CAPÍTULO IV Richard y Natalia salieron juntos de las caballerizas rumbo a la casa. Todos habían estado montando y Meta se quedó a dar algunas instrucciones a Abbey. Mientras se dirigían hacia el patio, Richard descubrió unos patos en el lago que antes no se encontraban allí. Pensó que debía ir a verlos. Natalia lo acompañó. Cuando se acercaron, vieron que eran de una especie diferente a las que había en los lagos. Era evidente que procedían de algún estanque o de un río. —Son muy bonitos— dijo Natalia—, así que yo no los espantaría. —No tengo intención de hacerlo, porque estoy encantado, como usted, de que hayan venido a visitarnos. —¿Realmente está encantado de tenernos aquí a Alexis y a mí?— preguntó Natalia —Hacen muy feliz a mi hermana, por un lado— contestó Richard—, y yo s