ANTIQUUS: El misterio de la torre

Capítulo 5: Atrapado

A través del espejo, la caída de Timothy se proyectó en paralelo al evento. —De todas las opciones, eligió el laberinto de los mecanismos —vociferó la voz perversa desde el interior de una cámara sumida en la oscuridad. Lo único visible en la escena era la tenue luz que emanaba de los espejos y unos enormes ojos amarillos con pupilas rojas, que brillaban como un par de llamas danzantes en carbones ardientes. A su vez, la garra emergió nuevamente de la penumbra, tocando la superficie de la imagen. —Dado que más de un tercio de los ratoncitos restantes han optado por ese camino, he de suponer que es la opción más inteligente —expresó con ironía. —No, no, no, no, no... Pronto todos ellos aprenderán que en este mundo no existen los atajos fáciles—.

Descendiendo por lo que pareció un tobogán durante algunos minutos, el recorrido de Tim llegó a su fin cuando, de la nada, atravesó una pared y cayó de bruces en una habitación. Magullado por la caída, intentó ponerse de pie nuevamente. Afortunadamente, el impacto no fue tan intenso y no tenía ningún hueso roto. No obstante, era evidente que no estaba del todo bien. Su cuerpo aún sentía los efectos del choque, obligándolo a apoyarse en una de las paredes de la habitación. Aunque denominarla "habitación" sería exagerar la situación. En ese momento, estaba en una cámara de ladrillos grises, de dimensiones 4x4 metros, sin ventanas ni puertas. Lo único presente en ese lugar era el agujero en una de las paredes por donde había caído y una antorcha fijada en la pared opuesta. O al menos eso había sido hasta ese momento, ya que de repente, incluso el agujero comenzó a cerrarse, dejando la pared intacta, igual al resto.

Manteniéndose con gran esfuerzo en pie, dejó caer la mochila y respiró profundamente, soportando el dolor. Se alejó de la pared, tratando de dar algunos pasos, pero inevitablemente volvió a caer como un cervatillo dando sus primeros pasos. No obstante, esta vez extendió sus manos para frenar ligeramente el impacto de la caída. A pesar de ello, se encontraba nuevamente en el suelo. Apoyando una pierna e impulsándose con las manos, intentó levantarse nuevamente. Sin pretender caminar, su objetivo era simplemente mantener el equilibrio. Algo tan simple, pero tan difícil que en ese momento parecía una proeza absoluta. A pesar de los desafíos, logró mantenerse en pie.

—Vamos, tú puedes —se animó a sí mismo y se forzó a caminar. Tambaleándose como una hoja mecida por el viento, Tim avanzó de una pared a otra. A medida que caminaba, el dolor disminuía gradualmente con el paso de los minutos, hasta volverse casi imperceptible. Fue solo en ese momento que decidió detenerse a descansar.

De pie en el centro de la habitación, Tim contempló el lugar con mayor detenimiento. En efecto, se encontraba en una habitación completamente cerrada, al menos a simple vista. Sin embargo, mientras deambulaba de un lado a otro, notó algo que llamó su atención. En el suelo, justo en una de las esquinas de la habitación, sobresalía una pequeña r*****a. Al acercarse, se dio cuenta de que conducía a un espacio muy reducido, del cual emanaba una suave corriente de aire. Todo indicaba que se trataba de un arcaico sistema de ventilación. Mientras observaba la rejilla, fue sorprendido por una rata que pasó corriendo por debajo de ella ¡asustándolo al instante!

Dejando de lado la situación con el roedor. Intento levantar la rejilla con sus manos, sin obtener ningún resultado. Estaba firmemente unida a la roca del suelo, y era practicante imposible levantarla. Sin ninguna otra opción, continúo rebuscando en la habitación. Necesitaba encontrar una forma de salir cuanto antes de ese lugar.