Su rostro estaba cubierto de lágrimas – no me enviaste un mensaje, me quedé despierta esperando y no lo hiciste.
El chico de cabello teñido de rubio se pasó la mano por el cuello – me quedé dormido, en una semana tengo revisión de la tesis, no puedo pasar el tiempo hablando contigo.
La chica exhaló un gemido – yo también estoy haciendo mi tesis, trabajo medio tiempo, cuido a mis hermanos y encuentro el momento para enviarte un mensaje.
– Tienes razón, lo siento – acarició su mejilla y la abrazó.
Y la escena siguió, para los observadores nuevos era una escena romántica, pero para los recurrentes, era algo común, desde la preparatoria ellos fueron nombrados, ¡la pareja del salón!, peleaban y regresaban tan seguido que dejó de ser noticia y ya nadie se sorprendía de verlos gritándose o be
