Capítulo 17

1644 Words
—ME GUSTA LA OFERTA. — la diosa le sonrió a Peter — Te ayudaré y cuando Alison regrese a ese tonto Refugio para semidioses, tú vendrás conmigo al Inframundo e intercambiaremos lugares. Te quedarás ahí abajo por el resto de la eternidad y yo seré libre aquí arriba sin restricción. Por un segundo Peter lo dudo. El quedarse encerrado en un lugar super tétrico rodeado de muertos no sonaba nada placentero, pero si con esto podía rescatar a Alison estaba dispuesto a hacerlo. Mantenerla a salvo era todo que quería para ella. —Bien. Ayúdame a encontrarla ahora. — él le rogó. —Mmm veamos… déjame pensar… a dónde pudo haber ido. La diosa hizo muecas como si estuviera pensando que decir y no supiera la respuesta, pero Peter no tenía todo el día y perdió la paciencia. —Usted dijo que estuvo siguiéndome la tarde de ayer y esta mañana. Debe haberla visto. Por favor. Se me acaba el tiempo. —Oh. Creo que ya lo recuerdo. Sí… Ayer la pequeña Alison fue por unas bebidas… ajá… y dejó a sus dos amigas en la piscina. —Eso ya lo sé. Me lo han dicho antes. —Sí, sí. Luego de eso… mmm… Ella dejó los refrescos en la barra y se dirigió a la playa. Si, eso hizo. —¿A la playa? ¿Ella sola? ¿Se adentró en el mar? —Sí, se adentró en el mar y desapareció. Una pena. —¡¿Qué? ¿Por qué no me lo dijo antes?! —Mmm... no pensé que fuese importante para ti. —¡Pues lo es! Ella es muy importante para mí. Muchas cosas pasaron por su cabeza. Alison pudo haberse ahogado en el mar. ¿Cómo debió sentirse? ¿Por qué ella no lo llamó? Ya era desesperante la idea de que ella estuviese desaparecida, la idea de que ella pudiese haber muerto ahogada era completamente… insólito e inadmisible. Peter salió corriendo hacia el mar y se adentró en él de un salto cuando el agua era lo suficientemente profunda como para poder nadar. Al poder respirar bajo el agua, no tuvo problemas para adaptarse. Empujó con los brazos y un pequeño remolino lo impulsó para avanzar. Pasó un minuto o dos cuando vio un cardumen cerca y se acercó a los peces a ver si tenían alguna información. Ser un descendiente del dios del mar tenía muchos beneficios. Podía curar sus heridas con el agua, podía manipular el agua a voluntad, podía respirar bajo el agua y lo que Peter consideraba lo más genial: poder hablar con animales marinos. Muchos podrían decir que no es nada que sea super importante ni extraordinario, pero era más que nada útil como en esta ocasión. —“Hola, soy Peter Jensen, un hijo de Poseidón. No tengo tiempo para preguntas, ¿han visto a una chica nadar por aquí?” La conversación era telepática ya que los animales no podían vocalizar. Era super extraño y aun no se podía acostumbrar a ello, pero era útil y no le quedaba otra opción. —“Oh. Señor. Glu glu. Un gusto en conocerlo.” — una infantil sonó en su cabeza, al parecer el pez con el que estaba hablando era bastante joven — “Estamos en el mar. Muchos nadan por aquí. Glu Glu Tendrá que ser más específico. Glu Glu.” —“Una chica. Cabellos oscuros. Ojos violetas. Puede que haya estando actuando raro últimamente.” —“Oh. Sí. Hubo una chica glu glu. Estaba medio hipnotizada. Fue a la cueva submarina. Glu glu ”. —“¿Dónde queda eso? ¿Está lejos?” —“Debe seguir de frente unos dos kilómetros y medio. Glu glu”. —“Gracias.” — Peter se dispuso a crear un pequeño remolino que rodeaba sus pies pero fue interrumpido antes de partir. —“Sr. Jensen… ”— el pez joven habló — “¿Todos los humanos son como usted? Glu glu ¿Pueden hablar con nosotros también? Glu glu”. —“No. Solo yo.” A pesar de que los peces no tenían rostro, Peter podía sentir que estaba triste. Era un pez pequeño y triste. —“Me gustan los humanos. Glu glu.” —“Y a mí los peces.” — Peter acarició suavemente al pecesito para alegrarlo y partió a nadar super rápido en la dirección que le indicaron. Peter era malo para medir distancias, lo único que estaba haciendo ahora era seguir nadando hasta que apareciera algo similar a una cueva. Habían pasado varios minutos y aun no aparecía nada. Sus piernas comenzaron a cansarse y comenzó a perder la esperanza. Pero entonces una fosa, como una larga zanja, apareció dividiendo el fondo marino. Algunas burbujas salían de la fosa, lo que captó la atención de Peter. Peter entró en la fosa y luego de pegarse a una de las paredes encontró una abertura sospechosa. Entró sin dudarlo guiándose de las paredes. Nadó un poco más y pronto el pasaje terminó desembocando en una cueva submarina. Una cueva submarina es normalmente un poco superficial y es producto de la erosión del entorno. Sin embargo esta en particular era muy extraña pues estaba en las profundidades y la forma tan regular era como si hubiese sido creada artificialmente. Peter pensó que eso era tan extraño que probablemente estaba en el lugar correcto. Salió del agua y caminó por el terreno pedregoso y húmedo. Encontró un sendero de arena a sus pies y cuando comenzó a caminar por ahí comenzó a notar cosas aún más extrañas. ¡Había antorchas de madera colgando de la cueva! Eso no era nada natural. Con sigilo y una mano en su arma se adentró en el interior de la cueva y en el fondo había algo terrorífico. Dos tanques de agua gigantes llamaron su atención. Eran esos tipos de tanques gigantes que los ilusionistas utilizaban en sus trucos de magia donde aparentaban estar encerrados. ¿Por qué algo como esto estaría en un lugar así? No tenía mucho sentido. Uno de los tanques tenía el agua limpia y transparente, pero el otro tenía una corriente turbia que circulaba a gran velocidad y no dejaba que se viera el interior. Peter se acercó al tanque de agua turbia profundamente intrigado y en un arrebato de curiosidad intentó tocar el vidrio, pero antes de que pudiera hacerlo una voz resonó por las paredes de la cueva. —Hasta que por fin llegas, hermano. — el tono despectivo en su voz y la risa que lo acompañaba solo podía pertenecer a una persona. Solo había una persona en todo el mundo que odiaba lo suficiente a Peter Jensen como para buscar una reunión espeluznante en el fondo de una cueva submarina, y ese era su medio hermano Tritón. Sí, el mismísimo Tritón. Tritón es hijo del padre de Peter, Poseidón, con su esposa legítima, Anfitrite. El hijo engreído de papá estaba desaparecido y actualmente todos en el océano lo estaban buscando. Al menos eso era lo que había escuchado anteriormente, pero la pregunta era ¿por qué el gran Tritón estaba buscando a su odiado medio hermano Peter Jensen? —Tritón. —Yo. ¿Qué te parece mi cueva favorita? Es muy acogedora en invierno. Suelo venir cuando papá se pone de malas y crea sus tormentas. Hay una playa hermosa cerca de aquí. —¿Qué haces aquí? Deberías estar con Poseidón o Anfitrite ayudando en el palacio en Atlántida. —Tú lo has dicho, "debería". Pero prefería pasar tiempo con mi hermano. —Hablas como si alguna vez me hubieses visto como un hermano. Déjate de tontería y dime dónde está Alison. ¿Qué le hiciste? —¿Te refieres a tu querida amiga de adorables ojitos? Mmm no sé quién me hablas. Percy sacó una moneda de oro y la transformó en una espada. —Vaya... parece que quieres ir por fuerza. Bien, dejaré que mi querida amiga te lo explique. El suelo subterráneo comenzó a temblar y una gran g****a profunda apareció a los pies de Peter. Manos de esqueletos atraparon a Peter de los tobillos y una risa resonó por la sala. Escalofriante al cien por ciento. Izanami salió de las sombras y se posicionó al lado de Tritón. —Me engañaste, maldita. — Peter rechinó los dientes aguantando la ira que lo invadía. —Nunca dije que no sabía dónde estaba Alison. Tampoco dije que éramos aliados. —¿Qué le hicieron? —¿Tanto te importa mi querida niña? Pues entonces mírala. Las corrientes de agua turbia se dispersaron del tanque dos. Alison estaba dentro del tanque de agua, amarrada con cadenas en los brazos y piernas; se estaría ahogando si no fuese por una burbuja de aire alrededor de su cabeza. Parecía estar inconsciente. —¡Suéltala! — le gritó Peter a Tritón. La furia que surgía de él era comparable con una explosión de un rector nuclear, solo que en tamaño humano - ¡Suéltala o padre se enterará de esto! Menospreciando el asunto, Izanami se rio de él y de pronto la apariencia de la diosa comenzó a parpadear. El aspecto de Alison que Izanami usaba comenzó a desaparecer de su cuerpo y sus ojos se tornaron completamente blancos como si se tratase de una posesión. Una luz resplandeció por detrás e inmediatamente después todo su aspecto cambió. La piel desapareció y se convirtió en un esqueleto con piel reseca y oscurecida. Era un esqueleto con la piel de un muerto. Era el ser más horrible que Peter había visto en toda su vida. —Lo siento, Peter querido. Pero si te aferras a la idea de que tu papi Poseidón se enterará de esto... bueno, creo que ni siquiera vivirás para contárselo.
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