El tiempo transcurre como se le da la perra gana algunas veces. De eso he estado aprendiendo las últimas semanas con mi propia vida. Nada fuera del estándar distorsionado que es mi vida desde que alcancé la fama. He filmado distintas escenas de Miranda en Francia y España. He hecho como 10 sesiones fotográficas en Nueva Zelanda, Tailandia, Filipinas y Canadá. He dado tantas entrevistas sobre mis gustos de moda o vida sentimental, que he parado de contarlas ya. En cada una de esas entrevistas se repetía el mismo patrón de mentiras y misterio que mi agencia me encomendó. Di mucho pero no digas nada, sé evidente pero no fácil. Mi actitud debía estar diseñada a tirar flechas, como si esto fuese una guerra, y dar a entender que tenía algo con Oscar. ¿Tenía algo con Oscar? Más o menos. Tirar