Todos los clientes del bar rodearon al chico de la rosa roja, esperando una respuesta. Pasaban los segundos y Susana seguía sin decir nada… De reojo le dio una mirada a Marco, que parecía estar esforzándose por mantener una perfecta cara de póker. No tenía que hacerlo, ¿por qué miraba a alguien que no sentía real interés? ¿Acaso creía que porque Adriano se interesó en ella, él iba a dejar a Vanessa? No, eso era ridículo y lo sabía… pero no pudo evitar mirarlo antes de responder. La esperanza parecía crecer en el pecho de Marco. ¿Le diría que no? Eso esperaba con ansias. Para su mala suerte, Vanessa comenzó a llamarlo en ese preciso momento. Tratando de esquivar a todos los que rodeaban la escena romántica, subió y se colocó en el balcón para observar lo que ocurría... y luego, le