13. ¿Acaso eres consciente?

1229 Words
Cierto… ellos jamás han tenido la oportunidad de demostrar que no decidieron nacer de esa forma, sino que hubo alguien lo suficientemente bastardo que los diseñó de esa manera. Pensar en algo así me hizo sentir terrible. La mera idea de recordar la emoción que yo sentía al escribir esas novelas, donde trazaba cada aspecto de mi antagonista, me hizo sentir náuseas, ¿por qué elegí hacer algo así? No lo sabía, pero tenía la noción de que solo lo hice porque fue necesario para desarrollo de mi protagonista principal. Yu Xiao pudo crecer gracias a que Antares masacró a toda su familia, cuando anteriormente era un Draco pequeño y sin poder, pero de no ser por ese suceso él jamás habría despertado, en ese caso… ¿No era yo la que había hecho sufrir a ambos? Pero de los dos, fueron los protagonistas quienes encontraron apoyo y pudieron crecer, librarse del dolor del pasado y avanzar, mientras que los antagonistas solo pudieron avanzar cada que el protagonista lo hacía, siempre yendo un paso detrás de ellos porque, como escritora, debía cuidar que mi antagonista no creciera más que el protagonista. Un villano jamás podría superar al héroe. Era algo que ni siquiera yo había decidido, pero decidí creer. En ese caso, traerlos a este mundo y darles la oportunidad de hacer lo que mejor quisieran, ¿no era lo mejor? No, ¿y si siguen causando estragos? Pero… yo los creé, yo los conozco, ¿por qué harían algo así? Miré los puntos que tenía guardados y decidí invertirlos todos en puntos de habilidad. Aumentar mi habilidad me permitía tener mayor de mis personajes, así que decidí experimentar una vez más, esta vez pensé en Antares. El antagonista que mejor podría ayudarme en este mundo, un demonio de r**a pura que creaba vórtices atómicos, pero que era igual de leal que Yu Xiao, además, él estaba aquí, así que puedo convencerlo de que no me mate y se quede con nosotros. ―Antares ―susurré su nombre y lo escribí, ahora mismo podía ver una tabla de los personajes que podía invocar. La tabla tenía solamente 5 personajes, 3 de ellos eran antagonistas y estaban con su casilla apagada, mientras que 2 eran protagonistas y tenían su casilla brillante y de color dorado. La casilla gris tenía un símbolo rojo de advertencia, quizá porque invocar a un antagonista causaría que la penalización se activara y ellos tuvieran la oportunidad de matarme. Después pensé en si mis protagonistas podían herirme, pero dado que no aparecía algo así, supuse que no. Tampoco podían irse de mi lado, por lo que estaban atados a mí. Esto sonó un poco triste. Pero Antares jamás respondió, supuse que todavía no podría hacerlo, así que me giré hacia Dylan y le pregunté si había algún lugar donde pudiera subir de nivel y mejorar. ―Hay zonas de casa, también existe algo llamado “La Torre del Mundo 87” ―Dyan sacó sus apuntes―. ¿Sabes qué es? ―La Torre… debería ser una cosa donde se deban despejar pisos, en las novelas que leía eso era y también en los juegos online que jugaba, ¿es eso? ―Sí, la Torre tiene pisos que deben despejarse cada cierto tiempo o los monstruos salen y causan estragos, dice que estos suelen tener mayor nivel de ataque, por lo que no son iguales a los que te encuentras en los portales o afuera. También, en cada piso se encuentran las zonas de caza y nivel, que son pequeñas áreas donde puedes practicar y subir de nivel. ―¿Puedo ir? ―¿Quieres subir a la Torre? ―Dylan preguntó confundido―. ¿No ibas a participar en el concurso y ver si puedes volver a casa? ―Déjala que haga lo que ella quiera ―Byron opinó―. Si la Writery quiere subir a la Torre, que lo haga, además, eso nos sirve a Yu y a mí, quienes somos los únicos que podemos pelear. ―Me refiero a que esta chiquilla es escritora, y si puede traernos aquí es porque fue capaz de tomarse 16 años para planear un universo tan complejo que incluso nosotros estamos aquí ―Dylan resaltó la obviedad del asunto y yo me encogí de hombros―. No puede pelear, no puede escribir porque se siente inferior a los demás escritores, no sabe siquiera el peligro que representa traer a sus antagonistas y mírenla, ¡ahora quiere subir a la Torre para hacerlo! ¿Cómo demonios quieren que no me preocupe y la intente negar? Quizá hoy ellos la obedezcan, pero será cuestión de tiempo para que la asesinen apenas y bajemos la guardia. ―Estás exagerando, Antares jamás lastimaría a la Maestra... ―Yu interfirió para defender a su amante y Dylan bufó exasperado. ―¿Piensas que no le hará nada, aunque tendrá la oportunidad? Incluso yo quiero golpear a Writery por la mierda que me hizo pasar en mi historia, asesinó a mis padres cuando era niño, me dejó a merced de un bastardo que me golpeaba día y noche, y después… cuando encontré a alguien que me amó tal y como era ―Dylan me señaló con el dedo índice―. Ella lo mató al final y todo porque quiso darle un poco de drama a la historia. ―Eso… ah ―Yu se encogió de hombros. ―Hizo que Antares masacrara a toda tu r**a, te torturó incluso en un capítulo de la manera más descriptible posible. Y a ti ―ahora señaló a Byron―. A ti te condenó al abismo hasta que Nico pudo sacarte de allí, ¿pero realmente fue así? Después tuviste que lidiar con todos los bastardos que se creen los reyes de nuestro mundo. ―¿Quiénes? ―pregunté confundida, dejando pasar por alto que Dylan estaba sacando los trapitos al sol. ―La Eternidad, Destino, Muerte, Universo ―cuando los nombró, me acordé de ellos y me puse pálida―. Los Guardianes de los 4 Mundos y los gemelos del Espaciotemporal, ¡todos ellos! ¿Vas a traerlos? ¿Piensas traer a todos los personajes que puedas solo porque puedes? ¿Y qué va a ser de ellos o dónde van a vivir? ¿Has pensado en eso? ―Ah… no había pensado en eso. ―No estoy en contra de que subas a la Torre, pero piénsalo mejor, Writery, no puedes traer a todos solo porque quieres conocerlos. Recuerda que una vez y nos invocas no podemos regresar a ningún lugar y tenemos las mismas necesidades que tú, desde las más básicas como dormir y comer, hasta vestir ropa y armarnos para poder luchar por ti. Una cosa es subir gracias a ti, pero también debes subir el nivel de Byron y Yu, darles equipamiento de calidad para que puedan luchar. ―O ―alcé mi libro y sonreí como una bruja―. Solo deben romper las reglas. ―¿Qué? Byron comenzó a reírse, mientras que Yu saltó emocionado y Dylan se puso pálido. ―Si aquí también existe el abismo ―alcé a Abyss en mis manos―, y no existe nadie que lo gobierne… ―Puta madre… Significaba que ya había alguien capaz de gobernarlo. Y ese era Byron, el Rey del Abismo.
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