Capítulo 12
Lo siento, pero… yo nunca…
Instintivamente abandonó su abrazo y quiso alejarlo, pero, sintió lo que le estaba haciendo tan delicioso y emocionante que, en lugar de apartarlo, tomó su cabeza y lo acercó más a ella, instándolo a continuar chupando con más fuerza, quería que se pegara de sus senos, que los chupara juntos, y también deseaba gritar, pero no sabía que podía gritarle… de pronto ese líquido que antes había sentido un poco vergonzoso porque salía de esa parte más íntima de su cuerpo que nadie, antes de Sebastián había mirado y tocado, ya no le pareció tan molesto; pues, este hombre inmediatamente comenzó a acariciarla en ese lugar tan privado con su enorme herramienta, usando este mismo líquido como lubricante… y definitivamente mirarlo hacer eso con esos lujuriosos o
