Writery y el Mundo 87

20. Rompiendo la 1ra Regla

Fue Dylan quien me cubrió de los escombros, así que de un salto nos alejamos y salimos de la habitación con ayuda de Yu Xiao.

—¡Eso es peligroso!

—¡No sabía que podían pelear entre sí! —gritó Letta—. Debes detenerlos... ¡Writery!

Pero no podía.

En cambio, solo logré ver frente a mí un aviso de penalización

[Advertencia, dos de tus protagonistas han roto la regla #1 del Mundo 87]

[Tu penalización está activa]

Rompieron una regla, ¿cuál? ¿Cómo los detenía?

Ellos no estaban atados a obedecerme...

—Llévame con ellos —pedí a Yu—, por favor, debo detenerlos.

Byron odiaba a Allen porque por influencia suya Keiran había desafiado a su único hermano de sangre.

Byron.

Y esa relación tan hermosa que los dos habían tenido se había destrozado cuando la confianza de Byron fue traicionada.

Pero... ellos eran tan unidos que no importaba si Keiran lo había desplazado al elegir a Allen, ellos siempre estarían el uno para el otro.

Siempre.

—¡Keiran! —grité.

No podía, él todavía estaba fuera de mis manos. No soy tan fuerte, no puedo hacer nada.

Miré mi libro.

No, sí puedo, yo no soy una escritora.

—Soy una protagonista más de esta patética y mal hecha historia.

—Keiran —repetí de nuevo su nombre—. Te invoco al Mundo 87 como un humano común y corriente, retornándote a tus verdaderas raíces, poco a poco ganarás fuerzas y volverás a ser el Guardián Terrenal. Por favor, sólo por esta vez —mis ojos ardieron cuando Allen alzó una llamarada y Byron atacó con una explosión—. Solo por esta vez necesito que solo los detengas.

Su casilla se iluminó enseguida y sonreí cuando apareció a mi lado.

Sonreí, tan feliz que ignoré todos los avisos de penalización que atravesaron mi cabeza y esa presión que sentí por todo el cuerpo.

—¿Siempre que se vean tienen que pelear por algo que ya no vale la pena? —preguntó Keiran—. De verdad, ustedes son un dolor de cabeza. Deténganse, ¿no ven que la señorita está llorando de angustia y están llamando demasiado la atención?

Con eso se detuvieron.

—¿Qué le pasó a tu cuerpo...?

—Tuve que venir de esta forma, no soy distinto a Dylan.

—Un humano —escupió con asco Allen—. Genial, eres un humano.

—¿Y te recuerdo que tú también lo eras?

Torcí los ojos.

—Yo creo que debemos irnos —Byron midió los daños—. Esto es un caos.

—¡Gracias por darte cuenta!

—¡Huyamos!

No pude estar más de acuerdo, así que Byron abrió un portal y nos largamos de aquí antes de que pudiera venir alguien.

Después nos quedamos un rato en silencio.

Dylan estaba sentado en un tronco cruzado de brazos, Yu estaba haciendo su comida, Byron estaba furioso, y Allen se mantenía junto a Keiran y reía con él, feliz de tenerlo a su lado.

Yo estaba junto a Letta.

—Tienes a muchos hombres guapos y bien dotados, amiga, ¿acaso estás haciendo tu propio harem?

—¡No! Dios, solo no sé cómo des-invocarlos.

—Tenemos un grupo de 7 personas, ¿ellos pueden registrarse como cazadores?

—No tengo la menor idea, Letta.

—Leí que necesitas a 5 personas mínimo para formar tu propio gremio, ¿por qué no lo hacemos y así tenemos más oportunidad de hacer las cosas solas? Técnicamente solo debemos saber si ellos pueden ser cazadores.

—Kei y Dylan no, pero Yu, Byron y Allen, sí... —nos giramos hacia Dylan.

—En teoría deben —respondió sin dejarme preguntar algo—. Porque ellos son más personas que entidades. Las entidades aquí no tienen necesidades básicas, nosotros sí, por lógica...

—Significa que el Mundo 87 no los reconoce como invocaciones.

—Quizá es un error —Dylan comenzó a pensar—. Ya es bastante extraño que, aunque no podamos dejarte, tampoco nos controles, tenemos libre albedrío.

Entonces era tiempo de saber si realmente podían ser o no cazadores. Significaba que podrían crecer por cuenta propia y hacer muchas cosas. Sonreí con maldad.

Vaya, ¿qué clase de hack es este?