—El video no tiene sonido, pero podemos ver como le das el reloj.
—Si es asi no sería robo Elijah— me dice Jason
—Grupo Thompson— dice Alex
—¿Qué tiene que ver?— le pregunto.
—Bueno Mika me dio una tarjeta por si no tenía quien planeara la boda.
—Grupo Thompson— dice Jason mirando la pantalla —Miren.
La pone en la televisión que está frente a nosotros.
—“El grupo Thompson se ha posicionado como la empresa número uno en planeación de eventos a nivel mundial, caracterizada por su elegancia y su extravagancia, haciéndola única y la preferida de la clase alta”.— termina de leer Alex
—Tiene su página.— dice Jason —Elijah.
—Asi que Mika no es su nombre— digo observando la foto de ella —Keres Thompson.
—Tal vez sea su hermana, ella no se parece a la mujer que miramos en las vegas.
—Alex, saca una cita en el grupo Thompson.— le digo
—Pero mi boda ya paso.— me dice mirándome a los ojos
—Chicos, creo que la dirección está mal, dice que estamos frente a él.
—Pero el edificio de al frente era mío.
—No, no lo es— dice Alex —Tengo entendido que fue vendido hace unos cuatro meses, hasta donde se fue comprado por una editorial.
—No lo se Elijah, pero parece que esa mujer planeo todo.
—¿Por qué no me entere de la venta?— pregunto enojado
—Lo hiciste, te quejaste de que tendríamos que compartir estacionamiento, si no recuerdo había muchos compradores, pero.
—Ninguno pagaba lo suficiente— termino de decir —De pronto llego un comprador y pagaron más de lo que pedía.
Me quedo serio, son demasiadas coincidencias ¿Jason tiene razón? Planeo todo y caí en la trampa, no es imposible, como sabría que vendería ese edificio y mucho menos sabría que estaría en las vegas, según Alex ya tenía unos días en el hotel.
Y con quien me acosté ¿Por qué me dejaría dinero? Los dos aparecemos en el video a punto de un coma etílico y si lo planeo ¿Por qué no ha hecho acto de presencia?.
—Si supiera quien soy yo y los millones que tengo, ya se hubiera presentado como mi esposa e incluso hubiera reclamado lo que le corresponde.
—Pero no ha hecho nada— dice Jason
—Elijah tiene razón, no creo que le interese el dinero, es más que obvio que no lo necesita. Elijah creo que el universo te jodió.
—A ambos si tenemos razón de que no sabe nada.
Me levanto de la silla y me acomodo el traje.
—Jason, Alex, vamos a jugar a los detectives.
—Tenlo por hecho.
—Estoy listo— dice Alex
Antes de ir seguridad explica que el último piso no tiene acceso al elevador, porque cambio la estructura asi que se entra por el de abajo, tambien nos dijo que aún no está abierto para el público, pero si había personas trabajando. Suerte que aún sigue el mismo guardia.
Me causa curiosidad como fue que cambio la estructura y unió los dos pisos, todo sin que yo detectara ruido o movimiento de trabajadores, lo que es cierto es que estuve fuera por negocios asi que puede ser que en esos cuatro meses se hiciera todo o trabajaban de noche.
Un grupo Thompson en letras doradas nos recibe en cuanto se abre las puertas de la entrada.
—Lo siento aún no estamos abiertos al público— dice el recepcionista
—Lo se, soy el dueño del edificio del frente y ellos son mis socios, nos gustaría hablar con la señorita Thompson.
—¿Sucede algo?— se acerca una mujer
—Queremos hablar con la señorita Thompson, somos del grupo Monroe.
Mira su reloj y le da unos golpes como si no funcionara.
—¿La cita que tenía ya se fueron?— le pregunta al recepcionista
—No, aún no salen.— dice ¿nervioso?
—Conéctame a su celular.
—Dijo que no la molestáramos.
—Hazlo.
No me voy a ir hasta que me atienda y por lo que veo esa persona lo hará posible.
—Estás despedido.
La puso en alta voz, joder.
—Keres.
—Mierda— dice jadeando —Estas… Más abajo joder.
—Es incómodo— dice Jasón en voz baja.
—Keres, es hora de terminar tienes visitas.
—Estás despedida Mila.
—No, no lo estoy tu tiempo se terminó.
—Aún están comiendo.
“Hora de comer” Mi mente viaja a aquella noche y por instinto mi mano va al cuello, si dejo cicatriz. Se que se hace llamar Mika, pero no es la misma que aquella noche. Un gemido se cuela entre mis pensamientos y unas imágenes aparecen, mezcladas con la fiesta y otras que no conozco.
—Sea quien sea mándalo a mi oficina, a la…— gime —Sala.
—Tienes dos minutos.
—Mila.
—Keres.
—Que te jodan— dice y cuelga
Me esfuerzo por no reír y mis detectives se dan cuenta de eso, mirándome un poco extraño.
—Aún no ponemos a funcionar las escaleras eléctricas para llegar a los últimos pisos asi tendremos que subir dos pisos.
—No hay problema— le digo
—Síganme.— dice mientras entramos al elevador
—Me intriga ¿Cómo es que dos pisos se volvieron tres?.— le pregunta Alex
—La altura de cada piso es alta, más de lo normal, se dividió en partes iguales quedando a la altura que pueden apreciar.
—Sorprendente.
—Los pisos son de trabajo oficina, planeación, cada piso tiene una especialidad y el último es la oficina de la señorita Thompson, desde su ubicación le permite ver los departamentos mas importantes del grupo Thompson.
—¿Cómo es que no fuimos incomodados por la construcción?— pregunto
—Trabajaron de noche, días festivos y fines de semana, sabemos que es inoportuno hacer eso en horas de trabajo e incómodo, valoramos a los trabajadores, aunque no sean de nuestra compañía.
—Debo decir que hicieron muy buen trabajo, no parecía posible hacer eso— dice Jason
—El grupo Thompson se caracteriza por hacer lo imposible, posible— suspira —Y la dueña es algo terca.
Nos encontramos a tres personas ¿Descalzas? Miro a los chicos y están igual que yo.
—La señorita Thompson nos dijo que habláramos del contrato.
—Y los zapatos.
—El recepcionista los llevará— Mila se gira y nos mira —Es la puerta roja, tengo que ocuparme de esto, ya los esperan.
—Ok.