7. Cazadora de Rango F

2420 Words
―Existen dos tipo de personas aquí: los jugadores y los artistas. A lo que entendí, nosotras somos jugadoras porque no hemos entrado a ningún concurso, pero si lo hacemos, entonces nos convertimos en artistas. ―¿Una escritora y una solista? ―Lessa preguntó y yo asentí―. Jugadoras… ¿estamos en un juego o algo así? ―Ese escritor dijo que era mejor entrar al concurso que ser una jugadora por los beneficios que te dan, pero… ¿está bien entrar? ―Si quieres aprender de este mundo, lo mejor es hacerlo ―Dylan estaba leyendo el contrato de nuevo―. Uno de los beneficios es que tus obras son registradas automáticamente en el Mundo 87, por lo que, si alguien llega el día de mañana, las reta y les gana, pueden evitar que sus derechos sean robados porque estarán avalados por el Comité de Registros de Derechos de Autor: ARDA, para abreviarlo. ―Suena que me harán arder en el purgatorio… Piensa, Writery… ¿existen dos tipos de derechos de autor? Sí y no. Si yo pensaba mejor las cosas, puedo decir que Dylan y Yu son míos porque yo creé sus historias y les di vida, soy la única persona en el mundo que pensó específicamente en ellos dos, no existe ningún otro personaje similar, por más que lleve el mismo nombre. Esto ya me hacía dueña y creadora de sus existencias, pero si alguien venía y me los plagiaba así tal cual, entonces no habría manera de demostrar que yo era la autora original porque no habría nada que me avalara que así era. Incluso si nos íbamos al famoso dicho “el que es primero en tiempo, es primero en derecho”, si el otro autor registraba primero que yo, entonces las leyes iban a darle prioridad, nos iríamos a un juicio donde tendría la oportunidad de ganar o perder, pero aquí, en el Mundo 87, ¿qué registros había de mis obras? Ninguno. Aquí yo no existía hasta hace unos días, entonces el Mundo 87 ni siquiera tomaría en cuenta que Dylan y Yu son míos, y dado que existe esa maldita apelación, ellos no están tomando en cuenta mi antigüedad como autora. Cualquiera que me gane fácilmente puede robármelos. ―¿Writery? ¿Estás bien? ¿Qué tengo que hacer? ¿De verdad debo abandonar mi vida anterior y aprender a sobrevivir aquí? Sí, es lo que tengo que hacer. No puedo perder el tiempo, soy un Rango F y mis habilidades están selladas, además, ni siquiera hay algo en mis estadísticas que me ayude a saber a qué nivel puedo desbloquear mis habilidades, solo dice “sube de nivel para desbloquearlas”, ¡¿y eso a qué nivel es, maldito sistema del carajo?! ¿Tengo que pelear contra monstruos? ¿Tengo que escribir? ¿Qué? ¿Qué tengo que hacer de ahora en adelante para dejar de fingir que todo esto me asusta y quiero ir a casa? ―Avanzar ―concluí. Tengo que avanzar sin detenerme de ahora en adelante. ―Writery, lo mejor será regresar a la posada ―Lessa sugirió y sin mucho ánimo asentí. Iba caminando en silencio mientras pensaba en mi próximo movimiento, después miré el libro y a mis protagonistas principales, quienes venían hablando felices sobre algo que yo no entendía. ―Al nivel 10 se desbloquea otra habilidad ―Dylan me indicó señalando a Yu―. Actualmente tu nivel es 3, así que solo debes preocuparte por subir 7 niveles más. ―¿Matando bichos? ―Correcto, pero antes de eso, ¿vas a entrar al concurso de escritores? ―Creo que eso sería lo mejor, no estoy segura, ¿para qué concursar si ya sé que voy a perder? No tiene caso ―susurré desplegando la tabla de registro y, como era de esperar, Khali ya estaba en el primer lugar―. Es imposible que yo gane. ―Yo confío en la maestra ―Yu sonrió―. Siempre voy a confiar en sus fantásticas habilidades. ―Lo dices porque a ti no te mató en tu propia novela. ―Pero hizo que un trueno me atravesara la garganta, corazón y brazos. ―¿Qué…? ―Recuerdo que incluso describió que perdí por un segundo la consciencia… ―O-oye… Yu, ¿apoco te acuerdas de eso? ―pregunté insegura y Yu asintió―. Oh… ―¡Qué sádica! Monstruo sin corazón, ¿por qué haces sufrir a Yu de esta forma? Comencé a reírme junto a mis protagonistas. Estaba segura de que esto podría ser un sueño y el día de mañana despertaría en mi cama, miraría el techo y la única forma de saber que ellos existían era leyendo sus novelas. La única manera de conocerlos, de saber todo de ellos y de amarlos de esta manera, era tomando sus libros y comenzando por el primer capítulo. Dylan especialmente era mi chico ideal, si pudiera encontrar a un chico como él, sin duda alguna jamás lo soltaría. Y si pudiera encontrar a alguien tan amable y confiable como Yu, jamás lo traicionaría y lo protegería hasta el último de mis días. Teníamos una conexión especial, podía sentirla, ellos podían hacerlo. Tenía delante de mí a mis protagonistas principales y yo era la escritora que les dio vida, ¿qué clase de paradoja podría ser esta? Me reí por alguna razón, estoy comiéndome la cabeza creyendo que esto no es real porque no quiero aceptar que me siento demasiado feliz de tener la oportunidad de vivir esta experiencia porque, ¿qué autor no quisiera conocer a su protagonista principal? ¿Qué autor no amaría la idea de poder abrazar y reír de esta forma junto a su protagonista? Creo que todos los escritores han soñando al menos una vez con este momento. Donde solo están ellos sentados en una terraza mientras observan a sus protagonistas principales comer pastel de zanahoria y beben leche caliente de Huanxeglein, un extraño animal que era como una vaca en este mundo. Yu está riéndose de Dylan porque él le está contando los momentos más bochornosos de la vida que escribí para él, mientras que Dylan solo observa atento cada expresión del pequeño dragón blanco. Jamás pensé que algún día los vería interactuar así. Por alguna razón estoy agradecida y me siento feliz de haber venido aquí, tanto, que casi olvidé por completo que no sé nada de mis padres y tengo que vivir por mi propia cuenta de ahora en adelante. En mi monedero hay 291 Letter Coins, pero si comienzo a administrar mi dinero, solo me queda lo justo para sobrevivir 2 días más. ―Dyl, ¿sabes algo sobre qué es un jugador? ―Creo que ese escritor se confundió, en realidad se llaman cazadores ―explicó mi protagonista principal―, puedes registrarte como cazadora en el una cosa llamada Organización de Cazadores, solo debes hacer un pequeño examen que mide tu rango y tus habilidades, después están los gremios y existen desde los más grandes y reconocidos, hasta los que son un asco. ―Y supongo que, como en toda historia, los mejores gremios pertenecen a cazadores cuyos rangos son S, ¿verdad? ―Dylan asintió―. Soy un Rango F, así que pasaré desapercibida. ―¿De verdad vas a convertirte en una cazadora? ―preguntó Lessa y asentí―. Creo… Creo que yo prefiero entrar al concurso y dedicarme a eso, mis habilidades no son de combate ―susurró avergonzada―, puedo aturdir a los bichos, pero en una pelea con otra persona, perdería. ―¿Vas a quedarte aquí? ―No, mira, encontré este mapa y planeaba decirte que fuéramos a Khaoma, es la capital de aquí, justo hace unos segundos me cabo de registrar como cantante, así que… ¿qué harás, Writery? ―Con Dylan y Yu a mi cuidado no puedo vivir con el ingreso mínimo ―me encogí de hombros―. Debo comenzar a ganar Letter Coins de forma rápida… no me interesa mucho participar en el concurso. ―Supongo que aquí nos despedimos, ¿no? ―Sí, creo que sí. Guardamos silencio, después fuimos a dormir, así que al día siguiente despedimos a Lessa con la promesa de verla algún día. Ella ya había elegido qué quería hacer, pero yo todavía me encontraba indecisa, mi cabeza no dejaba de repetir una y otra vez que darme por vencida era lo mejor, pero también había en mí cierto entusiasmo por avanzar, crecer y ya no detenerme. ―¿Qué estás haciendo? ―Dylan preguntó al verme escribir en mi libro. ―Escribo una historia. ―¿Qué historia? ―Mi propia historia, mira ―le pasé el libro y él leyó la sinopsis. ―Esto suena a algo que tú escribirías cuando deliras en fiebre ―Dylan me dio un golpecito en mi cabeza―. Suena bien, ¿concursarás así? ―Jamás he tenido una protagonista femenina y yo considero que soy lo suficientemente femenina para ser una protagonista ―concluí orgullosa―. Soy perfecta. ―Si tú lo dices… ―¡Es verdad! La Maestra es la más hermoooooooooooooosa de toooooooooodo el muuuuuuuuuundo ―Yu saltó emocionado y mi rostro se tornó rojo como un tomate―. Soy afortunado de que mi Maestra sea así de hermosa. ―Solo es una zarigüeya con patas ―bufó Dylan y yo lo golpeé―. Ay… ―Andando, debemos dirigirnos a hacer el examen. En este mundo donde las letras lo eran todo, ¿por qué existían los cazadores? No tenía sentido que solo nos dedicáramos a escribir, incluso en mi mundo era imposible decir “Voy a dedicarme a tal cosa y a vivir de ello”, de un día para otro, a menos que tuvieras la solvencia económica para hacerlo, claro. Pero era algo que nadie podría decir y hacer con facilidad. Necesitabas calidad, reconocimiento, una marca, una imagen y un nombre. Algo que no se obtenía de un día para otro y aquí pasaría mucho tiempo para que una escritora de Rango F fuera notada por las personas, pero… ¿qué significaba ser notada por el Mundo 87? ¿Eso era bueno o malo? Dedicarme a escribir y dejar mi novela ahí, a la espera que un milagro ocurriera y fuera leída en el primer día por miles de personas era algo imposible. Incluso sonaba más real la posibilidad de invocar a otro de mis protagonistas. Así que sin más completé mi registro, tomé mis cosas y partimos hacia el centro para hacer el examen. El centro era enorme, muy ejecutivo para un mundo donde pensé que hallaría cosas más fantasiosas, pero al parecer esto tenía de todo un poco, incluso se parecía a una ciudad común del siglo XXI. El edificio era rectangular y tenía alrededor de 50 pisos, pero el examen se hacía en el piso 33, también tuve que llenar un registro donde solo puse mi nombre, edad y lo que podía hacer con mis habilidades. Invocadora: Quienes invocan a alguna entidad, objeto o monstruo para luchar en el campo de batalla. Taché esta opción porque era lo más cercano que encontré y dejé de lado mi libro y mi pluma. Intenté recordar todas las novelas que leí con este tipo de tramas… algunas habían comenzado con simples portales en toda la tierra y de pronto despertaron como cazadores, pero en este mundo ya era algo normal, lo único relevante era el Rango porque no cualquiera podía nacer con la bendición del dichoso Rango S. Dylan estaba concentrado escribiendo todo lo que le parecía importante en una libreta que le había comprado, mientras que Yu estaba a mi lado con su forma dragonoide. Mantenía unas escamas en su rostro, manos, pies y cola. También tenía su lanza a la vista y lucía imponente, muchos se le quedaban mirando y llegaban a la conclusión de que era peligroso acercarse. Mi dragón blanco era precioso con esas escamas blancas y color tornasol sobre su piel, también me llamó la atención que su abdomen tuviera escamas más pequeñas color beige, estas no brillaban, pero lucían más blanditas que las otras. Entonces el punto débil de Yu era su abdomen. Cuando terminé mi registro, una señorita me acompañó al piso 33 y me dejó sentada en una silla esperando mi turno, había solo 10 personas sin contarme a mí. Cada una se veía muy normal, no parecían siquiera tener alguna habilidad especial y me pregunté si yo también me veía así. Tras un rato llegó mi turno. ―Writery, pasa por favor. Oh, este examen… ―Por favor sujeta la runa con fuerza. Asentí y tomé la pequeña runa entre mis manos, estaba mirándola con atención e intenté memorizar todo de ella, desde su aspecto, hasta su textura y tamaño, así como el símbolo que estaba grabado en medio. Cuando miré de reojo a Dylan, lo encontré escribiendo todavía, mientras que Yu lo estaba custodiando. Tenía su cola detrás de la espalda de Dylan, mientras que sus ojos estaban fijos en mí. ―Por favor intenta imbuir tu poder en la runa de rango, así podremos saber qué rango tienes. ¿Eh? ―Oh, pero yo ya sé eso… ―susurré pensativa. Dylan comenzó a agitar sus manos y me hizo una tacha con ella cuando iba a decirles que ya sabía mi rango, así que me mordí la lengua y les hice caso, la runa brilló poco y muy pronto se volvió de color cobre. Después me indicaron que mostrara mis habilidades y señalé a Yu. ―Puedo invocar a esta entidad ―respondí―. Solo puedo invocarlo a él. ―Eso te convierte en una Invocadora de Rango F ―comentó sin mucha emoción un anciano y puse los ojos en blanco―. Felicidades. Esto fue más sencillo de lo que pensé… Después vino la parte tediosa donde me informaron todo lo que debía saber ahora que era una cazadora de Rango F que se dedicaba a invocar a sus protagonistas, aunque esto último quedó como un secreto. Me encontraba mareada, pero insistí en registrarme como una cazadora contra todo pronóstico, ya lo sabía por mi experiencia leyendo este tipo de novelas, pero el desprecio en la mirada de todos era abrumador y me sentí muy patética. No sirvo para escribir y tampoco como cazadora, ¿se puede ser más patética en esta vida, Writery?
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