Hace tres años dejé todo y sin avisarle a la única persona que me importaba mi amada Rose, agarre las pocas cosas que pude y hui, deje mi grandiosa carrera de artes, mi departamento, deje todo otra vez. En los dos años Tabita no volvió a aparecer, no hubo llamadas ni repentinas apariciones, excepto en mis sueños, pero eso es otra historia.
En fin, después de unos meses de viaje y viaje, volví a tomar las riendas de mi vida, ojalá fuera verdad, no, no lo hice tuve una gran revelación dejar de viajar con lujo e irme de mochilera al fin y al cabo toda mi vida cave en una maleta, eso fue lo que me dije.
Al primer intento de mochilera subí una montaña, hermosa, verde y con piedras muy, muy peligrosas, me caí, quisiera decir que con gracia y estilo, pero no, rodé, gire y gire. Cuando desperté estaba en un hospital, sufrí algo que se llama neumotórax, nada grave según mi médico, aunque en grey’s anatomy se mira muy grave.
Lo grave fue una herida en la cabeza nada que una cirugía con un neurólogo no solucione, bueno una neuróloga una muy guapa, sexi y joven neuróloga llamada Maciel, nos hicimos amigas unas muy buenas amigas, después fui dada de alta y ella se mudó a otro estado.
En todo eso se fue un año y cumplí 20, me volví una artista y tengo varios negocios que sin duda me han dejado millones.
Y ahora aquí estoy festejando mis 22 años ebria, subiendo un elevador a un lugar que no se, un hotel tal vez de las vegas al menos eso recuerdo, no se veintiún días de festejo tienen mi mente muy confusa.
—¿En dónde estamos?.
—Cesars palace.
—¿Vegas?.
—Sí.
—¿Luna de miel?.
—Viaje de amigos.
—¿Casado?.
—Comprometido.
—¡Felicidades!.
—Gracias, en realidad es mi despedida de soltero.
—¿Qué día es hoy?.
—22.
—¿¡En serio!?— salto del gusto —Feliz cumpleaños— me digo a mí misma
—¿Cuántos cumples?.
—22.
—Felicidades.
—Toma— le entrego mi tarjeta —Por si aún no tienes quien planee tu boda.
—Gracias.
Las puertas del ascensor se abren y descubrí que en realidad no subía, si no bajaba. El joven se va y me quedo parada fuera del ascensor un poco confundida, saco mi celular y le marco a mis amigos.
—¡Keres!.
—Hasta donde yo se.
—¿Dónde estás? Tenemos horas esperándote.
—¿En dónde tengo que estar?.
—Te mando la ubicación.
Pongo la dirección en la aplicación y espero afuera mi Uber. Mierda me estoy poniendo sobria.
—¿Mika?
—¿Manuel?.
—Sí.
Me subo al carro y este parte rumbo a mi destino. Mika mi identidad cubierta, la uso cuando salgo de fiesta, Keres Thompson es mi nombre en mi empresa asi que debo mantener alejada mis locuras de ella.
—Manuel.
—Si señorita.
Se estaciona frente a mi destino.
—¡Quita tu puta mano de mi pecho!.
Le agarro del cabello y lo estampo en el volante.
—Idiota de mierda.
Elijah.
—Elijah.
—¿Cómo crees que reaccione esa joven?.
—¿Cuál?.
—La del carro del frente, le está agarrando el pecho, aunque no se si…
La veo que agarra al tipo del cabello y con fuerza lo lanza contra el volante.
—Mierda— dice Jason —Eso debió de doler.
—¡Idiota de mierda!— le grita
La veo que le lanza unos billetes al igual que una patada con fuerza a la puerta, pero qué mujer.
—La pediré para un privado— dice Jason
—¿Por qué estás seguro de que trabaja aquí?.
—Además de lo obvio.— señala el lugar —Ni siquiera la detuvieron para entrar, la conocen.
Apago mi cigarro y dejo a Jason afuera, los colores neón iluminan mi traje conforme avanzo, las bailarinas bailan con poca ropa sobre el escenario, mi mirada se extiende para ver a donde se fue y la miro atravesar unas cortinas.
Sigo mi camino hasta donde está nuestra mesa, justo al frente de donde ella entró, la mesa está llena de alcohol.
—No es muy obvio una despedida de soltero en un table dancé— les digo mientras me siento
—Mi prometida me reservo esta mesa, asi que…
—Seguro ella se fue a un show de Magic Mike— dice Jason
—¿No solo era una película?— pregunto
—No— me dicen todos
Unas bailarinas se abren paso con botellas de alcohol, bengalas y cosas que no conozco hacia donde estamos.
—Viene lo bueno— dice Jason
—Yo no ordene nada.
—Ni yo.
La cortina de al frente se abre y entran, veo a la joven saltar cuando las mira, joder la acabo de ver enojada y ahorita está feliz.
—Es la mujer que me tope en el elevador— dice Alex —Hoy cumple veintidós.
—Pues esa misma mujer estampo contra el volante a un conductor porque le agarro el pecho.— dice Jason —Y no trabaja aquí— dice decepcionado
La miro beber directo del cuerpo de una bailarina y me parece la cosa más excitante, no por sexualizar que sea mujer y mujer, sino por la manera que… Me vio mirándola, mierda se levanta de donde está y agarra una botella.
—¿Tú eres el del elevador?.
Ok no venía para conmigo, ¿Por qué me pongo tenso?.
—El mismo.
—¡Feliz despedida de soltero!.— le entrega una botella
—Gracias, no tengo nada para darte de regalo— dice Alex
—Feliz cumpleaños— le entrego una cadena
Se gira a verme y frunce esos gruesos labios, estoy consciente de que todos me miran, nunca hago eso, menos a desconocidas.
—¿Nos conocemos?.— pregunta
—Creo que nos vimos cuando el hombre estaba con la cara en el volante.— ladea un poco su cabeza —¿Aceptaras mi regalo?.
Extiende la mano y se lo entrego, la música parece haber desaparecido y ella mira la cadena, para después ponérsela en el cuello, el largo es perfecto, porque cae en su escote.
—¡Mika!— le gritan su grupo
Se gira les sonríe y se va cerrando la cortina de su lado.
—¿No se llamaba Mika la que te cogiste en la graduación?— me pregunta Jason
—Sí.
Tiene el mismo nombre de la joven que me hizo olvidarme de Ana por unos minutos y la misma que me confundió, tal como esta Mika lo acaba de hacer.