Writery y el Mundo 87

21. ¿Qué pasó?

Llegué a la conclusión de que debía hacer algo, poner en orden mi propia vida y trabajar con ella.

Si me mantenía a la deriva no iba a llegar muy lejos y atascarme sería lo peor que podría pasarme, así que comencé a hacer un recuento de todo lo que sabía hasta ahora.

No conocía este mundo en lo absoluto, aunque sabía y tenía noción de cómo funcionaba.

Estuve mirando un buen rato un anuncio sobre el concurso mientras bebía un café de mala muerte en un puesto callejero, cuando una señora se pasó a mi lado y observó lo mismo que yo.

—¿Vas a participar en esa estafa? —preguntó sin dejar de beber de su café.

—¿Pensaba hacerlo?

—Supongo que esa es la mejor respuesta que puedes darme —concluyó con un suspiro—. Me llamo Greta, ¿y tú?

—Eh... Writery.

—Y ahora que vinieron los del otro Mundo están ingresando a ese infierno sin saber lo que les espera... es una lástima, a los pobres los puedes identificar porque andan vagando sin saber qué hacer, muriéndose de hambre y siendo aplastados por los bastardos de este mundo.

—Parece que te molesta que los de aquí hagan eso.

—No es bueno... ¿eres cazadora?

—Sí, Rango D —me encogí de hombros—. Yo soy una simple pastelera, mis comidas no son tan buenas, pero pueden servirte.

¿Comidas?

—Una cazadora pequeña como yo no puede permitirse comidas, no tengo mucho dinero.

—Hay una expedición hoy en la noche y buscaban recolectores, irán a limpiar una instancia donde se vio un monstruo raro y como está cerca de la Torre... Bueno, urge.

Le hice un ademán a Dylan con la mano para que se acercara.

—Dylan, hoy hay una expedición, ¿por qué no vamos? Queda cerca de la Torre y urge.

Dylan captó enseguida mis palabras y sonrió a Greta, robándole toda la información que pudo.

Me sentía mal por esta mujer, pero necesitaba toda la información que me había soltado a medias.

—¿Tú también eres cazador?

—Apoyo —Dylan respondió sin dudar—. ¿Y usted?

—También soy apoyo, aunque me especialicé en la gastronomía, ¿tú qué haces?

—Creo enlaces con las personas, de esta forma las mantengo estables en los momentos de crisis.

—Oh, eres un Sanador, de ustedes hay muy pocos, pero siempre son buscados cuando ellos bajan de la Torre.

—¿Los Artistas?

—Sí, este concurso ha sido raro desde el inicio, ¿no lo creen?

—Desde que no se anunció nada más —Dylan continuó respondiendo para evitar que yo metiera la pata—. Hay muchos Artistas que ya comenzaron a colapsar porque no pueden adaptarse a este cambio.

—¡Verdad! A mí me pareció raro que ni siquiera hicieran la invitación para la Torre y las pláticas.

—Sí, ni siquiera les explicaron sus habilidades, solo les invitaron al concurso... dicen que uno de los Ancianos solo les dijo que debían escribir, pintar o cantar y con eso sería suficiente.

—Eso es una estupidez, el concurso es un evento más del Mundo 87, si bien aquí dominan las letras e historias, ¿por qué mentir de esa forma? ¿Los quiere ver muertos acaso?

No... no era así.

Si lo pensaba más a fondo, durante su explicación a él se le notó confundido, apurado por darnos la bienvenida y ansioso por irse. Quizá no pudo notarse a simple vista porque había un aura divina a su alrededor y su rostro estaba en su mayoría cubierto por una capucha. Pero estaba que se moría por lagarse cuanto antes.

Su anuncio consistió en explicar que el Mundo 87 estaba colapsando, pero no parecía ser el caso.

¿Acaso algo le había pasado al Dios del Mundo 87 y por eso todo esto era demasiado confuso?