Me cuesta respirar, pensar y hablar, todo al mismo tiempo con la confesión de Emilia. Las cosas que me estaba insinuando de Enzo eran terribles, una peor que la otra. Que hubiese viajado hasta acá para impedir su boda con Diego, con ella evidentemente embarazada de él. También eso de que no dejaba ir a las mujeres que habían tenido algo con él, y más horrible todavía, que él y ella habían tenido algo. —¿Ustedes fueron… — trago — pareja? ¿Hace cuánto? ¿Cómo fue? —Un infierno fue… — esta asegura y moja mucho los labios con su lengua — Como me imagino ha sido tu… aventura con él. De que Enzo me ha lastimado el corazón, eso no hay duda, pero tampoco describiría como una tortura lo que había tenido con él. Ridículamente me doy cuenta de que lo extrañaba. —No lo llamaría infierno, ambos la p