—¿Quién lo amó… realmente…, quiero decir, cuando era joven… un niño? —¡Nadie! ¿Te da eso la pauta que necesitas para analizarme más correctamente? —¿Nadie? —Mi madre murió cuando nací. Mi padre jamás me perdonó haber sido el instrumento, aunque involuntario, que provocó su muerte. Mi hermana se fue a vivir con una tía, donde creo que fue feliz y yo crecí en Ryde, en esta casa. —¿No lo quería su padre ? —Creo que me odiaba. Pero era su heredero y estaba determinado a disciplinarme. Podría decir que sólo lo veía cuando enviaba en mi busca para castigarme. —Pero, ¿no había otras personas que le tuvieran afecto? Tal vez su niñera. —Mi padre tenía un genio incontrolable que empeoraba con la edad. Se desquitaba con su hijo y sus sirvientes, pero, como yo no podía renunciar o ser despedido