Capítulo 08

1674 Words
—EL MEJOR AMIGO DE ALISON, RYO CAMPBELL. Peter quedó aturdido por unos segundos. Ese tipo Ryo era el mejor amigo de Alison y podía decir tales cosas con completa libertad. Lo que a Peter le molestaba era que él no recibiera ningún golpe cuando a Peter por decir algunas nimiedades lo golpeaba y/o amenazaba de muerte. No era justo. Damian, el chico de lentes, y Alex, un rubio alto, marcaron en la defensa. Ella se detuvo y dribleó en su lugar. —Ya hablamos de esto. — les dijo Alison riendo — Si no se mueven más rápido no iremos al torneo. Corran como si su vida dependiera de ello. Alison saltó desde la línea de 3 puntos al mismo tiempo que los otros dos que intentaron bloquear el balón que lanzó ella. Alex logró rozar el balón con un dedo y el balón encestó por poco. —Buena esa, Al. — Alison y el chico rubio chocaron los chinco — Damian, trabaja un poco más en suspensión. —¿No hay felicitaciones para mí? — Ryo se acercó a Alison como si fuese a abrazarla — Yo que te quiero tanto. —¡Tú debes concentrarte más en el juego! — Alison cubrió el rostro de Ryo con su mano y lo empujó hacia atrás haciéndolo retroceder — Si hablaras menos tonterías y te concentrarás más serías un mejor jugador. —Auch… — dijo él frotándose la nariz — Lo siento… pero si te dejases querer sería mucho más sencillo concentrarme. —Ese tipo de verdad me molesta. — siguió murmurando Peter para sí pero la pequeña Heidi logró escuchar. —No le tomes mucha importancia. — le dijo sonriendo — Alison lo ha friendzoneado lo suficiente como para que te sea un rival. —¿AHHH? — él grito de Peter Jensen fue tan agudo y alto que hasta Alison que estaba a quince metros de ellos y muy concentrada logró escuchar fallando su tiro. Alison ni siquiera volteó a ver qué tanto había fallado, solo se limitó a recoger la pelota. Pidió silencio de parte de los otros tres chicos y se acercó sigilosamente a los arbustos de donde provino el grito. Tomó el balón y lo estrelló con mucha fuerza contra la cabeza de Peter. —¡¿QUÉ CREEN QUE HACEN AQUÍ USTEDES DOS?! — en ese momento Alison daba mucho más miedo que el mismísimo Zeus luego de un mal día de trabajo — LES DIJE QUE SE QUEDARAN EN CASA. —Hermana… —Heidi le hizo carita de inocente y el corazón de Alison se compadeció de ella — Perdóname, Ali~. —No pasa nada. — dijo la mayor acariciando los cabellos de la niña dulcemente — Por otro lado tú… — dijo fulminando con la mirada al semidios que frotaba su nuca — Ponte debajo de la canasta. ¡AHORA! Peter obedeció sin rechistar pues claramente Alison estaba enojada y no quería armar un lío mucho mayor. Sabía lo que se avecinaba. Alison lanzó un tiró de tres puntos desde el medio de la cancha directo a la cabeza del chico haciendo que este cayera un poco mareado al suelo por la fuerza de choque. —Me voy. — Alison le dio el balón a Ryo — Seguiremos el próximo martes. —Pero aún no termina la hora. — dijo Damian un poco triste. —Lo siento. Debo encargarme de estos dos. Es un poco tarde y temo que Heidi pueda coger un resfriado. —Entonces no hay remedio. — Ryo se cruzó de brazos y luego miró hacia Peter amenazadoramente — Por cierto, ¿y ese quién es? —Jensen, no importa en realidad. Solo es un amigo de la infancia. —Ah. Bueno. Con tal que no me robe a mi chica… — Alison fue al lado de Ryo y lo golpeó en el hombro un poco fuerte — Auch. Eres tan cruel~ y por eso te amo. —Maldito sádico. — ella lo golpeó de nuevo pero esta vez le sonrió pues al fin de cuentas le daba un poco de gracia — Nada de qué preocuparse. Es mejor estar soltera y sin ataduras. Alison guardó el balón en su bolso y tomó a Heidi de la mano. Caminó hacia la calle despreocupadamente, pero al notar que Peter seguía en el piso semiinconsciente tuvo que retroceder. Pateó ligeramente su cuerpo y él gimió. Ella suspiró y arrastró el cuerpo de Peter por el cuello de la camiseta por toda la calle. —Peter me obligó~ — le susurraba Heidi a su hermana de camino a casa —No es cierto… — Peter murmuraba dejándose arrastrar por Alison. —Cállate, Jensen. Primero no pude terminar mi juego y ahora si Heidi se enferma… te mataré. No lo dudes. —Lo siento… — y Peter no dijo nada hasta que volvieron todos a casa. Heidi subió rápidamente las escaleras directo hacia su habitación. En el camino Peter se había quedado inconsciente así que Alison dejó a Peter tirado en el piso cerca de la entrada. Peter no despertaba y por más fuerte que Alison podía ser, no podía cargar a un hombre por las escaleras. Con todas sus fuerzas Alison levantó a Peter y lo tiró sobre el sofá como si estuviese haciendo una llave de boxeo o karate. Peter seguía sin abrir los ojos y eso frustró a Alison. Ella subió a su habitación y enseguida regreso con una manta. La extendió y se dirigió al sofá… se tropezó con su bolso y el largo de la manta haciendo que cayese sobre Peter en el sofá muy vergonzosamente. —No es bueno aprovecharse de un hombre inconsciente. — Peter murmuró riendo, haciendo que Alison se sonrojase al extremo. —¡Maldito seas, Jensen! Alison le tiró la manta en la cara y lo golpeó en sobre esta hasta quedar completamente satisfecha. —La próxima vez te mataré, Jensen. En serio lo haré. No te confundas conmigo. Puede que estes acostumbrado a las demás chicas del Refugio pero no te metas conmigo o terminarás muerto. Dicho eso, Alison se levantó y se dirigió muy molesta a su habitación. Peter escuchó como se cerró fuertemente la puerta haciendo temblar la vitrina y las ventanas ligeramente. Él se limitó a reír por lo bajo un buen rato al recordar lo que acababa de pasar. Era divertido enojar a Alison después de todo. * Peter se despertó vengativo. Tenía un poco de dolor en la base de la columna y un poco de dolor de cabeza, pero nada de eso iba a impedir que fuese a cumplir su cometido. Él se levantó pesadamente de la cama y fue directo a la habitación de Alison a despertarla. Ella se veía muy tranquila durmiendo y al parecer tenía el sueño pesado porque por más que él gritase y la sacudiese no se levantaba. Pensó en tirarle agua encima, pero seguro luego ella lo obligaría a limpiar y suficiente tenía con limpiar su propia habitación. También estaba la opción de tirarse encima y aplastarla, pero dio por hecho que Alison lo atravesaría con su espada si le daba la oportunidad. Frustrado, miró la hora, aún era un poco temprano como para levantarse. Así, abandonó su venganza, se metió entre las sábanas de la cama de Alison y se quedó dormido a su lado. —¡Eres un bastardo! ¡Muévete! Alison lo golpeó en la cara con la almohada repetidamente descargando toda su ira. Peter sostuvo la almohada con sus manos, pero no esperaba que ella lo empujara de la cama con sus pies. —¡Eso me dolió! — dijo él desde el piso frotando su espalda. —¡¿Qué m***** haces en mi habitación?! —Deberías cuidar tu lenguaje. No es nada femenino. — dijo Peter riéndose y lo único que consiguió fue ser golpeado en la cara con una almohada… otra vez. —¡Lárgate al refugio! ¡Lárgate de mi vista, estúpido semidios arrogante! ¡No volveré, no volveré! —Te llevaré de vuelta a como de lugar. Te ataré y secuestraré si es necesario. A Alison se le acabó la paciencia y se abalanzó sobre Peter para estrangularlo. —Te detesto. Cuando Peter se hubo ido a alistarse Alison se vistió y bajó a desayunar con su hermana. —Hermana. — le dijo la niña sirviéndose cereal de la caja — Ayer qué hacías tan tarde con tu equipo de básquetbol. —No es nada del otro mundo. ¿No sabías que practicamos juntos siempre? —Sí… pero de noche… ¿no es peligroso? —El único peligro ahí soy yo. —Y yo también si te hacen algo. — dijo Peter interrumpiéndolas —Tú qué tienes que ver en esto. — preguntó Alison frunciendo el ceño. —Debido a mi trabajo no puedo dejar que salgas lastimada ¿no es lógico? —¡El hermano Peter es todo un caballero! — los ojos de Heidi se iluminaron como si estuviese viendo a un príncipe real. —Que no te engañe. Él es capaz de secuestrarte. —¿No es eso romántico? — Heidi se emocionó más. —No. No lo es. Es ilegal. De camino a la escuela Alison no habló en absoluto con Peter y caminó rápidamente para pasar el menor tiempo con él posible. Cuando llegaron a clases Ryo fue directo a abrazar Alison. —¡Alison~! — él la iba a abrazar fuertemente como hace todas las mañanas, pero esta vez Peter lo agarró del cuello de la camisa y lo apartó. —Estás más feliz de lo normal, Ryo. ¿Qué sucede? —La profesora llegó temprano hoy y anunció una salida de estudios para el fin de mes. ¿No es emocionante? ¡Una semana! ¡Montañas y playa! —Suena genial. Cuéntame más. — Alison tomó a Ryo del brazo y lo jaló hacia dentro del salón alejándose de Peter. — Piérdete, Jensen. — le dijo Alison sin siquiera mirarlo. Peter quedó ahí desconcertado… y ligeramente celoso.
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