Steph se sentía nerviosa y no paraba de sonreír como tonta. Desde que salió del edificio tomada del brazo de Chung-Ho no había podido emitir palabra, solo sonreía y asentía con la cabeza a todo lo que el chico le comentaba. Steph quería poder tener una conversación normal con el joven, pero su timidez una vez más le ganó la partida. Sin embargo, a Chung-Ho no pareció molestarle la situación, por el contrario, parecía intentar hacerla sentir tranquila con sus palabras y en ningún momento la presionaba para que dijera algo. Era muy dulce y amable, justo como Lorena le había dicho. La caminata hacia la cafetería estuvo bastante tranquila. Iban caminando despacio por la calle mientras Chung-Ho le contaba cosas triviales que se le ocurrían. Algunas sobre los árboles, otras sobre autos y en ge