Después de su desastroso encuentro de la mañana y la reprimenda que recibió al llegar al trabajo, el día de Steph había transcurrido de manera “normal”, bastante aburrido a decir verdad, salvo por el detalle de que había decidido que no se dejaría ver por el vecino nuevo nunca más. Así que al llegar a la entrada de su edificio luego de salir del trabajo, miró con cautela a su alrededor e ingresó despacio tras asegurarse de que no había nadie en el pequeño lobby. Se paró frente a la escalera y tras un respiro profundo, emprendió la carrera hacia arriba a toda velocidad. Iba deseando en su interior no encontrarse con aquel chico. Corrió velozmente hasta el último piso. Corrió tan rápido como pudo y comenzaba a sentirse victoriosa al visualizar los escalones finales cuando escuchó el sonido