DE FRENTE A LA LOCURA.

Hora de la verdad.

A decir verdad, llevo días planteándome decirle esto, no se el porqué, pero todo mi ser dice que lo diga y ahora que lo tengo a mi lado, me hace sentir frágil, pero tambien me hace odiarlo.

—Elijah.— me separo de mis brazos —¿Te cuento un cuento?.

—Si es lo que quieres, te escuchare.

—Había una vez una niña que siempre había querido conocer el mar, su madre no tenía dinero y trabajaba para darle todo a su familia, ella la admiraba porque hacía todo por hacerlos feliz, los años pasaron y esa niña creció hasta ser una joven. Una que estaba lista para comerse al mundo, joder no estaban preparados para ella.

Un día su madre le cumplió su sueño, fueron al mar, disfruto la sensación de la arena en sus pies, el viento su cabello, pero solo era eso un sueño, porque en instantes se convirtió en una pesadilla arruinando las ganas de comerse al mundo.

—¿Por qué?.

—Porque termino muriendo.— lo miro y él aprieta mi mano en consuelo —Murió cuando su madre la vendió por ocho punto cinco millones a su jefe.

Está en shock, bien Keres es hora.

—¿Cómo sabes eso?.

—¿Por qué la compraste?.

—¡Joder Keres dime!.

—¿Por qué una persona vale solo ocho punto cinco millones?.— me suelto de su agarre. —¿Por qué una persona tiene que valer dinero cuando eso no debe de ser?. ¿Cuánto puede cambiar la vida de alguien cuando eres comprada? Dime Elijah ¿Por qué la compraste?.— le digo con dolor

—Porque su madre la iba a vender para la trata de blancas, por menos dinero, porque su madre la iba a meter en un mundo en el que la muerte sería la única forma en la que saldría, porque ella merecía tener una vida buena. Entonces Keres ¿Cómo sabes eso?.

—Porque yo era Ana.

Elijah.

—Porque yo era Ana.

Una cosa es pensarlo y otra es confirmar la sospechas que tenía.

—Entonces…— le digo aún en shock

—Escapo y mientras Ana se desangraba, la mate.

—Ana…

—Keres.

—Yo no… joder.

Me siento tan desesperado, no se que hacer, no se nada, me confunde su manera de hablar, asi que Elijah solo sigue su forma de hablar y trata de entender las malditas cosas.

—¿Por qué se desangraba?.

—Un m*****o de su familia la quería matar mientras huía en medio del caos, pero solo le alcanzo a darle en el hombro— baja su blusa y me enseña su cicatriz.

—¿Quién le disparo?.

—No lo se, tal vez su madre, tal vez su hermana, solo se que fue alguien de su familia.

—¿Quién te ayudo?.

—Nadie.

—¿Entonces como mierda saliste de eso? ¿Quién te ayudo con la herida? ¿Cómo llegaste a ser Keres?.

—Me confundieron, tenía similitudes con una joven y me volví ella, sus padres murieron en el accidente, no se que paso con su cuerpo, pero termine aceptando ser una Thompson, teníamos la misma edad, similitudes, casi era mi gemela.— me dice. —En cuanto me recupere de todo, hui, sabía que me buscarías, ya que eras mi comprador.

—Keres, no has entendido si te buscaba era porque te quería poner a salvo, quería cuidarte y darte todo lo que me pidieras.— tomo su mano nuevamente —Quería darte la libertad que tu familia de mierda te iba a quitar.

—No quiero que pienses que te busque.

—No, ni siquiera mi mente llego a pensar en eso, se que no sabías nada de mí, ni mi nombre, mierda estoy seguro de que ni siquiera recordabas mi rostro.

—Eso es verdad, andaba medio dormida.

—¿Cómo sabías que estaba buscándote? ¿Por eso huiste aquel día?.

—Alguien me enviaba mensajes, pero cuando perdí mi celular no supe nada más, asi que solo seguí moviéndome.

—¿Cómo supiste que era yo?.

—En tu casa, aquel día miré a Cristal y mi mente se volvió un nudo.

—¿Por qué decidiste decirme? Pudiste haber seguido siendo Keres y guardarte ese secreto.

—¿Acaso no tenías dudas? Se que aún me sigo pareciendo a ella, tengo algunos rasgos.

—Sí, no estaba seguro, pero no se, estoy muy confundido.

—Si te estoy diciendo esto, es porque— se ríe —No lo se, no se porque, solo sentía que debía hacerlo. ¿Puedo pedirte algo?.

—Sí.

—Piensa que Ana está muerta, porque en realidad lo está, solo los recuerdos de ella están en mi mente, bueno, parte de ellos, yo soy Keres Thompson y tengo sangre de los Thompson, promete que no le dirás a nadie.

—¿Cómo que sangre Thompson?.

—Uno hace cosas para ser la persona que eres y si eso significaba alterar mi ADN, lo haria.

—¡Acaso estás loca! ¿Tan siquiera sabes qué tan peligroso es ese procedimiento?.

—Loca— sonríe —Tal vez lo estoy, sigo haciendo cosas que no debería de hacer.

—¿Entonces?.

—Olvídate de Ana.

—No puedo Ana.

—Ana murió, la mato tu hermanastro.

—Ok, pero.

—Elijah nadie puede saber esto, de por sí mi vida ya corre peligro, ya muero de miedo, no quiero, no quiero estar en peligro otra vez, por una persona que no existe.

—Ok, bien— necesito procesar todo

—No quiero que me relacionen contigo, no quiero que te acerques pensando que soy Ana o alguna mierda asi.— dice un tanto molesta

—Keres, ahora que lo se y que esto no saldrá de entre nosotros dos, quiero seguir adelante.

—Genial, me gusta la idea de no vernos más.

—Creo que me estoy enamorando de ti.— digo y me sorprende mi revelación —Es por eso que te estás volviendo una debilidad.

—No estoy lista para esa confesión.— suelta mi mano —¿Por qué Cristal sigue trabajando contigo?.

—Sabe cosas de mí y de lo que hacen en la casa, asi que la única forma que salga es la muerte, eso y porque sentía que si alguna vez encontraba a Ana querría ver a su madre.

—Alguna vez pensé en regresar y matarla, incluyendo a mi comprador.

—Entiendo lo que sientes.

—Pero culpaba más a Cristal que a ti, porque era su madre, era la persona que le dio la vida, la Ana del pasado jamás pensaría que haria eso. Pero cuando me entere de la verdad— sonríe —Cuando me entere, no se porque, pero no dude, creí la verdad, acepte mi destino, tal vez siempre existió Keres, una que observa de lejos y sabía antes que Ana lo que su madre haria.

—Te entiendo, mi padre tambien hizo algo parecido, me obligo a casarme cuando tenía 15, ella tenía 21, a los 17 años la mujer lo mato y yo la encerré.

—¿Dolió su muerte?.

—Ni un poco, cuando supe que lo mato, hederé el negocio, la encerré e hice lo que quería, su muerte fue libertad para mí.

—Qué padres tan jodidos son.

—Mi madre era un amor, pero termino muriendo.

—Mi padre fue por cigarros.— dice riendo

—Hay Keres.— le digo sonriendo

—¿Cómo vendió a Ana?.

—Inocente, hermosa y virgen.

—En unas cosas era inocente, hermosa siempre y virgen, bueno, la virginidad no existe, pero tuvo su primer encuentro s****l a los 16.

—A mí me importaba una mierda si era virgen, yo solo quería darle la libertad.

Sonríe y se levanta poniéndose frente a mí.

—Hola, gusto en conocerte soy Keres Thompson, bisexual, amante del sexo, coca cola, chocolate amargo y de robarse los zapatos de su conquista, gracias a los dioses.

—Elijah Monroe, dueño del grupo Monroe, amante de las mujeres que beben coca cola, come chocolate amargo y le roba los zapatos a sus conquistas.

—Idiota.

—Asi me amas.

—Quisieras.

—No creas que no se que me mirabas mi cuerpo.

—No lo oculto, tienes un cuerpo cogible.

—¿Quieres tener sexo?.

—Jódete Elijah