El sonido de un celular vibrando me hace despertarme, en cuanto abro los ojos me arrepiento, la luz me cala, es como si tuviera el mismo sol frente a mí.
—Hola.
—¿Dónde estás?.
—Bueno— volteo a mi alrededor —En la habitación del hotel.
—No, no lo estás.
—Sí, aquí estoy.
—Estoy en tu habitación y no estas.
—Segura, estoy en la cama y un hombre duerme a mi lado.
—Dime que no causaste problemas.
—Bye.— cuelgo
Me miro y estoy completamente desnuda, trato de hacer memoria, recuerdo beber con todos, bailar, espera. Giro al hombre que está reunido y no, definitivamente no lo recuerdo, lo que si recuerdo es que contrataron a alguien. MIERDA, estoy con un prostituto.
Me levanto con cuidado de no despertarlo, localizo mi ropa y encuentro casi toda, saco unos billetes de mi cartera y le escribo una nota. “Espero que sea suficiente” Pongo los billetes bajo la nota y salgo a toda prisa, no sin antes agarrar mis recuerdos.
La cabeza me duele, pero si Mila me da un sermón moriré y ninguna neuróloga hermosa podrá salvarme.
—Tienes 10 minutos para ducharte y cambiarte, es hora de regresar del trabajo.
—Se supone que era un mes— le digo mientras camino al baño
—Veintidós días.
—¿Cómo puedes estar perfecta?— le pregunto —Yo siento que moriré.
—Genética.
Me adentro al agua y mi cuerpo se relaja automáticamente, lo caliente del agua me pega de una manera tan deliciosa, sigo tratando de hacer memoria, pero la mayoría de estos recuerdos no aparecen y dudo que quieran aparecer.
—¿Recuerdas algo de ayer?.
—Solo recuerdo llegar a mi habitación y despertar, pero lo que si estoy segura es que me divertí.
—Y lo que pasa en las vegas, se queda en las vegas— le digo
—Amén.
Los veintidós días de cumpleaños pasaron y tengo que ir a mi nuevo destino, quisiera quedarme más tiempo con mis amigos, ellos se quedaran todo el mes. Pero trabajo es trabajo y Mika fue remplazada por Keres.
—¿Quedo listo mi departamento?.
—Sí, pero.
—Habla Mila.
—Tu segundo departamento.
—Espera ¿El de mi herencia o el que compre?.
—Compraste.
—¿Qué es lo que pasa con él?.
—El abogado se contactó conmigo, al parecer hubo una fuga de agua y tu departamento fue afectado.
—Ok, entonces…— le hago la seña que siga hablando
—Alguien más p**o las reparaciones, el dinero no salió de tu cuenta y cree que alguien está viviendo en él.
—Bueno, manda a alguien que se haga cargo de la situación y si es asi demanda por invasión a propiedad privada, tambien a la administración del lugar, no es posible que permitieran eso y no dijeran nada.
Mila anota todo lo que le dije y llega el encargado que ya podemos abordar, mencione que tengo un jet privado, como empresas Thompson es mundial, encontrar vuelos se vuelve difícil asi que… que mejor uno para mí sola y mis trabajadores.
Elijah.
El sonido que alguien toca la puerta me despierta y estoy que me jode la vida, tengo resaca.
—Pase.
—Estoy llame y llame a tu celular ¿Dónde mierda lo tienes?.
—Deja de gritar joder.
—Hubo un problema en la empresa, tenemos que regresar.
—¿Qué mierda es eso?.
Me estiro y agarro una nota.
—“Espero y sea suficiente”— miro a Jason que está luchando para no reír —Alguien me dejo 300 dólares ¿Dormí con alguien?.
—Yo…— se suelta riendo a carcajadas —Yo no puedo creerlo.— me quita el dinero —Pensó que 300 dólares era suficiente para acostarse contigo, tu Elijah Monroe.
—¿¡Quien mierda es!?— grito molesto
—Alguien con bonita letra.
—Ya tengo suficiente con la maldita resaca y me joden con esta mierda.
—Calma, no se quien te dejo esto, pero del table dance no saliste con alguien, no que mi yo ebrio viera.
—¿Entonces quien mierda es?.
Me levanto de la cama y una estoy completamente desnudo, dos, encuentro ropa interior en la cama de mujer, tres, mi reloj no está en la mesa de noche.
—No está, ¡No está mi maldito reloj!— grito enojado
—Tranquilo debe de estar por algún lugar.
—Es el reloj que mi madre me dio, era de mi abuelo y a él se lo dio su padre.
—Llamemos a la policía— dice serio de inmediato
—Eso haremos— digo serio.
Contactamos con el gerente del hotel y este manda a unidad de la policía, revisamos todas las cosas y por imposible que suene se robó mis zapatos, ¡unos putos zapatos!.
Contacto a mis abogados y estos hablan a la aseguradora, una simple despedida de soltero se convirtió en una pesadilla, a mí me importa una mierda los zapatos, lo que quiero es mi reloj de vuelta. No puedo perderlo, simplemente me reusó a creer que se perdió, corrección me lo robaron y lo peor es que no pueden darme las gravaciones ni decirme si esa mujer estaba registrada aquí.
Pasaron dos meses y sigo sin encontrar a la mujer que me robo, mande analizar la nota, sorpresa solo tenía mis huellas digitales, la policía de mierda no me ha dado respuesta de nada, parece que un maldito fantasma me robo.
—Señor le llego un paquete de las vegas, lo puse arriba de su escritorio.
Entro a mi oficina y voy de inmediato al escritorio, Jason nos sirve unos tragos y después se sienta.
—¿Es sobre el robo?.
—Jason— le digo en shock
—¿Qué pasa?.— se levanta y viene al escritorio —Elijah que pasa.— le entrego él sobre —Estas…
Agarro la pantalla de mi computadora y la lanzo al piso, tiro todo lo del escritorio.
—Hey, hey— me agarra Jason —Tranquilo podemos solucionar esto.
—Suéltame— lo alejo, pero este me sostiene fuerte —¡Suéltame carajo!.
—No hasta que te tranquilices.
—¡Estoy casado!— le grito —¡Casado! Yo me voy a casar con Ana, joder Ana iba a ser mi esposa.
—Lo se, lo se.— dice con calma —Podemos anularlo, hablaremos con los abogados, no es legal, no si no se consumió él…
—No.
Me lo quito de mí y busco el sobre en el piso, le doy la vuelta y lo vacío en el piso, salen unas fotos y un cd.
—Es la mujer del cumpleaños.
—¿Qué?— le entrego las fotos —Elijah mira esta foto.
La agarro y en ella aparece que le estoy poniendo mi reloj.