Capítulo 10. Astrid es acosada.

2148 Words
En la mañana del lunes, hubo un gran revuelo cerca del suburbio de villa catalina, resulta que un banco nuevo que había abierto lo iban a cerrar porque evadía impuestos al gobierno, por ende, todas las personas que tenían sus ahorros allí, se quedaron sin nada, ya que debido a la evasión de impuestos el banco se dio a la quiebra. El día anterior, el domingo, Astrid le estaba mostrando a su abuela, los 100 mil euros que ella había reunido por 3 años trabajando por mas de 12 horas. Ese dinero lo había reunido arduamente. En la mañana de ese día, ella muy feliz le cuenta a Amelia —¡abuelita, ¿a qué no adivinas cuanto tengo reunido en el banco?, ya puedo pagar la hipoteca y mis estudios universitarios. ¡Por fin ya estos años de grandes sacrificios se van a terminar y podre ir a la escuela de estudios de gastronomía que tanto he anhelado! —  su abuela muy contenta le dice: —¡si mi princesa hermosa, que bueno ya tengas el dinero para todo lo que tu sueñas. Eres muy madura para tu edad, por eso te admiro tanto. Estoy muy alegre por ti y también por las dos, porque ahora si podré dormir tranquila. Esas personas del banco me asustaron mucho ayer. ¡Pero bueno ya ellos serán parte del pasado mi niña hermosa! —  ella saltando va a trabajar ese día muy contenta porque su vida iba a empezar a dar otro rumbo mas favorable. Ese mismo lunes, la abuelita de Astrid, prende el televisor, y al encenderlo coloca las noticias. En las noticias, observa que están hablando acerca de un banco que había cerrado ese mismo día, por evasión de impuestos; todas las personas que tenían cuenta en ese banco estaban haciendo huelga en frente de las instalaciones, porque querían su dinero de vuelta. Esas imágenes fueron muy fuertes para la abuelita de Astrid, ella se asustó mucho y llamo a su nieta muy atemorizada —¡ASTRID, ASTRID, VEN PRONTO HIJA MIA MIRA LAS NOTICIAS, ¡POR FAVOR APURATE! — Ella estaba en su habitación arreglándose para ir al trabajo, y se asusta al escuchar los gritos de su abuela.  Agarra una toalla y va con mucho afán hacia la cocina, donde se encontraba la señora —¡abuela, que sucede, porque gritas! — su abuela con voz muy angustiada dando vueltas en su silla de ruedas le dice: —¡mi niña, mira las noticias, el banco Federal Bank, ha cerrado por evasión de impuestos. Todas las personas que tenían cuenta en ese banco míralas, están allí haciendo huelga, ¡porque el banco no le quiere devolver su dinero! — Astrid al escuchar eso queda viendo las noticias y en un estado de shock dice con voz entrecortada: —¡sí, si abuelita, todos mis ahorros estaban en ese banco, cada centavo que había ganado, e inclusive, el dinero en efectivo que me dieron de mi sesión fotográfica, todo lo tenía allí! — y se sienta mirando hacia abajo muy decepcionada por lo que había sucedido. Su abuela comienza a llorar, pero trata de consolar a su nieta —¡tranquila no te preocupes, ya recuperaras ese dinero! — Ella muy frustrada le grita a su abuela: —¡¿NO VOY A RECUPERAR NADA ABUELA, YA TODO TERMINÓ, AHORA NOS VAN A ECHAR DE LA CASA DONDE ME CRIE, Y TODO POR MI CULPA, POR CONFIAR EN BANCOS, ahora no sé qué vamos hacer abuelita, no tengo absolutamente nada de dinero, perderemos la casa, ya no podré hacer nada. ¡El banco jamás y nunca nos darán más plazo! —  su abuela y ella se abrazan desconsoladamente. ese mismo día ella accede por internet a su cuenta bancaria, para ver si podría recuperar su dinero haciendo una transferencia a otro lado. Pero, la pagina web del banco ya había desaparecido. El dinero que Astrid había reunido con tanto esfuerzo se acabó. Por ese motivo, ella decidió pedir un adelanto de su sueldo mensual a los jefes de sus 3 empleos de medio tiempo. toc… toc. Ella toca la puerta de la oficina de uno de sus jefes. —¡hola jefe ¿Cómo esta?, quisiera pedirle un favor… si es tan amable! —  su jefe la queda viendo de manera pervertida y le dice: —¡hola tu nombre es Astrid no, jejeje bueno eso es lo que dice tu broche, nunca te había visto por aquí en este turno, disculpa es que yo siempre ando por aquí solo es en la mañana y tu como vienes en la tarde, solo te conozco por tu foto en el currículo. ¡Eres muy hermosa! — y la mira de manera seductora de pies a cabeza. Ella se siente muy incómoda, agarra su cabello y le brinda una sonrisa un tanto falsa, su jefe la mira y dice: —¡que pocos modales los míos, siéntate querida, ¿dime que me ibas a decir?! —  ella le dice: —¡jefe, sabe que el banco Federal Bank cerró, y pues. allí estaban todos mis ahorros, entonces no tengo nada de dinero, me gustaría saber si usted me puede adelantar el sueldo de un mes, es que necesito el dinero para poder pagar mis gastos, mensuales. Tengo otros empleos, pero este es el que más me genera ganancias. Entonces quería saber si usted podría hacerme ese gran favor. Se lo pido. ¡Mi abuela está muy enferma y necesita para sus medicamentos! — su jefe sonríe de forma malévola y vuelve a mirar a Astrid de manera inapropiada y le dice: —¡una pregunta jovencita ¿tienes novio?! —  Ella muy confundida le dice: —¡mmmmm no. ¿y porque me lo pregunta?! — el se levanta de la silla y camina detrás de ella y le dice: —¡mmmm no pues solo para saber, lo que pasa es que soy curioso. Pero me alegra saber eso jejeje. ¡Entonces … este es el empleo que más te genera dinero según tú! — ella un poco nerviosa porque percibe un aura extraña, baja su cabeza y le dice: —¡sí señor, los clientes son muy buenos conmigo y me dan muchas propinas, por eso es que gano más aquí, que en mis otros empleos! —  su jefe sigue caminando por toda la oficina detrás de la silla de Astrid y le dice: —¡entonces te quedaste sin un centavo, ayy eso me parece muy terrible jovencita.  Me vienes a pedir un préstamo o un adelanto, porque si es por préstamo pues te lo puedo dar. dime ¿Cuánto necesitas? yo soy un hombre muy bondadoso y pues me gusta ayudar a las chicas necesitadas como tu querida! — Ella levanta la cabeza, se voltea, y muy sorprendida le dice: —¡ ¿es enserio… usted me puede hacer un préstamo?! — Su jefe se ríe en forma malévola y se coloca muy cerca de ella esta vez y le dice: —¡si claro que puedo prestarte, querida trabajadora, como te dije soy un hombre muy bondadoso y me gusta ayudar a chicas como tú, y dime otra pregunta, ya me dijiste que no tenías novio, ahora te pregunto ¿con quién vives?! — ella pone una expresión dudosa y le responde un tanto exasperada: —¡disculpe ¿pero porque me pregunta estas cosas? ¡No sé no entiendo que tienen que ver! — su jefe se retira un poco, ya que estaba muy cerca de ella y le dice con cara de descontento: —¡oye no te molestes, solo te hacia unas preguntas inocentes. No entiendo porque te alteras tanto, solo debes responder a lo que te digo. Solo hago estas preguntas para ver si te mereces mi préstamo, si no lo haces, ¡eso quiere decir que no te importa! —   Ella cambia su expresión de molesta a desesperada, y le dice: —¡no. no. señor, no estoy molesta, solo que me pareció un poco extraño, pero tiene razón, debe preguntarme cosas primero para poder saber si quiere hacerme mi préstamo. Y bueno le respondo. Pues…. Estoy sola, soy huérfana de padres, vivo solo con mi abuela, pero ella está muy enferma, tiene osteoporosis grave. Necesita muchos medicamentos para poder calmar sus dolores. Por eso estoy muy desesperada en pedirle el préstamo, no lo hago por mí, si no por mi abuelita que es lo que más quiero en esta vida. es lo único que tengo! — su jefe coloca una sonrisa malévola y la queda viendo muy fijo, y se dice así mismo mentalmente: eureka, esta dulzura será presa fácil, voy hacerla mía, jugaré con ella un rato. Este caramelito me lo quiero comer de poco a poco. Él se levanta, y se coloca detrás de ella y le dice: —¡bueno entonces. ¿Cuánto necesitas?! —  Astrid abre los ojos sorprendida y voltea su rostro viéndolo de medio lado y le dice: —¡pues si le soy sincera, necesito 100 mil euros, pero no le pediré que me preste esa cantidad, porque imagínese es muchísima, así que con lo que usted me quiera prestar, yo estaré agradecida… yo se los pagaré con arduo trabajo yo soy muy trabajadora señor, es que el banco también me va a quitar la casa! — su jefe queda sorprendido por todo lo que esta contando y con una pequeña carcajada burlona le dice: —¡jajajaja muchachita, todos los males del mundo te suceden a ti, no puede ser, que horror pero bueno, vamos al grano, te voy a prestar no solo 100 mil euros si no 50 mil euros más… si sumamos serian…150 mil! — ella abre los ojos y tapa su boca con su delicada mano y le dice muy inocentemente con la mano en su boca: —¡señor, eso es mucho más de lo que pedí, pero wow. Claro que ese dinero me caería muy bien, me encantaría. Si yo trabajaré el triple de duro para pagárselos, entonces dígame como serán las condiciones de p**o. WOW USTED ES UN ANGEL! — Su jefe se vuelve acercar a ella y esta vez de manera muy indecorosa se agacha y le agarra sus piernas, y suavemente las toca y le dice: —¡pues…. ¡Págamelos siendo mi amante… te daré muchas cosas que dices muñeca hermosa! — y acerca su boca mal oliente a whiskey hacia sus labios. Ella le da un empujón con sus brazos, pero el era mas fuerte que ella. Pero por suerte en ese mismo instante, un trabajador del lugar entra y ve a Astrid con cara de desagrado, tratando de quitarse a su jefe de encima; el chico queda muy sorprendido y le grita —¡JEFE SUELTELA, ¿QUÉ LE SUCEDE?! — el hombre se asusta y Astrid corre y se escapa de allí, y él le grita: —¡ESTAS DESPEDIDA, POR AQUÍ NO VUELVAS, SI ME DENUNCIAS, TU ERES LA QUE VAS A PERDER.! — y se queda viendo al chico que entró y lo amenaza diciéndole: —¡SI LLEGAS HABLAR ALGO DE LO QUE VISTES  AQUÍ, TE JURO QUE TE HAGO LA VIDA AÑICOS, TU TAMBIEN ESTAS DESPEDIDO! —   El chico le lanza unas hojas de papeles que le traía para que firmara y se quita el uniforme y se lo lanza en la cara y le dice: —¡prefiero comer lodo, que trabajarle a una rata asquerosa como usted, ¿Cómo se atreve hacerle eso a su mejor trabajadora?, esa chica era una de las mejores, casi que la mayoría de las ganancias de esta asquerosa tienda, eran por ella, y usted le hizo eso. ¡Que asqueroso y vil es usted señor Richard! — el jefe le tiro un vaso que tenia cerca al chico y le dijo: —¡NO ME IMPORTAN USTEDES!  SON TODOS UNAS BASURAS, YO SOY MUY RICO Y SIEMPRE LO SERÉ, ustedes son es unos pobres y morirán siendo pobres. ¡Quiero que te largues en este instante! — el chico se marcha y le hizo una señal con el dedo del medio y le dijo: —¡púdrase basura! — y fue corriendo en busca de Astrid. El chico corrió y corrió por todo el barrio y no la podía encontrar. Le preguntó a varias personas que, si habían visto a una chica linda rubia, y una señora lo escucho y le dijo: —¡hey muchacho, si ella está aquí en mi restaurante, estaba muy alterada, le dije que se quedara en mi cocina mientras se le pasaba lo que tiene, no quiere hablar, le di un té de manzanilla para ver si se calmaba, pero bueno, tú que eres su amigo, quizás ella hable contigo! —  y siguió barriendo el frente de su local.
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