Sorpresas.

1531 Words
Es guapo debo admitirlo y su figura me hace recordar a alguien que Ana conoció, solo es un recuerdo borroso, pero está ahí y que lo más seguro es que enredado entre la fiesta de máscaras y las vegas, esas dos me han salido caras, una más que otra y una más bella que otra. —A la estación de policía la principal por favor.— le digo al taxista —¿Sucede algo?— pregunta Elijah preocupado —Además de que estés aquí sí. —Te pregunto en serio. —Sí, sucede algo, pero aún no se bien que tan grave es. —¿Puedo ayudarte? Conozco a personas que pueden hacerlo. —Gracias. El transcurso es corto, lo bueno, es de noche y lo único que quiero es dormirme, pero primero tengo que solucionar esto y encontrar una forma de deshacerme de este hombre a mi lado. —Buenas noches.— le digo al oficial —Busco al detective Peñate. —Piso uno, en cuanto baja del elevador es la primera puerta que se ve. —Gracias. Camino al elevador con mi perrito faldero, bueno se siente bien es como tener un guardaespaldas que no deja de hablar tonterías. Nos bajamos de elevador y toco la primera puerta como dijo el policía. —Pase. —Busco al detective Peñate. —En que puedo ayudarles— mira a Elijah —Me pidieron que viniera— saco mi tarjeta —Soy Keres Thompson. —Ah, justo la persona que esperaba, gracias por venir tan rápido, tomen asiento. —Me comentaron que detuvieron la persona que invadió el departamento. —Asi es, lo que nos parece extraño es que nunca se dio cuenta de que alguien vivía ahí, en su declaración la detenida menciona que tiene dos años y medio viviendo. —Dos años y medio, interesante, deje ese departamento hace tres ¿Investigaron a la administración del edificio?. —Aún no— me contesta —Se está tardando— le digo —¿Disculpe?. —No lo disculpo— le digo —Pago el servicio de mantenimiento cada mes, además de uno para quien no vive ahí, desde hace tres años, si no me di cuenta es porque seguían cobrando esa tarifa y jamás avisaron que había alguien. La pregunta es esta detective ¿Hablar con la administración no es lo que debieron de hacer o investigar en un principio? Tiene como dos meses que se denunció. —Entiendo su molestia, pero. —Entonces no la entiende— dice Elijah —Si la entendiera no habría un pero. —¿Disculpe quien es usted?. —Elijah Monroe— le entrega una tarjeta —Esposo de Keres. —¿La detenida está aquí?.— le pregunto —Asi es. —Me gustaría hablar con ella, me es interesante preguntar como es que hizo todo esto. —Espere— pulsa un botón —Trae a la detenida del caso 13532. La puerta se abre, quiero ver quien tuvo la audacia de hacer algo asi, digo es una zona con mucha seguridad y lo hizo casi tres años. —¿Elijah?. Me levanto de inmediato de la silla cuando escucho aquella voz. —Keres. —Rosemary— le digo con sorpresa —¿Se conocen?— pregunta el detective —Si— le contesto —¿Cómo te enteraste? ¿Te mando Jason?— le pregunta a Elijah. —Retiro los cargos— le digo —Pero levantare cargos contra la administración del edificio. —No es posible, se tiene que seguir investigando. —Si no hay cargos no tiene por qué seguir detenida, quítenle las esposas de inmediato. El detective le hace una seña al policía y le quitan las esposas, la veo con ganas de correr conmigo o hacia Elijah, pero se detiene. —Estaré dos días aquí, si no se soluciona nada mis abogados se encargarán de lo demás. —Buenas noches.— le dice Elijah Agarro mi maleta junto con mi bolso y camino al elevador, están sucediendo muchas cosas, muchas Rose es la invasora, Elijah es mi esposo, ambos se conocen y yo ya sabia de él, siempre lo conocí como el idiota amigo de su hermano. Saco mi celular y le marco a Mila. —Keres dime que no hay problemas. —¿Por qué siempre piensas lo peor de mí?. —Porque las vegas, boda. Pero dime a que debo tu llamada. —Me quedare dos días ¿Te encargas de todo?. —Solo dos días Keres, tienes muchas cosas que hacer. —Lo se, estoy agotada, voy rumbo al departamento. —¿Conociste al acusado?. —Sí, es una larga historia, mañana te platico. —Pórtate bien, por favor Keres no quiero más… Le colgué, no soy una máquina de problemas a veces pienso que tiene un mal concepto de mí. Me bajo y ahora no parece que tengo un guardaespaldas sino dos, unos muy callados, como cambian las cosas. En cuanto entro a mi departamento me quito las zapatillas camino unos pasos y Rose me abraza. —Pensé que te había pasado algo ¿Por qué desapareciste asi? ¿Por qué nunca me llamaste? Estoy tan enojada, pero feliz de que estés bien. —Pasaron cosas que es mejor no recordar— le contesto —Las coincidencias son terriblemente aterradoras.— dice Elijah —Cierto. —¿Cómo supiste que estaba detenida?— le pregunta Rose a Elijah —No lo sabía. —Entonces. —Acompañe a mi esposa a solucionar un problema. —Estás bromeando ¿Verdad?. —No— le dice Elijah —¡Estás casado!— le grita Rose molesta —Está casado Keres y está enamorado de alguien. —¡Te dije que jamás hablaras de eso!— le grita a Rose —Chicos— les hablo, pero siguen discutiendo —Paren, paren— me ignoran y mi paciencia no da para más —¡Ya basta maldita sea! Me importa una mierda si está casado o ama a alguien, no quiero que me protejas, puedo sola. Ahora como soy amable se pueden quedar, pero si discuten otra vez se me largan a la mierda. Me voy a mi habitación, me quito mi ropa dejándola tirada por el piso, me doy un baño, saco una pijama de seda de la maleta y me tiro en la cama, donde inmediatamente me quedo dormida. Me giro y abrazo a alguien, deslizo mi mano y toco pechos, Rosemary, abro los ojos y sigue igual de hermosa, miento sigue más hermosa. —Buenas madrugadas— me susurra —Hola— le digo y acomodo un mechón de cabello que cubre su rostro —¿Qué haces despierta?. —No lo se ¿y tú?. —Toque unos pechos.— le susurro —Te extrañé. —Y yo a ti. —¿Por qué te fuiste? Desapareciste de la nada ¿Huías de alguien?. —Si— le confieso —¿Lo lograste?. —Sí. —¿Volverá a pasar?. —No, confió que todo acabo. —¿Por qué nunca llamaste?. —El día de la fiesta perdí mi celular quedo en algún lugar pisoteado en la pista de baile, después pasaron muchas cosas. —¿Terminaste de estudiar?. —No y tú. —Sí, fui la mejor de la generación, estoy segura de que si estuvieras habrías sido tú. —Eso lo dudo, tu arte es una maravilla, es real. —¿Puedo preguntarte algo?. —Lo que quieras. —¿Lo amas?. —Apenas me enteré ayer que estaba casada, hace unos meses cumplí 22 años. —Cierto. —Asi que festeje mi cumpleaños por veintidós días, viaje mucho, el último día fue en las vegas, el mero día de mi cumpleaños, recuerdo festejar, beber y después desperté dormida con alguien, supuse que era un prostituto le deje dinero y me fui. —¿En serio lo hiciste?— dice conteniendo la risa —Sí, no recuerdo casi nada de las vegas, se que mi último festejo fue en un table dance y pues sume dos más dos. —Y te dio cuatro.— me dice —No dejes que se enamore de ti, mantén tu distancia Kers, es un hombre con secretos peligrosos, es un hombre que ama a alguien y está casado, no por la ley, ni por la iglesia, está casado por algo peligroso. —Mis abogados se están encargando de eso.— la atraigo hacia mí —Te extrañé. —Y yo a ti Kers. Sus labios rozan los míos y me besa un beso dulce y puro, la culpabilidad me pesa. Se separa y comienza a bajar. —No.— la detengo —¿Por qué?. —Porque no quiero arruinar esto. —Yo si— susurro Bajo y sus besos fueron dulces, llegando a sentir cosas que jamás sentí por nadie más que por ella, su lengua me llevo a una montaña rusa entre el placer y el anhelo, sus dedos se curvaron tal como lo hizo mi espalda entregándome a ella. Sus labios me enviaron al cielo rápidamente haciéndome sentir como un ángel más de los que se encuentran ahí, en ese cielo que ella creó.
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