Capítulo 12

2018 Words
—ARRIBA, ARRIBA. Alison se levantó muy entusiasta y con ganas de levantar a Peter que dormía plácidamente en la cama de al lado, pero a pesar de lo mucho que gritaba y lo sacudía no daba resultado. Cuando se rindió y pensó que no lograría ningún resultado, Peter la jaló del brazo y la atrajo hacia él, utilizándola como si fuese un peluche o una almohada grande para abrazar y dormir. —¡Suéltame! — Alison se retorcía entre los brazos fuertes de Peter — ¿Acaso quieres morir? —¿No eres tú la que estuvo molestándome? ¿No ves que estoy durmiendo? Peter seguía sosteniéndola entre sus brazos a pesar de todo el griterío. —Te mataré, Jensen. —No te soltaré hasta que digas la palabra mágica. No es tan difícil. —¿Palabra mágica? ¿”Por favor”? —No. Vamos… sé que sabes cuál es. —Maldito seas... .—Bueno si quieres podemos quedarnos así todo el día. No tengo ningún problema. — Peter se rio y la melodía de su voz tan cerca de los oídos de Alison la hicieron sonrojarse. —Suéltame… Peter. —Bingo. — Peter había logrado lo que quería — Mírate, estás muy roja. —Cállate, estúpido Jensen. Ahora que Alison por fin estaba accediendo a llamarlo “Peter” y no “Jensen” él estaba muy feliz. Así que mientras pudiera, él seguiría inventando pequeñas interacciones para hacer que ella se acostumbre a llamarlo así. Si tenía un poco de suerte quizá pronto ella podría llegar a llamarlo “Pete” un poco más casual, pero por ahora le bastaba con “Peter”. * —Cada año se realiza un viaje escolar para darles un descanso a los alumnos antes de la semana de exámenes. — la profesora comenzó a relatar — Tienen suerte que este año les tocara un lugar tan fantástico como este y no el desierto como el año pasado. Solo les pido que se comporten en todo momento y traten de no alejarse del grupo. Fuera de eso no hay muchas reglas. Si tienen preguntas adicionales pueden hacerlas ahora o en el transcurso de los días. Algunos alumnos se acercaron a la profesora a hacerle preguntas y formaron un pequeño círculo engulléndola. Ni Alison ni Peter tenían preguntas relacionadas así que se mantuvieron al margen analizando un folleto sobre la catarata. Pronto se les acercó Ryo que estaba muy contento tenía muchos planes para pasar el día con Alison en el resort, pero cada uno de sus planes fueron frustrados por Peter. Si Ryo quería llevar a Alison al buffet, Peter iría con ellos. Si Ryo quería enseñarle a Alison la sala de juegos, Peter ya estaría ahí esperándolos antes de que llegasen. Si Ryo quería mostrarle a Alison algo que tenía en su habitación, Peter estaría ahí como un chaperón. Después de cada intento fallido, Ryo regresaba con sus amigos Damian y Alex para planear su siguiente movimiento. —¿No les has dicho muchas veces a Ryo que ustedes son solo amigos? — le preguntó Peter a Alison luego de que Ryo se marchase otra vez. —Claro que lo he hecho. Ya han sido unas dieciocho veces y no se rinde. —Yo creo que deberías dejárselo en claro… o se mantendrá con falsas esperanzas ¿No te lo dije ya? —Lo sé, lo sé, pero cada vez que intento decírselo en serio él solo cambia el tema. Es realmente difícil. —Si quieres yo puedo decírselo por ti. — dijo Peter todo acomedido y “sincero” — Así por fin te librarás de su acoso. —Es mi amigo, Peter. Mi mejor amigo. No lo entiendes. —¿Entonces tú lo quieres? La pregunta dejó realmente sorprendida a Alison. No esperaba que Peter preguntase eso y menos aún con esa cara de preocupación y… ¿angustia? —Sabes que no. —Entonces yo se lo diré. No será difícil. Una hora después la profesora anunció que los que querían podían hacer una caminata por los alrededores de la montaña y el resort. Así, Alison y Peter armaron un par de mochilas para salir a explorar un poco. Siguiendo el riachuelo ambos se adentraron cada vez más en el pequeño bosque pero no lo suficientemente lejos del grupo. —Espera un momento. Ya vuelvo. — le dijo Peter a Alison tomando su mochila y regresando por donde vinieron. Ella quedó un poco desconcertada pero se quedó ahí mismo. Ella aguardó sobre una gran roca en espera de Peter y cuando se aburrió (que fue muy rápido) se acercó a mirar su reflejo en la superficie del riachuelo que proveía de la catarata. Alison se puso a reflexionar sobre lo cercanos que Peter y ella se estaban volviendo. Bromeaban y reían como si se conocieran de toda una vida. Ella casi había cambiado por completo su personalidad de histeria hacia él y se sentía a gusto así. El reflejo de Alison mostraba a una chica con las mejillas sonrojadas y esto la puso un poco tensa pues no sabía qué le estaba pasando. Trató de minimizar el problema y desvió sus pensamientos a otra cosa. El agua de riachuelo comenzó a burbujear y se desprendió vapor de ella. El vapor salió disparado rápidamente y casi dejó ciega a Alison que estaba un poco distraída. ¿Cómo era que el agua de un riachuelo estuviese tan caliente de un momento a otro? Alison resbaló y por poco casi cae al agua hirviendo si no fuese por Peter que la sostuvo. —¿Peter? Peter la estaba sosteniendo del brazo fuertemente evitando que ella resbalase y encontrase un triste desenlace en el agua hirviendo del arroyo. Alison piso firmemente la tierra nuevamente y cuando levantó la mirada se encontró con algo totalmente diferente a lo que esperaba. Peter estaba completamente cubierto de heridas pequeñas como si fuesen rasguños y algunos moretones. Al ver el rostro preocupado de Alison, Peter esbozó una tierna sonrisa e intentó tranquilizarla un poco acariciando su cabello revuelto. —Mi culpa. — dijo él riendo — El agua a mi alrededor comienza a bullir cuando estoy enojado. Enseguida el agua del arroyo comenzó a bajar su temperatura y al cabo de unos segundos el agua que fluía volvió a estar tan fría y cristalina como antes. —No importa. — le dijo Alison tomando un poco de distancia — ¿Qué te pasó? —Mmm no mucho. Fui a buscar a Ryo y le dije que dejara de acosarte poque tú claramente no lo quieres… y bueno me pegó. —No me mientas, Jensen. — Alison frunció el ceño — Lo conozco muy bien y él nunca te pegaría por solo decir eso. Muchas veces Damian se lo ha dicho y nunca ha recibido un solo golpe. Peter sonrió y Alison se sonrojó levemente. Con un poco de vergüenza Alison desvió la mirada para que el semidios no viera su rostro. —No te diré más. — le dijo Peter. Alison frunció el ceño y Peter siguió riendo. Peter se arrodilló junto al arroyo y metió su mano en el agua. Peter lavó sus heridas y el agua comenzó a ascender por su cuerpo como si fuese una serpiente cristalina. A medida que el agua pasaba por sus heridas, se absorbía y curaba por completo las heridas. Si Alison no hubiese visto esas heridas antes, no podría decir que él fue golpeado alguna vez. —Asombroso. — dijo Alison y él le dedicó su clásica sonrisa tierna. —Ven. Vamos a tomar algo. — él se sentó junto a Alison en la gran roca y le ofreció agua de su cantimplora. —Prefiero esto. — ella tomó la cantimplora de Peter y tocó el agua con un dedo — Ten… Peter bebió… —¿Cómo…? —¿Cómo convertí el agua en vino? Es un truco muy sencillo para los semidioses de Dionisio. Sí conoces a mis hermanos ¿verdad? Una vez convirtieron el tanque de agua del Refugio en vino y terminó con semidioses y legados borrachos por días. —Anell lo mencionó una vez. Dijo que fue un desastre sin precedentes. —¿Un desastre? Fueron los mejores tres días que pasaron los refugiados. Cuando Zeus se enteró paró la diversión. Yo digo que estaba celoso de que no fuese invitado. —¿No será que estaba molesto porque emborracharon también a sus hijos? —No defiendas a ese bribón. — dijo Alison riendo, haciendo que el corazón de Peter latiera un poco más rápido por un segundo. En los ojos de Peter, Alison se veía cada vez más hermosa y eso lo estaba volviendo loco. —Oh. Mira eso. — Alison señaló el cielo. Las estrellas comenzaban a brillar y la noche comenzaba a caer. —Deberíamos volver. — dijo ella murmurando. —Tú lo has dicho: “deberíamos”. — él respondió riendo. La noche cayó y las estrellas brillaron por sobre el cielo con mayor intensidad. La luz de la luna iluminaba todo el campo y el reflejo en el arroyo era una increíble sensación de tranquilidad. Alison se acomodó en el césped y se recostó para mirar mejor el cielo estrellado. Peter hizo lo mismo a su lado y se quedaron en silencio por un largo rato. —Me gusta esto, Alison. — dijo él rompiendo el silencio — Estar así al aire libre… sin preocuparnos por nuestros padres o las responsabilidades que nos dan. Es agradable ¿no lo crees? Alison se sintió mal por un momento. Se sentía mal al pensar que estaba sola con Peter en un lugar hermoso cuando él claramente tenía una novia. Anell era una persona de extraordinarias habilidades y Alison no quería hacerle daño ni arruinar su relación, pero le era imposible no pensar en la suerte que Anell tenía que haber conseguido a alguien como Peter Jensen. —Volveré al resort. — Alison se levantó enseguida del césped — Si quieres quédate. —Iremos juntos. Te perderás si vas sola. Ambos tomaron sus mochilas y se adentraron entre los árboles frondosos en busca del camino de regreso. —¿Por qué quieres volver? La estábamos pasando bien. —Ya nos hemos separado del grupo por bastante tiempo. No me hace gracia. — dijo ella buscando una excusa un poco creíble. Peter sabía muy bien que Alison estaba mintiéndole. Él podía imaginarse por qué pero aún así no dijo nada. Caminaron en silencio por al menos media hora y entonces Alison que iba adelante se detuvo. —Peter, ¿tienes el plano? No me ubico. —¿No lo tienes tú? Pensé que lo tenías… —Claramente no lo tengo. ¿Al menos sabes qué tan lejos estamos del arroyo? —Mmm. Peter se concentró. Algunos semidioses y legados de Poseidón podían ubicarse con una especie de ecolocalización en base al agua. Peter sabía como utilizar su habilidad, pero esta vez le fue imposible percibir algo. —No. Nada. Estamos muy lejos del agua. —Esto es malo. —Bastante. Frustrada, Alison se sentó en las raíces gruesas de un árbol y dejó su mochila a su lado. Peter hizo lo mismo y se sentó en el árbol de al frente. Dos semidioses sin sentido de orientación. Estaban perdidos. Completamente perdidos y ahora tendrían que pasar la noche a la intemperie en un bosque que podría estar lleno de monstruos. Alison estaba un poco asustada. A pesar de que llevaba un tiempo viviendo en la ciudad, nunca se había enfrentado a un monstruo pues siempre estuvo bajo la protección de al menos un dios. Ella abrazó sus rodillas y metió su cabeza dentro evitando temblar. Tenía miedo. Peter se levantó de su lugar y se sentó a su lado. Él sacó una manta de su mochila y cubrió a la chica suavemente. —Duerme. Me quedaré despierto y te protegeré. Los párpados de Alison se volvieron pesados y de un momento a otro, como si fuesen mágicas sus palabras, cayó dormida en los brazos de Peter.
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