6. Soy una estupida

1534 Words
Danilo Ferrer Me encerré en mi despacho, tenía muchas cosas en que pensar. Llevé mi dedo indicé y a mis labios, rememorando el beso de hace unos momentos. Una sonrisa apareció en mi rostro, me llevé las manos al rostro, de pronto me sentí emocionado. Ella, Sally, la única mujer que desde mi ex esposa, me había hecho dudar de tantas maneras sobre mis sentimientos, me iba a dar un hijo, cumpliría mi sueño de ser padre. No lo podía creer, en estos momentos mi cabeza daba vueltas, me sentía como un adolescente haciendo mil planes. Siempre había sido un hombre conservador y no me molestaba la idea de casarme con ella, incluso que llegáramos a formar la familia que tanto anhelaba. Pero antes de eso necesito resolver algunos asuntos. Escucho que alguien llama a la puerta. —Pase… Está se abre, es Elena. Tiene el rostro serio, no tengo humor para recibirla, pero siento que debemos hablar sobre el compromiso que habíamos pactado y no se podrá llevar a cabo. —Danilo, ¿Podemos hablar? —Siéntate… Elena es la hija de Enrique, mi secretario de economía, relaciones exteriores y mi mano derecha. Elena ha sido mi asistente durante todo estos años en los que he estado en el poder, es una joven de 26 años, altiva, inteligente y responsable. Ella me mira inquisitiva. Entrecierro las cejas esperando a que sea ella quien tome la iniciativa de la conversación. —Yo… quiero que sepas que la noticia sobre Sally Brin, me ha tomado por sorpresa, pero también pienso que deberías pensarlo dos veces antes de casarte con ella, por lo que ha dicho papá ella no sabe nada sobre ser la primera dama del país, no está preparada, además Javier mencionó que ella te sedujo se metió a tu cama… —Elena, basta, tú no sabes cómo sucedieron las cosas —refutó. Me molesta que hablen de Sally como si fuera una mujerzuela. Es la madre de mi hijo. Baja la vista frunciendo los labios. Chasqueo la lengua, le tengo aprecio, es una buena mujer, me pongo de pie, acomodo mi saco y caminó hasta la silla donde esta sentada. —Sé que tus intenciones son buenas, al igual que yo también te interesa cambiar al país, pero nuestro matrimonio era algo a conveniencia, no era verdadero. Alza su vista mirándome, no se por que presiento que mis palabras la hieren. También se pone de pie. —Para mí no era una farsa, desde que te conocí he estado enamorada de ti Danilo —pasa saliva, ¿enamorada? —pero todo mundo te ve como un hombre frío y solitario, yo pensé que conviviendo tal vez podías fijarte en mí de otra manera, ¿Por qué con ella? ¿Qué tiene de especial? La miro inmóvil. —Nada… ella no tiene nada de especial, me casaré con ella por mi hijo, yo soy un hombre que ya no puede amar, lo siento si en algún momento te di pie a que pensaras lo contrario, yo no se amar, Elena, esa es la verdad. Toma mi rostro con ambas manos y me besa, tomó con mis manos las suyas, la aparto. —Algún día te darás cuenta que yo soy la mujer ideal para ti, Danilo. Elena se da media vuelta saliendo de mi despacho. Sally Brin Me alejo rápidamente del despacho de Danilo, había bajado por que sentía demasiada sed, mi garganta estaba seca después de aquel beso, aún no se me bajaba la calentura, no sabía dónde quedaba la cocina, pero Danilo había dicho que estaría en su despacho y creía saber donde estaba, todos los despachos siempre están en la entrada de las mansiones así que me decidí a bajar. La puerta estaba entreabierta, eché un vistazo ya que se escuchaban voces, Elena estaba con él, me acerqué despacio, sabía que no debía escuchar conversaciones ajenas pero esa mujer me intrigaba demasiado. Escuché su conversación y vi cuando se besaron, un escalofrío me recorrió toda la espalda entonces me alejé lo más rápido que pude de ahí. Divisé el comedor y lo atravesé, mi pecho se sentía agitado, seguí caminando hasta que al fin vi un puerta de madera con un cristal redondo, era la cocina. Entre llenando un vaso con agua rápidamente, bebí hasta el fondo. —Sally Brin… —la voz a mi espalda provocó que soltará el vaso con agua y cayera al suelo rompiéndose en mil pedazos además de gritar como loca. Me di media vuelta. Hice una mueca, me había encajado un pedacito de vidrio en el pie. Frente a mi estaba Elena. ¿Sabría que los vi besándose? —Elena, me asustaste… Ella hizo una mueca tratando de sonreír. —¿Qué haces merodeando por ahí a estas horas de la noche? Miro al suelo, veo como de debajo de uno de mis dedos del pie corre un pequeño hilo de sangre. —Estaba buscando a Danilo para que me dijera donde esta la cocina, tenía mucha sed… —Ya… imagino que tipo de sed… —lo último lo murmura, frunzo el ceño, alcance a escuchar lo que dijo y eso me molesta, todos en esta casa creen que soy una mujerzuela. Me enderezo. —No es lo que piensas, siento tanto haber echado a perder tu compromiso con Danilo por que puedo notar como le miras, lo quieres, yo no sabía… —Entonces vete y no regreses que aquí para nadie eres bienvenida ni si quiera para Danilo, eres una carga, no te das cuenta—dice dándose media vuelta molesta. Me quedo pasmada ante lo que me ha dicho. —Espera Elena, ¿puedes acercarme una escoba por favor? Creo me he lastimado el pie, necesito limpiar los vidrios del suelo el vaso se rompió en muchos pedazos —le pido con la voz más amable que tengo, estoy descalza y no quiero hacerme más daño. Baja la vista mirando el pequeño hilo de sangre que corre de mi pie. —Hazle como puedas, así como dices que esperas un hijo de alguien que hasta ahora era estéril —suelta con enojo. Mis ojos se abren a unos enormes. Es claro que no piensa ayudarme. Espero a que se marche, luego intento moverme, pero la luz tenue de la habitación no me ayuda mucho para ver que no pise más vidrios, todos quedaron esparcidos a mi alrededor. Estoy a punto de dar un paso rezando por que no me encaje otro pedazo, cuando escucho la voz de Danilo que me llama —¡Sally! —exclama preocupado. Al ver todos los pedazos de vidrio en el suelo Danilo me levanta en brazos, camina conmigo escaleras arriba, me sorprende lo fuerte que es. Cuando entramos a la habitación me sienta en el borde de la cama. Saca su móvil con rapidez. —¿Qué haces? —preguntó. —Llamo al médico, te has cortado, ¿Qué estabas haciendo? —Fui por un vaso con agua, tenía mucha sed, el vaso se me resbalo de las manos, sólo trae algo de alcohol y unas gasas, soy doctora puedo curarme, ¿recuerdas? Danilo me mira, pestañea un par de veces. —A veces lo olvido, por aquí tengo un botiquín —camina hasta el baño, trae una pequeña cajita. Me la entrega en las manos. Saco un algodón, unas pinzas y alcohol, retiro con paciencia el vidrio que tengo clavado en la capa superior de la piel de mi pie, duele, hago una mueca. Danilo se sienta a lado mío, su cercanía me pone tensa. —¿Te ayudo? —pregunta, sin duda él es todo un caballero. —No, gracias, mejor dime algo… Alza una ceja. —¿Alguna vez te acostaste con Elena? Veo como mi pregunta lo sorprende, se queda callado. Su rostro me da la respuesta. —Si —suelta —¿Por qué la pregunta? —No se por que siento que aquí salgo sobrando, no tienes por que casarte conmigo por compromiso, en serio, ni si quiera te he dicho que lo haré. Danilo se pone de pie. —Eres demasiado terca… —No me casare con alguien que no es capaz de amar… El rostro de Danilo se vuelve gélido. —¿Escuchaste mi conversación con Elena? —Escuche por accidente. —No me gustan las mujeres que se toman atribuciones que no les pertenecen, una cosa es que nos casemos y otra que pienses que le voy a entregar mi corazón a alguien con quien he pasado una noche de sexo, no eres alguien especial en mi vida. Me quedo con la boca abierta, la crudeza de sus palabras me penetra como si fueran flechas. El se va y yo me quedo en la cama. Termino de curarme, sólo esperare a que amanezca para irme de este lugar, no debí venir, debí haberle enviado una carta o una llamada, lo que fuera pero no buscarlo, todo esto ha sido un error, una lagrima cae de mis ojos, tal vez es que me hice ilusiones vanas. ¿Es que muy dentro de mi interior pensaba que al enterarse que tendríamos un hijo se enamoraría de mí? Soy una estúpida.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD