—¡ALISON MARÍA PHELPS! — le gritó Mery cuando Pete la llevó de regreso al resort a salvo.
—No recuerdo tener un segundo nombre — replicó Alison sonriendo y abrazando a su amiga — No entiendo porque “María”. Siento que no me queda.
—No interesa. Me gusta. Te eché de menos. Me tenías tan preocupada por dios. — luego comenzó a darle golpecitos en el brazo a Alison repetidamente — ¡Desapareciste como si nada! ¡Cómo pudiste! Me matarás del susto algún día, mujer.
Alison sonrió. Estaba complacida de que su mejor amiga estuviese tan preocupada por ella.
—Ven, entremos y hablemos de eso entonces. — le dijo empujando a su amiga dentro de su habitación y luego se volteó hacia Peter: — ¿Por qué no regresas a tu habitación primero? Yo luego te alcanzo.
—¿Estás loca? No te dejaré fuera de mi vista hasta nuevo aviso. Esperaré aquí afuera hasta que acaben.
A Alison le pareció gracioso y tierno pero se calló, y simplemente entró a la habitación de su amiga y cerró la puerta. Dentro Alison estaba decidida a contarle absolutamente todo Mery, eso incluía la charla de semidioses y legados y todos los problemas que eso traía. Lo pensó dos veces, pero lo mejor sí era que estuviera advertida de lo que sucede y las cosas que le pasaron en las últimas 24 horas. Mery estuvo muy sorprendida y al principio no creía nada de lo que Alison le contaba, pero cuando Alison le hizo la demostración de cambiar el agua a vino Mery creyó cada palabra además de llamarla mesías. Al final todo resultó bien, Mery la apoyo y ahora era consciente de quién era realmente Alison y su complicada situación.
Luego de algunas pláticas y chismes del Refugio, Alison pasó a despedirse de su amiga y salió de la habitación con energía restaurada. Peter la estaba esperando apoyado contra la pared del corredor y se la llevó a descansar también.
—Entonces… ¿le contaste todo?
—Por supuesto. Creo que merece saberlo… También hay algo que me preocupa ¿sabes? Siento que algo no me cuadra.
—¿Y qué podría ser?
—En su habitación encontré una foto de Mery y su familia… su padre se me hace extrañamente familiar.
—Debe ser un rostro conocido.
—No. Estoy casi segura de que es el rostro de Hermes.
—¿Hermes? — Peter abrió los ojos como platos — ¿El mismo Hermes que conocemos?
—Sí. Te lo digo. Algo no me cuadra. ¿Y si Mery es hija de Hermes?
—Debes estar confundida. Uno de cada ocho millones es un semidios ¿en serio crees que podría existir otro semidios en la misma ciudad que la tuya? Es poco probable.
—Lo mismo pensé… Quizá tengas razón y estoy viendo cosas donde no las hay pero si lo es… entonces tendría que protegerla.
—No hay indicios de que sea una semidiosa. Quizá debas preguntarle tu misma a Hermes, lo que me lleva al otro tema. ¿Ya decidiste si regresarás?
—Sí… La ciudad ha estado peligrosa en los últimos años y creo que no me vendría mal ver a mi padre una vez más. Casi morir te hace ver las cosas desde otra perspectiva. — ella comenzó a reírse pero en realidad aún estaba temerosa — Pero aún no puedo irme.
—¿Qué? — Peter entró en shock, no esperaba eso — Me dijiste--
—Lo sé. Iré. Pero no ahora. Tenemos un evento gigante que se acerca y el equipo tiene que participar. No puedo fallarles a ellos tampoco.
—Entonces está decidido. Me quedaré contigo hasta que acabe el torneo y regresaremos juntos.
—No puedes. El torneo durará meses y será al otro lado del país. Además… bueno… Anell te está esperando en el Refugio. Tienes que volver.
—Alison.
—No. Olvida lo que pasó en la cueva. Solo fue cosa del momento así que por favor… solo regresa ¿sí?
—No digas eso. Ni siquiera pienses en botarme. No puedes hacerme eso y menos cuando ya me enamoré de ti.
Alison quería explotar. No espera que Peter dijera palabras tan cursis como esas. La había dejado conmovida y sin palabras una vez más.
—No digas tonterías. — fue lo único que pudo articular — Sé muy bien que eso no es así.
—Es la verdad. Lo digo en serio. Me gustas Alison Phelps.
—Ya basta…
—No. No voy a parar hasta que aceptes mis sentimientos y los tuyos.
—¡No! Anell--
—Yo y Annie no hemos estado en buenos términos por mucho tiempo. Mis sentimientos han cambiado. Me he enamorado de ti. Te quiero a ti. ¿Es tan difícil de entender?
—¿Por qué? No tiene sentido. Te he tratado mal y no soy la mejor persona.
—Al. No importa si eres la mejor persona o no. Eres la persona más humana que conozco. Eres terca pero es por una buena razón. Eres dura pero también protectora y bondadosa. Eres gentil y me encantas. No todo es malo como crees. Me gustas. ¿Por qué no puedes aceptar que yo también te gusto?
—Porque… porque… ¡Basta! No trates de venderme esa idea del amor. Solo es pasajero y ya.
—¡Alison! Mis sentimientos por ti son fuertes. Incluso si tu no tienes la confianza de que durará, yo sí la tengo y es suficiente para los dos. Me gustas y eso no va a cambiar. Solo dime que me quieres.
Peter tomó la mano de Alison con desesperación y ella se derritió por completo. Incluso si el amor era una mentira o algo vago, ella elegía creer, aunque sea efímero, prefería pasar ese tiempo a su lado.
—Me gustas… — murmuró ella con su rostro sonrojado.
Él sonrió tiernamente y la abrazó.
—Aparentas ser tan mala pero por dentro solo serás una cosita adorable y vulnerable. Eres tan tierna. Me gustas mucho. — él se acercó peligrosamente a su rostro pero ella lo apartó rápidamente.
—Atrás, Jensen, atrás.
—Oh vamos. Solo es un besito. Solo uno.
—¡No! Está mal. Tú aún estás saliendo con Anell. No me molestes.
—Eso se puede arreglar. Ven al Refugio conmigo, entonces terminaré con ella y podremos salir juntos oficialmente.
—Ya te dije que no puedo irme. Regresa al Refugio. Iré cuando llegue el invierno.
—Pero--
—Sin “peros”. Hablaré con mi padre y le diré que estás de camino allá. Le explicarás porqué me quedaré aquí hasta el invierno.
A Peter no le gustó la idea, pero sonrió. Haría cualquier cosa que ella le pidiese.
—Está bien, pero tienes que darme algo a cambio.
—Pero si fuiste tú el interesado en que vuelva al Refugio en primer lugar. Ya lo lograste ¿no? ¿Por qué tendría que darte algo a cambio?
—Se suponía que regresarías conmigo en verano. Ahora que te quedas, me tienes que dar algo para sobornarme.
—No me parece justo pero cederé. ¿Qué deseas?
—Un beso.
El rostro de Alison se encendió nuevamente. ¿Por qué tenía que pedirle algo como eso que solo la pone nerviosa? Era simple, a Peter le gustaba la expresión que ponía. Así él se acercó a su rostro y suavemente besó sus labios.
—Trato cerrado. Regresemos. Mañana iré mi maleta en casa.
*
—¿Segura que estarás bien sin mí? — le dijo Peter a Alison cuando el bus con destino a Nueva York estaba por salir — Podrían salir monstruos o Tritón podría volver...
—Estaré bien, son solo unos meses. Ya veré como le hago con mi madre para regresar al Refugio.
—Bien... Pero más te vale volver para el invierno; si no vendré por ti y te secuestraré.
—Primero te mato antes de dejarme secuestrar otra vez.
—¡Pasajeros con destino a New York abordar el bus!
—Es hora. — dijo ella muy feliz.
—Sí, nos vemos. — él estaba a punto de subir al bus, pero volvió a bajar — Me olvidé de algo.
—¿Qué te olvidaste ahora? Si son tus gafas de sol...
—De esto. — Peter le robó un beso rápidamente.
—Deja de hacerlo. Si quieres un beso solo pídelo.
—Está bien, lo tendré en cuenta para cuando nos veamos otra vez.
Él revolvió sus cabellos y subió al bus. El bus se perdió de vista y ella volvió a casa con su madre y su hermana. ¿Qué era lo que haría a continuación? ¿Instruirle a su hermana sobre cómo ser responsable? ¿Hacerle una oración a Hécate para que le heche un vistazo a su madre cuando este en el Refugio? ¿Cuánto tiempo se quedaría con su padre? Tenía miles de preocupaciones en ese momento pero Izanami ya no era una de ellas y eso era quitarle un gran peso de encima. En fin, aún tenía tiempo para poner en orden todo antes de partir.
Mientras Alison divagaba sobre cómo solucionar sus problemas, Peter mismo estaba debatiendo consigo mismo sobre qué le diría a Dionisio cuando lo viese.
"Ehh... Señor, fui con Alison. Nos divertimos y adivine qué, volverá al Refugio en invierno voluntariamente. ¿No eso magnífico? ¿Acaso no hice un excelente trabajo? Ah y una cosa más, estoy enamorado de su hija. Ahora iré a terminar con Anell. Adióóósss."
Sí, eso tal vez podría funcionar... o tal vez no... bueno, eso lo resolvería al llegar al Refugio. Las cosas se solucionaban así de fácil para él. Él sonrió victorioso y luego se quedó dormido al pensar en lo mucho que se había divertido con Alison en New Jersey.
"Creo que la vamos a pasar muy bien juntos en el Refugio."