poco torpe en cuanto a mis pasos. Esa plática, ese desinterés por saber quién era en realidad me había hecho ser yo mismo por primera vez en mucho tiempo.
— ¿En que estás pensando Mauricio? —Me preguntó mi hermana cuando le había dicho
