Capítulo 6:
Liam
Me encontraba completando mis apuntes, pronto debía rendir un exámen y quería estar preparado. Estaba por terminar el resúmen cuando oí gritos e insultos en la planta baja.
Dejé mis cosas y bajé rápidamente, me sorprendí al ver a una mujer de cabellera oscura y ojos verdes, delgada y vestida como una ejecutiva en el living. Lo más sorprendente era ver a Lia llorar ante su presencia y a papá muy molesto.
-¿Qué está pasando? -pregunté.
Mamá me miró y se acercó a mi sin llamar la atención del trío que estaba envuelto en una discusión. Noté en sus ojos angustia y un nudo comenzaba a formarse en mí garganta, no entendía nada pero todo demostraba que lo que sucedía sin dudas era malo.
-Ella es la mamá de Lia, hijo. Su nombre es Mia. -murmuró mamá y asentí.
-¿Qué hace aquí? -pregunté.
-Viene por Lia. Es su madre después de todo... -respondió.
Fijé mí vista en Lia y algo se accionó dentro de mi al ver las lágrimas empapar su rostro, no dejaba de temblar y algunos sollozos escapaban de sus labios. Quise acercarme y estrecharla entre mis brazos, verla así me sentaba mal.
-¡Sal de mí casa! -levantó la voz Logan-.
-¡Me iré pero con mí hija! -respondió la tal Mia.
-Es mí hija también, ya me arrebataste muchos años de su vida no te permitiré ni un minuto más. -gruñó Logan.
Miré a mamá y ella negó al ver mis intenciones, planeaba intervenir. Esa señora debía dejar en paz a Lia, así sólo le hacía daño.
-¡Basta! -exclamó Lia y cayó al suelo de rodillas-. Por favor...
Logan miró a mamá y ella asintió. Entendí que llamaría a la policía cuando noté que tomaba el móvil entre sus manos. La situación cada vez era peor.
Papá consolaba a Lia y la que se hacía llamar madre de ella miraba todo con impotencia y furia. Claramente no le agradaba la idea de ver a Logan y Lia tan unidos.
Pasados unos minutos, dos oficiales ingresaron a la casa y tomaron a Mia. Los mellizos no entendían nada y miraban todo asombrados e incluso algo asustados.
-Tiene derecho a permanecer en silencio, todo lo que diga puede y será usado en su contra. -dijo un oficial al esposarla-.
-¿Pero qué...? ¡Están locos! ¡Sueltenme! -chilló la mujer.
Cuando se la llevaron un ambiente tensó y pesado quedó en el living de casa. Mis ojos fueron a Lia quien aún sollozaba en los brazos de papá. Me sentía impotente, esa mujersuela había llegado a perturbar y lastimar a mí hermanastra.
-Iré al juzgado, comenzaré el juicio por tu tenencia. -dijo papá a Lia y ella asintió.
Oí el timbre de casa y maldije, había olvidado que hoy debía irme a la casa de Landon. Joder. Me encaminé a la puerta y bufé al verlo. No mal interpreten, lo quiero, es mí padre después de todo pero no me va eso de tener cuatro medio hermanos de distintas madres.
[...]
Lia
Sentía que el mundo se había detenido y que las cosas amenazaban con cambiar de rumbo y de mala manera. Todo estaba bien, comenzaba a integrarme, a adaptarme y pasa ésto.
Papá besó mí frente, tomó su chaqueta y salió de casa. Iría al juzgado de eso no había dudas. Sentí unos cálidos y fuertes brazos envolver mí cuerpo, miré a Liam que me abrazaba y sonreí débilmente.
-Vamos a arriba, peque. -murmuró y asentí.
Miré algo aturdida al hombre de cabello castaño y ojos verdes que había en el living, tenía un leve parecido a Liam. Hablaba Con Rachel mientras el rubio me llevaba escaleras arriba.
-Gracias. -dije a Liam ya una vez en mí habitación.
-De nada.
Recordé el mote afectivo que había usado y por un momento sentí un extraño calor en mí corazón. Me había llamado "peque" cuando siempre me trataba de niña, mocosa o simplemente por mí nombre.
-¿El hombre de abajo es tu padre? -me atreví a preguntar.
-Sí, Landon es mí padre. -respondió.
Asentí y suspiré, de repente me sentía cansada física y mentalmente. Me pesaban los párpados, veía borroso. ¿Por qué me sentía así? ¿Qué me estaba pasando? Liam que estaba por salir de la habitación,volteó a verme y se acercó rápidamente.
-¡Mierda, Lia! -exclamó y me tomó entre sus brazos.
-Li...am...
-No te duermas joder, no lo hagas. ¡Aguanta! -dijo mientras bajaba los escalones de la escalera torpemente conmigo a cuestas.
-¿¡Qué ha pasado!? -oí la voz de Rachel.
-Está por desmayarse. -oí la voz de Landon, padre de Liam.
-¡Haz algo! -gritó Liam.
-Subela al auto, la llevaremos al hospital. ¡Muévete! -ordenó el hombre.
Mi cuerpo comenzaba a adormecerse, no sentía mis extremidades y los sonidos se escuchan muy lejanos a mí. Miré a Liam y me sorprendí al notar cuán guapo era. Su cabello rubio caía sobre su frente y sus grandes ojos azules brillaban. A pesar de que veía borroso nada me impidió admirar sus rasgos bien definidos.
-Lia... Mierda, por favor no te duermas. -pidió en un susurro.
Quise hacer caso a su pedido, resistir un poco más pero me sentía muy débil. Habían sido demasiadas emociones en un momento, además de que mí cuerpo era débil gracias a mí mala alimentación.
Lamenté el no poder decirle que todo estaría bien, lo miré una última vez y permití que la oscuridad me llevara.
-¡Lia!
Continuará...