―Baylor… ―Jadeó complacida, estar entre los brazos de ese hombre es como estar en el paraíso de la lascivia y es tener un descanso profundo y asegurado. ―Déjame dormir un poco más, te lo suplico. ―Baylor besó su cabeza, esa mujer lo vuelve completamente loco.
―Cuando volvamos no podrás salir de la cama después de las doce. ―Le recordó. ―No te has alimentado, conejita, nuestro hijo necesita alimentarse. ―Hada abrió los ojos.
―Faltan algunos días para volver, ¿Por qué no me dejas disfrutar algo que no haré nunca más? ―Baylor rio en su oído, provocando una corriente en el cuerpo de su esposa.
―Tendremos vacaciones, ¿Crees que la realeza no descansa? ―Ella lo miró a los ojos.
―Son personas muy ocupadas, ya me has hablado de todo lo que debo hacer y es muchísimo, ¿En serio me van a educa
