Apuesta.

1629 Words
Se siente bien ser libre y saber que no voy a huir más para que no me encuentre, tambien confesarle a alguien que alguna vez existió Ana, incluso se siente bien saber el porqué la compro. Elijah parece ser un tipo de dudosa procedencia, pero casi me lo imagino como si fuera algodón de azúcar o un osito. Tom y Paolo lo invitaron a cenar, no me quejo fue buena compañía, dejo de tener esos celos que no se da cuenta de que manifiesta cuando descubrió que eran pareja. Una increíble cabe señalar y no es por presumir, pero sí. —No puedo creer que te quedaras a dormir. —Oye no puedo ser descortés con los anfitriones. —¡Dioses!. —¿¡Que pasa!?. —Es la primera vez que te veo que no usas traje. —Me miro guapo ¿Verdad?. —No. —¿Qué hiciste en Japón?. —Comer auténtica comida japonesa. —¿Bromeas? ¿Quién viaja cuando puedes ordenarla? Muchos son japoneses los que tienen negocios. —Si puedo hacerlo ¿Por qué tengo que conformarme con eso?. —Conozco buenos chefs de fama mundial que pueden prepararte una buena comida. —No gracias, nada como la comida auténtica de Japón en Japón hecha por japoneses en las calles de Japón. —Entendí el punto. —Bueno, buenas noches. —¿A dónde vas?. —A mi habitación con Tom y Paolo. —Quédate conmigo. —No. —Entonces ten sexo conmigo. —Elijah— sujeto su barbilla —Se sinceró conmigo ok. —Ok. —¿Quedaste mal por los golpes?. —¿Te volviste loca?. —No, ya estoy.— le contesto —Eres imposible. —Lo se, no muchos pueden conmigo. —Puedo contigo y más— me dice y comienzo a reírme —¿Quieres probar ese punto?. —Claro. —¿Seguro que podrás? Puedo fastidiarte. —Por favor soy Elijah Monroe. —Bueno— sonrió —Si no puedes me quedare con tu reloj. —Pero tienes dos semanas en demostrarme que no puedo contigo. —En una me vas a ver hasta en la sopa, a la primera llamada de reclamo gano la apuesta. —¿Trato?. —¿Sin miedo al que dirán?. —Sin miedo al que dirán— me extiende su mano —¿Trato?. —Trato— estrecho su mano —Elijah. —¿Qué?. —Jódete. Le doy una patada y me voy a dormir con la dulce compañía de mi Tom y Paolo. Elijah. Me despierto con los rayos de sol colados por la ventana, me estiro y es sorprendente dormí bien, ni siquiera me siento adolorido, interesante. —Buen día, Elijah— me dicen cuando salgo de mi habitación. —¿Salió bien el agua caliente?.— dice Tom —Sin problemas— le contesto —¿Waffles?— me dice Paolo —Por favor. —Pero que haces parado siéntate. —¿Puedo ayudarles en algo?. —No, eres nuestro invitado.— dice Paolo —¿Con tres está bien?. —Más que bien.— volteo a ver a mi alrededor —¿Buscas a Keres?. —Es tan obvio.— le contesto a Tom —Un poco— se ríe —Se marchó antes del amanecer, es increíble ella odia levantarse temprano. —No puede ser. —No te preocupes, es buena niña, además te trajo aquí, nunca trae a sus conquistas ¿verdad amor?. —Asi es— contesta Paolo mientras me entrega mi plato —Gracias.— le digo —¿Cómo se conocieron?. —¿Conoces esa costumbre de robarse los zapatos?. —Sí, ¿Se robó los de ustedes?. —No— sonríen —¿Entonces?. —Organizo un evento de recaudación de fondos aquí en la granja y bueno… —Tomo prestada una vaquita— dice Paolo —Y por prestada queremos decir… —Robada— termino de decir —Después envió una carta pidiendo recompensa por ella y como prueba estaba pintada la pata de la vaca en el papel. —No, no me la creo.— le digo impresionado —¿Qué es lo que pedía?. —Ser nuestros amigos.— dice Tom —Robo una vaca, para que seamos amigos, es que no hay nadie como ella. —Y desde ahí nos volvimos mejores amigos, viene de vez en cuando, gracias a ella expandimos nuestra granja y nos va mejor. —Una pregunta ¿De ella puedo esperar lo que sea?. —Elijah, un día te puede llegar y decirte que quemo tu coche y al otro te regala un viaje en globo, asi de inesperada es Keres.— dice Tom Termino el desayuno y mi chofer pasa por mí, muy buenos amigos tiene Keres, incluso creo que me caen mejor que Jason. —Hola.— digo cuando contesto mi celular —Jódete.— cuelga Miro el celular desconcertado y vuelve a sonar nuevamente ¿que es lo que quieres probar?. —Me jodo— le digo cuando contesto —Tengo un pequeño problema. —¿Estás bien?— pregunto alterado —Bueno estoy en medio de la nada, el jodete no era para ti, era para el idiota que me robo mi carro, creo que… —Mándame tu ubicación ahora mismo. —Gracias— me llega un mensaje —¿Estás lejos?. —Déjame ver. Abro el mensaje y me redirige a mapas. —No tanto estoy como a quince kilómetros— pongo la dirección en el GPS —Conduce lo más rápido que puedas— le digo al chofer —Puedes platicar conmigo, es la primera vez que me asaltan, se robó todas mis cosas, le quite mi celular ¿Crees que un ratero denuncie a su víctima como agresora?. —Ok primero, claro que platicare contigo, segunda tenemos que reportar el robo, tercera, no creo que se arriesgue a eso, pero ¿Qué tan herido puede estar?. —Bueno, estoy casi segura que le rompí una costilla como mínimo, sabes qué pienso. —¿Qué piensas?. —Tal vez la idea era robarme, pero se llevó mi coche para huir e ir al médico. —Ya te vi. —Adiós. Mi chofer se estaciona y veo a una Keres un tanto como lo diré, hecha un desastre, pero al mismo tiempo se ve perfecta, con el cabello hecho un desastre, sus mejillas rosadas y todo lo demás que tiene la hace un desastre maravilloso. —¡Hola Francis!.— dice alegre —Señorita Thompson. Se sube y se acuesta en mis piernas, mi chofer cierra la puerta y vuelve a su lugar, para después arrancar e irnos. —Te ves horrible— le digo quitando el cabello de su frente —Horriblemente hermosa. —Gracias que lindo— dice sonriendo —De nada ya sabes cuando se te ofrezca.— se ríe y siendo sincero yo tambien —Entonces aparte de las costillas que más. —A ver…— su cara cuando piensa es hermosa —Ya sabes soy buena con las navajas. —Aún no sana mi herida. —Estoy segura de que al menos unas heridas si tiene, evite puntos mortales, pero no se me asuste, pensé que tu hermano iba tras de mí. —No te preocupes, yo te protegeré. Se levanta y se recarga en mi hombro, me muevo y la rodeo con el brazo, desde que me confesó quien era en realidad, siento que me tiene más confianza, dice sus miedos, es otro lado distinto a la Keres loca. —Oh, oh, ¡Francis para!. —¿Ese es su coche señorita?. —Sí. —Creo que se está llevando a alguien— le digo En cuanto Francis, ¿Francis? ¿Qué pasa conmigo?. Cuando Manuel se para sale corriendo y la sigo de cercas. —No puede pasar señorita. —¡Aléjenla de mí!.— grita el hombre desde la camilla —¡Maldito idiota!— le grita Pongo la mano en su hombro y le digo que se calme. —Creo suponer que usted es la agresora. —Soy la víctima— dice con un tono serio —El hombre asalto a mi esposa y le quito su carro, justo el que está ahí— lo señalo —Puedo mostrarles mi papelería, incluso le puedo proporcionar una copia de la grabación, a pesar de que graba el camino, se puede apreciar cuando me intercepto, escuchar las voces. —Entiendo señorita… —Monroe, Keres Monroe— se escucha tan bien —Señorita Monroe, verificaremos los documentos ¿Puede acompañarnos a la comisaria?. —¿Por qué?— pregunto —Bueno, necesitaremos tomar su declaración para poner la denuncia de robo a pesar de que se encontró el vehículo, recomendamos que hable a su aseguradora, creo que no es posible que arranque, como verá… —Ese idiota de mierda destruyo mi regalo de bodas.— dice molesta Mierda que bien actúa, la admiro, pero tambien me da miedo, por la apuesta. —Su vocabulario. —¿Entonces?. —El hombre que le robo se está trasladando al hospital más cercano, por lo herido que está, pensamos que esa fue la causa por la que el vehículo quedo asi. Recomiendo que se preparen porque es posible que levante cargos por agresión. Se aleja un poco y comienza a decir cosas que no logro entender, saco mi tarjeta y se la entrego. —Mis abogados se encargarán de todo, cualquier cosa que no se pueda solucionar con ellos, este es mi número personal. No lo dejo decir algo, me doy la vuelta y nos subimos, para tomar camino. Keres comienza a hacer llamadas en el transcurso, la escucho maldecir ¿Cómo es que me encanta en cada estado de humor que tiene?.
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