A veces las cosas no salen mal porque pueden salir mal, salen mal porque deben salir mal. —Irina —Alek estaba de rodillas buscando bajo la cama—. Sal, ya me cansé de este juego. —No te cansaste de este juego, estás cansado porque no te dejan ganar —dijo Will el primo menor de Jasha. —Cómo sea no es tu problema —Alek no le agradaba mucho el chico, pero es que a veces lo veía usando su bicicleta y sus juguetes, unos que él nunca había tenido por la pobreza de su madre y sus pocos recursos, así que aunque tenía casi 12, los usaba como si fuera un niño pequeño. —Alek —dijo Irina saliendo del baño y con ojos de que lo iba a reprender—, esa actitud no es para nada agradable. —Pero es que no me agrada —dijo el niño con molestia y refunfuñando. Will sonrió de medio lado, era una sonrisa tris