Confecciones y algo más.

1700 Words
Elijah me ayuda a bajarme y le entrega mi maleta a una trabajadora, me suelto de su agarre cuando entro a su casa, lo volteo a ver y me hace una seña para que lo siga, quiero ver a ese infeliz de mierda que casi me lleva a otro universo. —Tabita. —Señor Monroe. —¿Descubriste algo?. Término de bajar el último escalón y lo veo encadenado, colgando exactamente como yo estaba hace unas semanas, salvo que no tiene golpes, ni está por morirse de hipotermia. —Se niega a hablar y bueno creo que es mejor que se encargue. —Excelente, siempre sabes lo que quiero— le contesta Elijah —¿Qué paso con el restaurante?.— le pregunto —Keres— me dice Tabita ocultando una sonrisa —No saben nada, vimos las grabaciones y no, sin embargo. Agarra el control y prende lo que creo es una pantalla. —Aquí le entregan la comida, camina unos pasos y alguien le da algo, creemos que la comida estaba bien hasta que… —Puedes acercar la imagen, quiero ver el sobre. —Claro— lo hace —Investigamos al respecto, pero no encuentre información al respecto. —¿Estamos seguros de que son por parte de Alejandro?. —Asi es señor Monroe. Me doy la vuelta molesta, agarro una navaja y se la pongo en el cuello con fuerza. —Casi muero por tu culpa. —¡Yo no se nada señor Monroe!.— grita de inmediato cuando le quito la mordaza —Estoy hablándote, no él, ni Tabita. —No se nada, solo pase por la comida. —Entonces yo solo pasare— deslizo la navaja —Esto desde tu cuello hasta… —¡No se nada!— dice moviéndose —¡Lo juro no se nada!. —Déjame intentarlo… —Puedo con él— le digo a Elijah Esos malditos sobres con imágenes horribles, esas imágenes que permanecen grabadas. —¿Cómo te contactaron?— le digo poniendo la navaja cercas de su ojo —¿Ya trabajabas desde antes o te ofrecieron un trabajo con mas dinero?. —Lo juro… —¡Por los dioses! Habla, de cualquier manera terminarás muriendo, te descubrieron, no me mataste, y no tengo buena paciencia, por lo que no necesitaras tu ojo. Comienzo cortando por la esquina y sus gritos son hermosos para mí, se que solo es un mensajero o una cosa asi, pero él puso la droga, él sabía para qué era. Una vez que tengo el suficiente espacio meto un dedo y siento lo gelatinoso que es el globo ocular. —Aún tienes oportunidad, será mas doloroso cuando entre otro dedo. —¡Por favor!— grita —¡No se nada!— introduzco otro dedo haciendo mas presión —¡Está bien! ¡Está bien, para! ¡Para!. —Es interesante aún puedes llorar— le digo fascinada —Entonces… —No se nada de Alejandro, solo me ofrecieron dinero, lo juro, me ofrecieron un millón si solo ponía eso en la comida. —Interesante— le digo —Si hubieras hablado, tal vez te hubiera dado 2 o 3, amo mi vida. Lo apuñalo en el brazo, mas bien en el hombro, necesitaba un lugar en donde ponerlo y aún no supero mi segundo o tercer intento de muerte. —Termine, me siento satisfecha.— me giro a verlos —¿Segura? No quieres seguir no se quitarle el ojo completo. —¿Puedo?— le pregunto emocionada —Estaba siendo sarcástico Keres. —Ya decía yo. —Tabita, encárgate de él, Keres tuvo las respuestas que quería, pero se que tienes otras preguntas. Miro a Tabita y puedo notar su sonrisa oculta, esa Tabita disfruta su trabajo no me queda duda, si en el tiempo que tuve me enseño unas cosas y disfrutaba como matar. —¿Cómo sabes torturar?.— pregunta mientras subimos los escalones —¿No es conocimiento general?. —No, no es que en primaria te enseñen a eso. Un grito de sorpresa nos hace darnos la vuelta, oh sorpresa. —¡Ana!.— dice aquella joven Que en cuanto siente la mirada de Elijah baja la cabeza. —Lo siento señor, no debí gritar, es solo que ver a mi hermana… —¿Quién es tu hermana?— pregunto y no contesta —Señor. Salen otras dos mujeres haciendo lo mismo, cabeza gacha, interesante, interesante, miro a Elijah y ese hombre está pálido. —¿Me estás engañando?— le pregunto afligida —Keres puedo explicarlo. —Hiciste que le sacara el ojo a tu guardia y me engañas no con una, sino con tres. —¿De qué estás hablando?.— se acerca a quererme agarrar —¡No!— digo con drama —¡Quiero que te largues de mi casa!. —¿Qué estás?— le sonrió —Oh no. —¡Dije largo! Soporte tus fetiches, aprendí a hacer nudos por ti— se acerca y retrocedo —Me engañas aun cuando te amarraba a la cama o cuando te ponía en cuatro y relinchabas. —Ven para acá.— corro —Te contestaba cuando decías quien es tu potro. —¡Que vengas para acá carajo!. —De tonta te contestaba que eras tú.— dioses no soporto la risa —Soporte cuando te pusiste esa máscara de caballo y te pusiste cola. Me agarra y me tapa la boca, dioses como puedo me suelto riendo mientras soy arrastrada escaleras arriba, en cuanto me mete a la habitación me suelto y rio, joder como me rio. —¡Estás loca!.— me dice molesto —Relincha— le digo riendo —Anda, tu jinete te lo pide. —Keres no estoy jugando. —No me obligues a usar la fusta— lo amenazo —¿Cómo mierda se te ocurre decir tanta tontería?. —Pues… —No me digas— se acerca a mí —¿Dime esto tiene que ver con la apuesta?. —Verás querido— comiendo a desabotonar su camisa —¿Son tus sumisas?. —¿Por qué estás celosa?. —Sí. —¿En serio?. —Estoy celosa de no ser tan sumisa como ellas, mírame soy una dominante. —Eres un dolor de cabeza— me empuja con el dedo a la cama y se pone sobre mí. —Un maldito dolor de cabeza que me encanta. —Los dolores de cabeza no son buenos, si son constantes deberías de ir a un neurólogo, tengo una… —Amiga que es muy buena— termina de decir —Exacto, la mejor.— me doy la vuelta y me pongo sobre él —No solo en su trabajo, cuando baja y hace… El sonido de la puerta me interrumpe y Elijah dice algo que no entiendo, creo que le dijo que se abriera la puerta o una cosa asi, porque oh sorpresa aquí hay dos personas mirando sorprendidas. —Jefe. —Cristal— le dice Elijah —¿Qué quieres?. —Ana. —¿Por qué me siguen diciendo Ana?.— le digo mientras me bajo de su regazo —Keres Thompson.— les digo —Asi es mi nombre, mis padres se esforzaron mucho para ponerme ese hermoso nombre. —¿Qué quieren?— le dice Elijah molesto Camino por la habitación mirando cada cosa. —Mi hija, digo Michelle. —Asi que es tu hija— dice Elijah —¡Lo siento señor es mi culpa!.— entra y se pone de rodillas —Le dije a mi madre que no dijera nada. —¿Entonces sabias quien era cuando nos conocimos?. —No señor. En cuanto dice eso tiro una vela. —Me di cuenta quien era cuando mire a mi madre, señor.— me voltea a ver —Le pedí a mi madre que lo ocultara, no me quiero ir de su lado, mi señor. —Perdónala Elijah— le digo y lo abrazo —Ella no tiene la culpa que seas idiota, mírala está de rodillas, tú sabes cuanto cansa estar asi. —¡Largo!— le dice —Señor. —No te irás, largo— le dice En cuanto sale lo dejo de abrazar, maldito idiota. —Me gustaría, realmente me gustaría que cuando esté con mi personal no me hables asi. —¿Te avergüenzas de mí?. —No, pero… —¿Cuándo empezó a trabajar para ti?. —Como unos meses después de que desapareció Ana. —Interesante, Elijah creo que te pusieron una trampa, pero en fin tengo que decirte algo. —¿Qué paso?. —Ese sobre, el sobre n***o es igual al que me envían, lo reconozco por el patrón y el sello. —¿Qué cosas te envían? ¿Desde cuándo?. —Un año, tal vez dos o menos, el último me llego cuando… —Fui a tu oficina por primera vez. —Sí, a veces son amenazas, otras son fotografías de personas muertas, niños, hombres, mujeres, que murieron de forma violenta. —¿Aun las conservas?. —No, al principio fui a la policía, pero dijeron que no era nada malo que tal vez querían asustarme o un ex amante.— me molesta de solo recordar —Insistí que buscaran mas, lo hicieron, pero en las fotografías dijo que estaban retocadas, que eran falsas. A mí me parecen muy reales, en fin lo que llega lo vacío a la trituradora. —Es raro, me parece complicado que sean las mismas personas, estoy seguro de que Alejandro te conoció por las vegas no antes. —Es lo que digo, no se tal vez, espera tiene sentido. —¿Qué?. —Y si, el sobre y ese sello es una organizacion, como una paquetería pero especial. —Tiene sentido, asi el remitente queda protegido como una paquetería fantasma. —Es por eso que el idiota no sabía con quién se iba a encontrar ¡Dioses, soy una maldita genio!. —Estoy mas que de acuerdo. —Dile a Tabita que investigue eso o a alguno de tus trabajadores. Me dice que si y sale de la habitación, ese hombre está cada día mas a mis pies.
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