Perdiendo la razón.

1360 Words
Llego a mi departamento y comienzo a hacer llamadas, mirar la grabación de la cámara ¿Me habré pasado? Solo me defendí, me dio miedo que fuera alguien del lado de Elijah, soy una tonta, me pare a ayudar al hombre y termine en conflictos legales. Tambien recibí golpes, dioses cuando me amenazo solo entre en pánico y el miedo se apoderó de mí. Creo que necesito ir más a terapia, no puedo estar teniendo miedo de que… a quien engaño estoy hecha un desastre, un desastre horrible desde antes del secuestro, los sobres negros, la mudanza, la realidad de quien es Elijah, el accidente, el ataque, la tortura y el revelarle quien soy. Intente despejarme viajar, en el extranjero me sentía segura, pero no del todo, sentía que alguien me perseguía, puede ser paranoia, tal vez eso tuvo que ver con que le confesara que fui Ana. Elijah, el hombre que pago ocho punto cinco millones, el hombre que odie, pero no más que Cristal. Su confesión del porqué lo hizo y el que me quería dar, no se me hace pensar, ¡No se qué mierda me hace pensar!. Un día quiero matarlo, otro me gusta como me siento, la confianza que tengo de mostrarle a una Keres que solo muy pocos conocen, las ganas de quererme acostar con él, quiero someterlo a mí, que si le pido que mate por mí lo haga. Que sí le pido que muera lo haga, Elijah despierta instintos desconocidos para mí. Keres Thompson oficialmente estás perdiendo la razón, te estás convirtiendo loca, aún más de lo que estabas. El sonido del timbre me saca de mis pensamientos, me levanto de la cama y me envuelvo en una bata, no espero visitas de nadie, miro la pantalla y tiene que estarme jodiendo, es la confusión de mentes andante. —¿Qué haces aquí?. —¿Ya te había dicho que el Penthouse es mío?— dice entrando —No me interesa, ¿Quién te dio permiso de entrar?. —Traje comida. —¿Vino o Coca cola?.— le pregunto —Vino por favor. Confusión andante, sin duda alguna, una confusión que se mira extremadamente guapo con una playera blanca y pantalón n***o, no tan ajustado, pero puedo apreciar ese grande trasero que tiene, cuídate capitán América, Elijah Monroe tiene el mejor trasero de América. —¿Cuál es el verdadero motivo por el que estás aquí?. —Bueno— le toma al vino —Estaba preocupado, creo que fue una mala experiencia. —Lo fue, asi es siempre tu mundo. —¿Qué quieres decir?. —Estás en la mafia, tienes que estar con guardias, armado y con los cinco sentidos alertas porque no sabes cuando te puedan atacar, vivir con miedo constante de que no se te quieran matar. —Mi padre estaba en la mafia, solo sales muerto de ese mundo, un mundo horrible, me alejé de todo, comencé mi compañía con Jason y Alex de socios, Tabita es la cara de la organizacion, si claro de vez en cuando ayudo con algo, pero trato de estar lejos. —¿Entonces no tienes miedo?. —Siendo sincero Keres, deje de tener miedo hace mucho tiempo, se que nadie me atacara, el único idiota que se atreve es Alejandro. —¿Por qué no le das el negocio a él?. —Por qué aunque odie a mi padre, mi madre no me perdonaría si se lo diera, creo que su muerte seria en vano. —¿A qué le tienes miedo?.— le pregunto —Ahora mismo, tengo miedo de que te suceda algo, que te alejes de mí. —Es… —¿Cuál es tu miedo?.— me pregunta —Mi miedo es que puedan hacerle daño a las personas que amo, a morir y dejarlos sin mi protección, tengo miedo de que me ataquen otra vez, tengo miedo que descubran que fui Ana. —Puedo quitarte todos tus miedos, solo dime, pídeme que lo haga. —Tengo miedo a que cambies mi vida— lo miro —Otra vez, porque tengo una vida mil veces más estable que… los diecisiete años que fui Ana. —Tú cambiaste mi vida dos veces, cuando Ana existía y ahora en tu vida más estable.— toma mi mano —Y sabes cuál ha sido la que más me cambio— niego —Tú, Keres Thompson, tú cambiaste mi vida y mierda, quiero que lo sigas haciendo. —Tu vez a Ana en mí.— le digo —No, Ana murió cuando tenía diecisiete años— me dice —Cuando te conocí me cuestione miles de veces porque deje de pensar en ella, solo te pensaba, hacía cosas diferentes, ni siquiera me di cuenta del leve parecido que tenías con ella, si no miro la foto de ella. Keres eres un maremoto que atravesó mi vida. —Me confundes— le digo —Me confundes mucho, demasiado, joder me estoy volviendo loca. —Entonces Keres ¿Por qué no le haces frente a la locura?. —Frente a la locura— le digo —Tal vez eres tú el que hará frente. Me mira, sigue mirándome, una y otra vez. —Eres muy hermosa. —Vamos Elijah— le digo —Estamos siendo sinceros. —Me distraes, con tu cara toda hermosa, y mírate, con esa bata. —La verdad sí, soy una persona hermosa, sexi. —Me encanta tu humildad— dice riendo —Gracias a los dioses por darme esa virtud. —Creo que se equivocaron, te dieron mucha vanidad. —A ti te dieron exceso de idiotez— le digo —Tambien mal humor. —Tambien pendejez. —Grosera. —Idiota. —Bésame. Lo hago joder, me acerco y lo beso con tanta euforia que me sorprende, me levanta y me lleva al sillón. —Eres una maldita loca.— me dice mirándome —Y tú un psicópata de mierda. —Me encantas. Comenzamos a besarnos nuevamente, sus manos juegan con mi cuerpo, en un segundo le quito la camisa, siento el cuerpo ardiendo, pero no ardiendo bien, ardiendo mal, el aire me comienza a faltar y no es por los movimientos. —Elijah. —Mierda. Cada vez siento como me falta el aire, señalo el cajón y la vista se está volviendo borrosa, veo como pone la epinefrina en mi pierna, aunque el alivio no es inmediato, siento una gran mejora. —Debemos ir al médico ¿Llamo a una ambulancia?. —Dame un momento. ¿La comida tenía medicamento? Es imposible, no puede ser posible, ¿Por qué le pondría eso?. —¿Dónde compraste la comida?— me siento de golpe —Un guardia fue a comprarla ¿Eres alérgica a las almendras? ¿Segura que no quieres ir al médico?. —A lo único que soy alérgica es a una droga o medicamento depende como lo veas, es al Xinei. —Ok— dice —Ok, ok. Comienza a caminar de un lado a otro, la idea me aterroriza me querían matar, querían que tuviera un shock anafiláctico ¿Cómo mierda supieron de eso?. —Tabita— escucho que dice y volteo a verlo —Quiero que investigues el restaurante, ingresa a las cámaras, al guardia que trajo la comida quiero que lo tortures, intentaron matar a Keres. Me levanto con cuidado y voy a mi recámara, necesito recostarme, no, tengo que irme, a no, no Keres Thompson, Tabita no crio a una cobarde, yo no soy una maldita cobarde, ya basta de ponerte asi, basta de miedo y enfrenta las cosas como son. —¿Cómo te sientes?— se sienta en la cama —Haz una maleta, no puedo dejarte sola, iras a mi casa… —Ok. —¿Ok?. —Dame un momento. Me levanto, hago una maleta con un poco de todo, a veces para poder estar a salvo tienes que estar enfrente de todos, en un lugar que parezca fácil de acceder, pero que esté listo para un ataque. Y la mansión Monroe es ese lugar, me intentan matar, yo los casare a ellos, a esos malditos hijos de puta.
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