Marco tenía demasiadas emociones combinadas en la cabeza como para estar tranquilo. Primero, aún le rondaban esos incontrolables celos por la escena de Adriano y Susana, como si de repente quisiera proclamar a los cuatro vientos lo que había pasado entre ellos, olvidarse de Vanessa para siempre y arrebatar a la castaña de brazos del basquetbolista. Segundo; no sabía exactamente que sentía en esos momentos hacia su hermano o Vanessa, y tercero y más importante… acababa de descubrir que Martín Ojeda era el amante de Karen, novia de Eduardo, su mejor amigo. Todo eso era para hacer colapsar su cerebro de emociones limitadas… pero, decidió calmarse y pensar en frío. Se quedó de pie fuera de la oficina de Martín, observando el bar, los clientes, cómo Daniel peleaba con un ebrio… a Susana li