Secuestro.

1590 Words
—Despierta, ¡Keres despierta!. Quería hacerlo joder, pero me pesaban los párpados, me sentía mal, terriblemente mal. —¡Maldita sea Keres despierta!. Eso trato. —¡Vas a morir si no despiertas! ¡Por favor, por favor!. No puedo morir, no puedo, me necesitan, me necesito, no, no, no. —Eso, abre los ojos lento. Abro los ojos concentrando toda mi fuerza en eso, miro medio borroso, tengo que parpadear varias veces para que la vista se me aclare, me intento mover y duele, duele mucho, pero eso no es lo que me asusta. —No toco el piso— digo con temor —¿Por qué?. —Se que es difícil… Miro a donde está y grito, levanto la vista y estoy igual que él, con las manos sobre la cabeza encadenada y mis pies muy apenas rozan el piso. —Escucha, es difícil, pero tienes que controlarte, mírame, tuvimos un accidente, nos atacaron, fuimos secuestrados, te prometo que te sacare de esto, pero por favor te lo pido, necesito que estés consciente, no puedes dormir. Escucho unos aplausos y a este punto estoy más que muerta de miedo, porque no quiero morir. —La nueva señora Monroe despertó. —¡Déjala en paz!— grita Elijah Veo como se acercan y lo golpean, concéntrate Keres, haz las preguntas indicadas, averigua qué pasa, recuerda tu entrenamiento, tienes que vivir ellos te necesitan. —¿Quién eres?— pregunto —Debo confesar que me sorprendió, le fuiste infiel a mi querido hermano.— ¿hermano?. —Se nota que lo idiota viene de familia. —¿Escucharon?— dice riéndose —Eres una gatita con garras. Los gritos de Elijah me vuelven loca, pero me vuelve más cuando estos callaron ¿Lo mataron?. —¿Está muerto?— pregunta enojado —Solo inconsciente. —¿Qué mierda quieres conmigo?. —Te investigué sabes— rodea mi cuerpo mirándome —Y fue interesante. —Y. —Mi hermano tuvo una debilidad, solo una en su maldita vida. —Vaya que te gusta hablar. —Se llamaba Ana— me quejo cuando me empuja y me balanceo de un lado a otro —Tienes bonito cuerpo. —¡Jódete!.— le grito —Calma gatita. —Gata tu madre hijo de…— me calla con un golpe —Te matare si vuelves a mencionar a mi madre— dice apretándome la barbilla —Deja de llamarme gatita pendejo de mierda. —Me encantas— dice riéndose —Tan diferente a Ana, debo felicitar a mi hermanito porque eligió a una buena potra. Se que está mal y no es el jodido momento, pero me suelto riendo, no debería de hacerlo, tal vez este al borde de la locura. —Tienes un maldito problema con los animales. Me lanza una cubeta de agua helada, que me hiela hasta los huesos. —Ana no sobrevivió un día ¿Sobrevivirás más?. —¿Por qué estoy aquí? ¿Quién mierda es Ana?. —Ana era la joven de la que se enamoró Elijah— me dice —Se volvió su debilidad y me gusta cuando alguien tiene una, porque asi puedo aplastarlo, lo hice, pero no funciono. —Qué sorpresa.— le digo titiritando de frío. —Asi que espere y espere hasta que apareció una nueva, su esposa, que al parecer lo engaña con muchas personas, vaya que tienes una lista. —¿Cómo mierda voy a ser su debilidad? Lo conozco a lo mucho dos días. —Verás Keres, cuando mi hermanito te dio esta cadena— la jala de mi cuello —Te convertiste en su nueva debilidad, asi que pienso usarte para tener todo lo que me corresponde. —Ja, estás tan mal de la cabeza, conozco…— cachetada —Una buena— cachetada —Neuróloga, te puede…— golpe —Ayudar. —Vaya que no te callas. —Lo mismo opino hijo de puta. —Otra cubeta, por favor, la gatita necesita bañarse y alguien puede despertar a Elijah no es divertido si no mira. —¡Hijo de puta!— grito cuando me lanzan el agua —Te voy a matar con mis propias manos. Me arrastra hasta quedar cerca de Elijah y parte del agua me salpica, siento que estoy a punto de una hipotermia. —¡Despertaste!— le dice su hermano —¿¡Qué mierda le hiciste!?— grita furioso cuando me mira —¡Te voy a matar Alejandro!. —Bla, bla, bla.— se ríe el hermano —Tu gatita tiene carácter— le dice —Insisto— tiemblo del frío —Tienes un jodido problema con los animales. En este punto, yo no se nada, el frío me está provocando sueño y joder es malo, no se cuanto tiempo paso asi, veo golpes, después nada, estoy en un estado que cuando me doy cuenta de que estoy inconsciente me despierto, pero es dura la lucha. —Keres. Keres. Keres. Un golpe me mueve haciéndome despertar. —Lo siento por eso. —Jódete— digo muy apenas —Se fueron, debemos de aprovechar y escapar. —Entiendo. —Keres joder, reacciona. ¡Reacciona!. ¡¡Reacciona!!. ¡¡¡REACCIONA!!!. Visualizo a mi alrededor, no tengo ni idea de como salir de estas malditas cadenas. —Como. —Vigila. —Ok. Miro a mi alrededor y no miro nada, volteo a ver a Elijah, mierda creo que se rompió algo, pero joder tiene una mano libre. Me suelto riendo, cuando lo miro caer al piso, si me estoy volviendo loca. —Lo siento no se que me pasa. —Estas…— hace algo que truena con su mano —Alucinando.— me agarra —Te voy a soltar, uno— ahogo un grito —Dos… tres. —Hijo de perra— digo al mismo tiempo que él dice tres. Me pone en el piso y nos miró a los dos, no se como podemos estar de pie, pero ante todo estamos superando las expectativas, debería estar muriendo de hipotermia. —No siento mis manos. —Vamos a salir de aquí, quédate detrás de mí. Avanza más rápido de lo que puedo caminar, me cuesta seguirle el paso, un hombre me mira, miro que Elijah está escondido y cuando lo veo venir, es como si tuviera una inyección de adrenalina, corriendo por mis venas. Me quedo parada sonriendo justo cuando está por acercarse a mí, Elijah lo embiste comenzando una pelea. Me quedo ida mirándolos, se ve atractivo, ¡Mierda Keres reacciona!. Corro y agarro una varilla y juro que los dioses están conmigo ayudándome, le doy un golpe en la cabeza y Elijah aprovecha la distracción, le quita su arma y le dispara. —Tenemos segundos antes de que lleguen los demás, ya debieron escuchar el balazo— me dice mientras busca más armas. —Dame su suéter. —No hay tiempo. —Cúbreme. Me agacho y dice no se cosas, lo dejo lidiar con los demás, le quito el suéter y me lo pongo, el calor lo siento de inmediato, encuentro una navaja y bueno, varilla y navaja sí. Me uno a la pelea, antes que Elijah termine muerto, golpeo a uno detrás de las rodillas haciéndolo caer, le agarro del cuello y corto su carótida. —Sabes manejar armas.— me da una Elijah —Todo esto es tu culpa.— le quito el seguro y le doy a uno —Yo solo quería comer. —Agáchate.— lo hago y dispara —No es que haya planeado esto. —Quería— me subo a la espalda de un tipo y le doy con la navaja muchas veces, muchas —Comer. —Prometo un banquete.— le dan un golpe fuerte —Gracias— le digo al tipo —Me siento— una bala me roza la pierna —¡Mierda!. —Karma— dice matando al tipo. —Maldito psicópata— lleno de balas descargando mi ira —El señor Smith no hubiera dicho eso. Una explosión calla la respuesta de Elijah y entra casi un ejército. —Llegaron— me dice Elijah —Lamentamos la demora.— le dicen —¿Tenemos el edificio asegurado?— pregunta Elijah mientras me ayuda a caminar —¿Atraparon a mí… a Alejandro?. —Señor Monroe. Levanto la vista y las piernas me fallan haciendo que Elijah pierda el equilibrio. —¿Estás bien?. —No.— le digo conteniendo las ganas de llorar —Ok.— intenta levantarme —El médico está en la casa esperando. —Escuchaste, no falta mucho.— me dice Camino, cojeando, pero lo hago, yo no se si soy el bastón de Elijah o él es el mío, pero entre los dos se hace uno y caminamos como podemos hasta su camioneta, miro los cuerpos y en vez de sentirme mal, me da rabia no haber sido yo que lo mataran. —Estás seria. —Casi muero idiota. —Pues parecía que te daba gracia, porque no dejabas de reír. —Sabes— le encajo la navaja —¡Bajen las malditas armas!.— grita con una mezcla de dolor —Todo esto paso por tu maldita culpa, paren me bajo aquí. —Sigan. —¡Que paren!— grito —Estás herida joder. —Me bajas o termina en tu garganta.— lo miro —Además está cerca de mi casa. Hace una seña y me bajo, apenas puedo caminar, pero ni mierda me voy con él, no quiero verlo más, no quiero.
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