Rita salió de la habitación y cerró la puerta al salir, apoyó su espalda contra el revestimiento de la pared, cruzó los brazos y preguntó. _ ¿Qué pasa? _ Ya te has asomado a la ventana. _ Aún no. _ Está lloviendo a mares, no creo que vaya a parar pronto. _ Así no podremos continuar con nuestro viaje, tendremos que esperar hasta que la tormenta pase. _ Si, pero me preocupa un poco como nos retrasará ésto. _ Serán dos días de retraso si no deja de llover, pronto llegaremos al bosque donde están los bandidos así que no podemos viajar de noche, eso sería peligroso. _ Estamos en un aprieto. _ Bueno, lo importante es que lleguemos, dos días de retraso no será la gran cosa. _ Supongo que tienes razón, bajaré a la taberna a desayunar, me muero de hambre. Rita vio una marca roja en el c