Otro ascensor, rostros que ya había visto pero un aire distinto. Miró sus zapatos que había limpiado con mucho esmero antes de salir de casa. Pronto sería el cumpleaños de su madre, quién quería que ella le hiciera una visita en fin de semana. Pero lo veía muy ajustado. Tendría que salir el viernes en la tarde, luego del trabajo, regresar el domingo en la tarde. Era mucho ajetreo para la pequeña Eva, tomar tres horas de vuelo solo para volver en dos días. Ahora sus ingresos le habían alcanzado muy bien. La subida de sueldo de esos dos meses le sirvió para ahorrar un buen poco, ahora volvía a su sueldo normal, que tampoco estaba mal. Podía darse el lujo de visitar a su madre en fin de semana, lo que no le gustaba era que fuera en un tiempo tan reducido, pero ya se lo iba a pensar. Traba