Capítulo 18

2485 Words
—NI SIQUIERA VIVIRÁS para contarlo. Por un segundo la mente de Peter se quedó en blanco. Había visto cosas espantosas en su vida como la vez en la que tuvo que ayudar a nacer a su primo en casa o cuando su mejor amigo Jason Thunder atravesó con una lanza a un monstruo chupasangre y sus entrañas quedaron por todos lados, pero esto era otro nivel de espantosidad. Un esqueleto móvil con pedazos de piel en descomposición y hedor de putrefacción estaba fuera de su liga. Dio un paso atrás instintivamente, pero recordando que cada segundo que pasaba Alison era rehén de su medio hermano apretó con fuerza su espada y se lanzó en contra de Izanami/esqueleto. Si no puedes controlar tu miedo, no cedas ante él y no caigas sin dar pelea. Con un grito de ultratumba y antes de que la espada pudiera siquiera tocarla, el brazo de Izanami creció al doble de su tamaño y apartó a Peter de su camino con increíble fuerza. La espalda del héroe se estrelló contra la rocosa y húmeda pared, y cayó al borde del tanque de agua que contenía a Alison. Por su cabeza solo pasó un único pensamiento: Romper el tanque, sacar a Alison y huir de ahí. Normalmente pelearía hasta morirse o matar a su enemigo, pero estaba en un lugar cerrado y el enemigo tenía una ventaja abrumadora al tenerla de rehén. Solo tenía que rescatarla y huir esta vez. —¿Crees que no sé lo que estás pensando? — Tritón lo veía desde el otro lado de la cueva con una sonrisa de satisfacción y brazos cruzados — Siempre tratando de verte como un héroe ¿no es así, hermano? Una espada común y corriente no podrá atravesar ese tanque, niño. Peter puso una mano sobre el tanque para ayudarse a levantar, pero Izanami cargó hacia el frente y él tuvo que esquivarla corriendo para otro lado cada vez alejándose más de Alison. Izanami era muy rápida, como un animal feroz y hambriento y como tal se acercaba a Peter amenazadoramente con sus dientes afilados. Peter solo podía seguir retrocediendo hasta que eventualmente chocó con una pared. Esperó a que ella se lanzase contra el nuevamente y entonces se movió para que ella se estrellara contra la pared rocosa lo que le dio tiempo para replantear que hacer. A lo largo de los últimos cinco años había aprendido muchas técnicas de combate de sus amigos romanos, pero a Peter no se le daba pensar en planes durante la batalla. Sin embargo, ahora se encontraba en una encrucijada y tal vez detenerse a pensar podría ayudarle un poco. Analizó la salida que era única y estaba bloqueada por el musculoso y vanidoso Tritón, también estaban las paredes que podría simplemente derribar, pero podría en riesgo a Alison y en un lugar acuático al 100% no podría hacerle frente a Tritón. No podía hacer otra cosa más que pelear de frente. Como dice su Jason, su mejor amigo romano: “La mejor defensa es un buen ataque”. Más seguro de sí, apretó fuertemente el mango de su espada y corrió en dirección a Izanami que se estaba levantando de entre algunos escombros de roca. Izanami lanzó un gran manotazo pero Peter pudo esquivarlo inclinándose hacia atrás y asestó entre las costillas, pero la espada se trabó ahí y eso le causó más gracia a Izanami que dolor. Furioso, Peter le dio una patada en el tórax y la empujó, consiguiendo sacar su espada. Claramente molesta y furiosa, Izanami se lanzó contra Peter otra vez intentando morderlo o arrancarle el brazo con sus dientes haciendo que Peter huyera otra vez hacia la pared. Por fortuna logro hacer que Izanami se estrellara contra la pared una segunda vez, pero estaba seguro de que una tercera sería imposible. La pared comenzó a rajarse por el estrepitoso golpe y apareció una g****a en el techo que se extendió a lo largo de la cueva. Un pedazo del techo cayó y un rayo de luz que entró tocó el brazo izquierdo de Izanami quien retrocedió dando un grito y mirándose la zona afectada que ahora estaba humeando amenazadoramente. A Peter se le ocurrió una brillante idea. Corrió hacia la pared de la cueva que estaba débil ahora y clavó su espada en ella con toda la fuerza que le quedaba. Entre más profundo entrara su espada, mejor resultaría su plan. —¿Qué crees que haces, mocoso? — la voz media temblorosa de Izanami resonó desde las sombras mientras veía como Peter atoraba su espada en la pared — ¡Te ordeno que te detengas! ¡DETENTE! —No te obedezco a ti, perra. Peter le dio una patada a la empuñadura de su espada y pronto el piso comenzó a retumbar. La g****a que surcaba el techo comenzó a ensancharse más y más, y las primeras piedras comenzaron a caer. —¡Haz que pare! ¡TRITÓN! Los rayos del sol comenzaron a abrirse paso por todos lados arrinconando a Izanami hasta un rincón de la cueva. Peter no tuvo que hacer nada. Las cosas ya se habían desencadenado. El techo colapsó y de golpe se desprendió todo inundando la habitación de agua y luz que ,tal y como Peter predijo, cayó sobre el cuerpo entero de Izanami. —¡TE MALDIGO, PETER JENSEN! ¿CÓMO TE ATREVES A HACERME ALGO COMO ESTO, TÚ SABANDIJA GRIEGA? El cuerpo de Izanami no dejaba de humear. La piel podrida comenzó a desprenderse de los huesos y caer calcinada al piso. Aullidos de dolor agonizante resonaron por todos lados. Izanami se prendió en fuego n***o y desapareció en un humo gris dejando atrás tiras y parches de piel calcinada en el suelo además del kimono que antes usaba. Peter no notó cuando todo el lugar había quedado sumergido por completo en el agua, había estado tan concentrado en como se esfumaba Izanami que dejó pasar ese detalle por completo. La respiración no era un problema así que por supuesto que no lo notó, pero alguien sí lo hizo y ese era Tritón. Tritón pasó por el lado de Peter nadando a la velocidad de un torpedo haciendo que este fuera empujado por la presión a un lado. Tritón se posicionó frente al tanque de agua que ahora flotaba y puso su mano sobre el cristal. —Supongo que ahora le tomará unos cuantos siglos curarse antes de volver aquí. Le dije que no subestimara las locuras que haces de vez en cuando. ¿Qué no vez que su preciada amiga no podrá resistir mucho tiempo a esta presión? Siempre supe que no eras tan inteligente, pero al menos deberías esforzarte un poco, hermano. —¿Por qué haces esto, Tritón? — Peter gritó con todas sus fuerzas claramente dolido y se desplazó en el agua para acercarse un poco más — No recuerdo haber hecho nada en contra tuyo o de tu madre. —Peter Jensen. Tu sola existencia me molesta. Es repugnante que existan los semidioses y aún peor los legados hijos de estos manchando la sangre de nosotros los dioses. Tú en especial. Vanagloriándote como el hijo favorito de papá. ¡Medio océano piensa que serás el próximo rey del mar! ¡¿Dónde diablos quedo yo?! Peter nunca pidió ser el hijo favorito. Desde que conoció a su padre, Peter y Poseidón fueron muy unidos y compartían muchas cosas en común. Además después de la guerra contra los titanes, Peter fue alabado por medio Olimpo y su padre se volvió aún más cercano a él, pero una cosa era ser cercano a su padre y otra cosa era ser querido. Como dicen los dioses, los semidioses y los hijos de estos son errores. —Lo sient— —Ahórratelo. No lo sientes. No sabes lo que es ser el príncipe del mar y que de pronto tu padre planee desplazarte de lo que te corresponde. —Ya basta. Si tienes que echarle la culpa a alguien que sea a mí. Alison no tiene nada que ver en esto. —Te equivocas. Ella sufrirá. Cuando quite la burbuja de aire alrededor de su cabeza se ahogará y morirá. Solo así perderás algo que quieres como yo lo perdí todo. —Lamentarás haber dicho eso. Peter nadó hacia Tritón creando corrientes de agua e impulsándose a alta velocidad. Tritón retrocedió unos metros y apuntó su tridente hacia Peter haciendo que ambos colisionen estruendosamente. Peter estaba furioso, Tritón intentaba matar a Alison, SU ALISON. Si para salvarla tenía que pelear contra un dios del mar que así sea. Tritón chasqueó los dedos y la burbuja que rodeaba la cabeza de Alison se reventó. Peter se desesperó, se apartó rápidamente y se impulsó a alta velocidad hacia el tanque. Alison estaba inconsciente pero era obvio que se estaba ahogando. Burbujas de aire comenzaron a salir a montones de su boca y fosas nasales, y ella comenzaba a moverse sujetada por cadenas como si estuviera retorciéndose. Era un escenario perturbador. —¡ALISON! — Peter golpeaba el tanque con su espada una y otra vez sin éxito — ¡SUÉLTALA TRITÓN! —No. Peter se volvió contra Tritón y cegado de ira, casi al borde del colapso mental se impulsó a la misma velocidad que su hermano y logró asestarle un corte en el brazo haciendo que brotase icor dorado, la sangre de los dioses. Tritón aprovecho que Peter se había acercado y rápidamente clavó fuertemente las puntas de su tridente en la pierna derecha del semidios. Él soltó un grito de dolor ahogado y hirió nuevamente a Tritón cortándolo esta vez en el abdomen. Las cadenas que aprisionaban a Alison comenzaron a hacer menos ruido y esto le devolvió la sensatez a Peter. Alison se quedaba sin tiempo. Fue entonces cuando una vez más lo que era la cueva comenzó a temblar. Peter miraba a Tritón y este tenía una cara pálida porque no era él quien estaba causando el temblor. —¡Ustedes dos sepárense ahora! — una voz grave resonó por absolutamente todos lados, como si proviniera de cada gota de agua que los rodeaba. Aquella voz dominante y autoritaria solo podía pertenecerle a alguien. Sí, él padre de ambos: Poseidón. El dios se materializó desde una corriente verde que surgió de la nada. Era un dios y podía hacer entradas de la manera que quisiera. —Papá. — murmuró Tritón con la cara pálida. —Poseidón. — murmuró Peter. —Puedes llamarme papá también, Peter. Quizá la frase era para reconfortarlo, pero a Peter no le agradaba la idea de llamarlo así. Tritón estaba a la altura de su padre así que era lógico que lo hiciera, pero Peter no así que se sentiría fuera de lugar llamándolo tan cariñosamente al dios. —Ahora, Tritón ¿se puede saber qué haces aquí peleando con tu hermano? Tritón se quedó callado y se alejó lentamente de Peter impulsándose con una pequeña corriente que creó. —Nada. —Estás castigado. — le gritó a su hijo mayor y luego se dirigió al otro: — Y tú ¿qué haces aquí? —Tritón e Izanami secuestraron a mi amiga. —¿Otra vez con esto, Tritón? Debes dejar a mis hijos en paz. La última vez casi matas a Teseo por tus celos. —¡Yo no soy el problema! ¡El problema eres tú, papá! Le das preferencia a ellos siempre. ¡SIEMPRE! —Pensé que ya habías pasado tu etapa de rebeldía, hijo. Déjame recordártelo. ¿Quién es mi hijo mayor? —Yo. — respondió Tritón de mala gana. —¿Y a quién he educado para gobernar todos estos siglos? ¿A Teseo, Pelias… a Peter? —… a mí. —¡Entonces no veo el porqué de tus celos, hijo! Pensé que ya estaba claro que el trono será tuyo algún día. Ahora ponle fin a esto y regresa a casa con tu madre que está preocupada. Tritón dio un último vistazo a Peter, torció la cara con un gesto de disgusto y se desvaneció en una niebla verde. —¡Padre, Alison sigue ahí dentro! Ya intenté de todo para romper ese vidrio pero no he logrado nada. Por favor, solo esta vez, necesito de tu ayuda. La voz de Peter temblaba y Poseidón comprendió la gravedad de la situación. Se acercó rápidamente al tanque de agua donde Alison estaba completamente inmóvil y tocó el vidrio. El vidrio simplemente explotó en miles de pedazos sin poner resistencia alguna. Las cadenas se deshicieron y Poseidón tomó en brazos el cuerpo de la chica. Cerró lo ojos y cubrió todo su cuerpo en una burbuja de agua gigante. El agua que había entrado a su organismo salió en su totalidad y pronto comenzó a toser dando signos de vida. Solo entonces el corazón de Peter pudo latir con normalidad. Alison estaba a salvo. —Te la dejo a ti. Hablaremos pronto, muchacho. — Poseidón revolvió el cabello oscuro de su hijo gentilmente y también desapareció en una niebla verde. Alison siguió tosiendo agua y Peter la tomó en sus brazos para que este estable. Ella abrió los ojos de golpe y comenzó a respirar. —¿Dónde--? — ella comenzó a mirar a todos lados para orientarse pero solo veía agua en todas las direcciones, solo cuando apretó la mano de Peter pudo sentirse segura. Peter la abrazó fuertemente aliviando sus preocupaciones. Antes se sentía como si se estuviese ahogando, al menos ahora podía respirar con normalidad. Lo peor ya había pasado y ahora ella estaba a salvo. Estuvo tan cerca de perderla, pero no dejaría que eso volviese a ocurrir. —¿De qué me perdí, Jensen? ¿Por qué estamos flotando bajo el mar? ¿Por qué tengo marcas en mis brazos--? Peter simplemente la besó. Un corto beso en los labios bastaba para dejarla sin habla. —Solo cállate un segundo. Alison había entrado en shock. No podía asimilar lo que estaba pasando y Peter solo lo hacía más difícil. —En serio. ¿Qué esta pasando? — dijo ella con los ojos muy abiertos. —Te secuestraron, te metieron en un tanque de agua y tuvo una pelea contra tu abuela y Tritón. Nada fuera de lo común. —Siempre tratando de ser el héroe. —Si no fuera el héroe quién vendría a rescatar a una damisela en peligro como tú. Ella se sonrojó de la indignación a lo que Peter le pareció super lindo y acto seguido la besó. Esta vez ella le correspondió el beso. Ella necesitaba eso. —¿Por qué el beso? — le preguntó Alison a Peter cuando se separaron por aire —¿No puedo besarte? —No. —Mientras más lo prohíbas más me dan ganas de hacerlo. — él la volvió a besar y ella se dejó llevar. —Grandísimo idiota.
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