La primera lectura del guion de Miranda correspondió a todas mis predicciones. Una a una se fueron cumpliendo en esta mañana de trabajo y lo único que me quedaba era soltar suspiros imaginarios. Pero imaginarios, porque no podía hacer mis caras durante estos instantes. Instantes que por fortuna están a poco de acabar. Todo el elenco más miembros importantes de la producción estamos sentados en una mesa ovalada. Cada uno con su propio guion, impreso o en su tableta como era mi caso. Era más práctico para mí así debido a que no es el único guion que tengo que aprenderme estos meses. Venían más proyectos, tanto en algunas participaciones en series como comerciales. Ahora mismo el infame James, el director al que tanto le hui está dando palabras motivadoras sobre su proyecto. La mayoría le