Hadassa se sentó en el sofá, ella está tan descolocada que no puede más que pensar en como ese hombre explotó y al contrario de tratarla mal él simplemente le dejó en claro cuanto la quiere. Horas, habían pasado horas y Baylor no llegaba, Hadassa se desesperó y preocupó, llevan conviviendo muy poco, pero ha sido lo suficiente como para conocerlo bastante bien, sabe que no puede controlar su ira y es capaz de hacer una locura. Ella estaba deseando salir de la cama e ir a buscarlo, pero el saber que él solo deseaba que ella descansara la detenía, tampoco quería enojarlo más. ―Baylor. ―Se sentó al verlo entrar. ―Dios, estaba tan preocupada, yo… ―El beso la calló, Hadassa se asombró por esa reacción, pero dejándose llevar y dándole permiso a su corazón para sentir lo que su cerebro le habí