»Durante la mayor parte de la vida de una estrella, el principal combustible es de origen nuclear a través de la fusión de los núcleos de los átomos: primero el hidrógeno, luego el helio, y después otros. La masa, después de la fusión, es menor que las masas iniciales; la diferencia es transformada en energía según la famosa ecuación de Einstein. El proceso por el cual se extrae energía es parecido al de la bomba de hidrógeno; con la salvedad que en el caso de estrellas, la combustión está controlada por fuerzas que actúan en su interior. Los elementos químicos más pesados que el helio sólo pueden ser sintetizados en el interior de la estrellas. Estás, al explosionar, diseminan el material procesado que, a su vez, da lugar al nacimiento de estrellas de nueva generación con más metales en su composición química. El hierro de la hemoglobina de la sangre o el calcio de los huesos sin producto de la nucleosíntesis estelar. Las estrellas también extraen energía de la auto gravitación, como por ejemplo, cuando una estrella es muy joven, casi toda la energía viene de la contracción gravitacional.
Justamente lo que pasa con la estrella en el sistema Barshee, llamada "Leónidas", solo era un bebé y aun así fuimos capaces de Terraformar el planeta Einity, un territorio desértico, con clima cálido.
∆∆∆
Despierto con una pesadilla nueva y estiro mi brazo derecho para ver que este intacto, no como el izquierdo que lo perdí por boca de un Dinomonstruo en Salvaje.
Trago saliva.
Mientras los jadeó y el sudor me acompañan en la mañana, vaya que hace calor y eso que el aire acondicionado está al máximo, pero creo que soy yo la que está ardiendo y con mi respiración errática no puedo controlar el termostato de mi cuerpo.
«Ansiedad».
Es lo que me grita mi cuerpo.
«Dolor».
Es lo que sigue luego.
Aún después de perder mi brazo izquierdo hacia casi dos años sigo sintiendo ese tremendo dolor cada vez que lo recuerdo y revivo con claridad mis sueños.
Por fin tomo el control de mi misma. Me vuelvo en la cama para ver la hora y aún era muy temprano.
» 04:56 AM
—Mierda—Digo en voz alta al poner la muñeca de mi brazo robótico sobre mi frente—Duele como si estuviera pasando otra vez.
—¿Qué está pasando otra vez?—Puedo oír la voz sutil de Rem afuera de la puerta bien reforzada.
—Está muy temprano—Digo obstinada puesto que el sonido que hacían en la cocina aturdían a mis oídos biónicos.
—Mira Alanys si vas a pasar todo el día durmiendo—Refunfuño—¡Mejor dímelo de una vez para no hacer comida, porque esclavo tuyo no soy! Buen tiempo—Gritó tras la puerta.
Siempre me pareció que Rem tenía el típico carácter de chico púberto emulando el papel de madre soltera, así que lo deje tranquilo, porque se tomaba la libertad de preocuparse por mí.
—¡Lárgate mejor!—Me cubrí con las sábanas de tal forma que la luz no me molestara en la vista, la única luz de las lámparas en el techo que eran capaz de inundar mi habitación, porque no había ventanas.
«Ninguno de esos mocosos me respeta y yo soy la que les da el sustento» Me digo a mi misma para tener en que pensar.
Cierro los ojos para concebir el sueño.
Entonces escucho un nuevo golpe en la puerta, esta vez viene en una seguidilla muy bulliciosa y luego resuena la voz chillona.
— ¡Alanys tu patrocinador quiere hablarte!—Es la voz de la pequeña Kacknnis.
¿Por qué los niños gritan tan fuerte y son tan enérgicos?.
—¡Podrían dejar de molestar de una vez!—Grito mientras me levanto de la cama con una cólera implacable—¡¿Qué esfínteres quiere?!—Agredo después de abrir la puerta abruptamente y observar que está Kacknnis y Howl.
Chasqueo la lengua, me guardo mi vergüenza y sonrió de medio lado.
—Buen tiempo, Alanys—Sonrió tan encantador como siempre.
—¿Qué?— Espetó.
—¡Qué mal educada eres!—Grita Kacknnis — No ves que es guapo y elegante, además viene hasta este pinche desierto a verte—Me regaño con gruñidos, los típicos gruñidos que acompañan a los Chihuahuas y una vez vuelve a verme vira los ojos, mientras se va a otra estancia.
—Pasa Howl, es muy temprano aun—Me recuesto del portal de la puerta metálica y veo hacia el pasillo con aspecto futurista desteñido y todo oxidado por culpa de la arena.
Una vez dentro cierro la puerta y le pido que se siente en uno de los sillones que tengo en la sala de mi habitación, luego me hacer al mini bar y me propongo a servir un trago.
—No tomo a estas horas Alanys—Me dice en tono mandón.
—No es para ti Howl—Increpo al mirarlo con obstinación.
Él me sonríe como siempre tan amable y atractivo, presumiendo sus labios rosados y bien definidos, formándose en su rostros las típicas líneas fuertes y masculinas, con sus pómulos resaltados y las largas pestañas en sus párpados perfectos, con esos iris de un tono grisáceo y la maña impresa en sí de remojarse los esponjosos labios, su cabello pintado de azul peinado hacia arriba como el típico Rockstar.
Pienso severamente, que le hice al Destino para haberme juntado con esa alimaña.
Se posa hacia adelante colocando sus antebrazos sobre sus piernas y toma sus manos como si me fuese a plantear una situación crítica.
—Vine a Einity porque... Ya tienes un año sin aceptar ninguna misión, no te puedo mantener así como así, si no haces tu trabajo Alanys—Me mira con preocupación —Entiendo que tu brazo haya Sido un daño colateral en la Colonia 523, pero no puedes echarte a morir solo por eso—Se mordió un labio, siempre con apatía, eso fue lo que hizo que tener una relación con él fuera tan tóxica.
Tomó un trago de una de las bebidas más caras en el planeta y observó un momento a Howl.
—Mira patán—Gruño—Me niego aceptar una misión nueva hasta que me recupere del todo—Fulmino con la mirada.
Primero, el tema de cómo comenzó mi relación con Howl, fue justamente cuando llegue a Barshee luego de salir de mi planeta natal que estaba siendo consumido, Howl me esperaba allí y estaba encargado de reclutar niños para los Yakuza —¿Y qué son los Yakuza? — Son mercenarios que roban inteligencia artificial y son pagados por ello, pero además de eso realizan trabajos de asesinatos, ser guarda espaldas y hasta cuidar de colonias, en mi último trabajo cuide de la colonia 523, me pagaron dos mil Críticos, los críticos son la moneda universal y puedes usarlos para comprar lo que sea, el mejor trabajo que podrías tener es ser mercenario exceptuando el hecho de que siempre vas a estar arriesgando tu vida y siendo el más buscando en el universo, pero eso cambio después de que los Yakuza se volvieron parte de un Partido y esos eran los Transcendentales, ahora solo podías morir y ya no tenías que preocuparte por ser buscado.
Fui afortunada de ser reclutada para los Yukuza y ser protegida de Howl, porque dos mil Críticos no los ganas en un trabajo normal ni en medio año, sin embargo, en cada misión debo arriesgar mi vida.
—¿Ni siquiera por cincuenta mil Críticos?—Sonrió y se mordió un labio.
Escupo el trago en cuanto escucho esa cantidad, con esa cantidad de dinero podía fácilmente retirarme.
—¡Cincuenta mil!...con eso puedo retírame y vivir mis doscientos años sin preocuparme—Dije alterada y con gran ilusión—¿Pero por qué los Yakuza enviarían a una sola persona a una misión como esa?—Arqueo una ceja y me peino el cabello hacia atrás, mientras me siento.
—Es color Azul.
Cómo lo había pensado, el color azul era el peor de todos en el mundo de los reclutados y mercenarios, significaba que la misión que te estaban proponiendo era suicida y podrías morir si te arriesgabas ya que no solo participabas tú sino que también participaban todos los que podrían estar capacitados.
—Hace poco atacaron la estación espacial Mérida, nadie lo sabe pero los experimentos que se llevaban a cabo allí son de gran valor en el Bazar n***o, pero...—Frunció los labios poco convencido de decirme lo que seguía después—Los Félidos son quienes lo abordaron y saquearon, el Terrex lleva toda esa mercancía y bueno...—Junta las manos y cierra los ojos—Lo que tienes que robar es un Robot—Me sonrió de largo a largo.
Respiro profundo.Y frunzo el ceño.
—¿Quieres qué arriesgue mi vida por chatarra?—Bufo—No gracias aún tengo suficiente dinero de la misión en la Colonia 523.
—Alanys.
Se arrodilla frente a mí e intenta sujetar mis manos.
—Escúchame, esa chatarra es un invento que cambiará al universo es el KND-946 —Parecía desesperado—Solo tú podrías hacerlo—Ladea su rostro hacia la derecha—Esto es nada en comparación con un Dinomonstruo, son seres pensantes—Respiro profundo y beso mis manos—Por favor, sabes que ganó una bonificación cada vez que aceptas una misión y desde que dejaste de aceptarlas no he podido saldar mis deudas con Jeriko.
Lo miro con desdén.
Es impresionante, puesto que siempre me suplicó por dinero pero nunca por amor, cuando el carguero Melendi me dejó en en planeta Einity justo en Barshee, el joven Howl me esperaba con un cartel que decía Berellon, él tenía mi misma edad, pero al ser el hijo menor de un Yakuza no tenía necesidad de arriesgar su vida por dinero, yo en cambio debía hacerlo. Entonces allí empezó ese efímero amor infantil y continuó hasta el año en que perdí mi brazo, Howl estaba más preocupado por el dinero que estaban gastando en mí, que por mí.
—A ver avaricioso, déjame y te explico una vez más—Amedrento—No voy arriesgar mi vida por un pedazo de chatarra.
Él me mira con esos ojos suplicantes.
—Jeriko me va a matar—Trago grueso y me mostró el código de QR impreso en su cuello—Ya programo la bomba—Su voz temblequeaba.
Lo detallé, sabía que Jeriko Yakuza sería capaz de matar a su hermano inútil, pero no sabía cómo lo haría, pensé que le ahorraría el sufrimiento, pero en esa ocasión me di cuenta que lo torturaría hasta su último momento.
—Lo hare—Amena, por más despreocupado y apático que fuera, lo amaba—Pero será mi última misión.
Él beso mis manos incontables veces mientras me agradecía.
—Podemos volver Alanys, a como era antes, yo pagare mi deuda con Jeriko y por fin podremos estar juntos—Pude ver una leve y fugaz luz de esperanza en sus hermosos ojos.
—No lo sé Howl, tal vez Jeriko te mate antes de que puedas hacer eso—Digo fría y decepcionada.
Él cerró sus ojos y me sonrió como siempre lo hacía.
—Te traje un regalo.
Howl Yakuza era el hijo menor de la cabeza de la familia Kenji, pero siempre fue incapaz de cumplir con los estándares propuestos por su padre, en cambio su hermana Jeriko la mayor, había superado todo pensamiento y deseo de su padre cuando él se retiró, desde que ella está a cargo, los Yakuza son armas mortales, los protegidos como yo, nos volvemos mercenarios y si sobrevivimos a cada misión poco a poco nos van robotizando, tengo muchas partes biónicas, las suficientes como para ser casi un súper humano.
Sonrió, a pesar de su negligencias haciendo que arriesgue mi vida por él, siempre tiene algo que darme.
—¿Qué traes?—Pregunto algo entusiasmada.
Trae una pequeña caja negra en su bolsillo, tarda un rato en encontrarla puesto que su pantalón está abarrotado de cosas, pero cuando la encuentra, la activa para plegar todo su contenido y entonces puedo ver qué es un nuevo traje.
—Es lo más nuevo en prendas de vestir—Se burla un poco—Tiene tres cambios diferente de ropa, puede ser un vestido de gala, puede ser una piyama y un traje de combate, puedes cambiarlo de color y además traer para guardado y auto limpieza...
—Howl.
—... Puede ser que posee un lindo toque femenino, además que hace denotar tus caderas y puede auto refrigerarse, también posee adaptabilidad a climas y un contenedor de oxígeno, cargador y wifi...
—Howl.
—Entonces es el atuendo perfecto para cualquier asesino a sueldo, imagínate que no te dé tiempo de limpiarte la sangre después de un asesinato, es decir, la sangre sobre ti...
—¡Basta!—Grito.
Él se queda en completo silencio, tal vez no esperaba esa reacción de mí.
—Hablas demasiado de ese traje—Espeto—Me parece bien, pero ya tengo uno como ese y tiene para compresión de músculos—Viro los ojos harta de sus tonterías—Así que no necesito que me expliques lo lujoso ni lo caro que fue, porque sé cuánto cuesta— Lo miro frívola.
—Eso no es el regalo realmente Alanys—Murmura algo apenado.
Frunzo el entrecejo y veo como saca de su bolsillo un collar.
—Este es el verdadero regalo—Me miro dulcemente, aun cuando puedo ser tan fría y cruel, el sigue siendo tierno.
Empiezo a creer que la apática soy yo, la sin sentimientos y sin otro deseo que sobrevivir soy yo y no él.
Abro bien los ojos y notó que tiene una estrella.
—¿Por qué trae una estrella Howl?—Me río apenada, tal vez la primera risa inocente en todo el año.
—Porque tú eres mi estrella Alanys—Se acerca a susurrarme al oído con ternura, mientras me coloca el collar.
—Hacía años que no veía uno de estos, la gente no los usa—Estoy realmente sorprendida.
—Pues tú no eres como las demás gentes—Sonríe, sonríe tanto a pesar de que sus días posiblemente estén contados.
—Hace mucho que deje de ser una persona Howl—Nostálgica me recuesto en el sillón.
—Quisiera quedarme, pero tengo una vente en Helycion dentro de dos días y tengo que irme ahora—Parecía algo abrumado.
Evade mi comentario, sabe lo mucho que odio hablar del tema de mi humanidad pérdida.
—Tienes los días contados —Me burló un poco de él—Está bien.
La mayor parte de mi vida he Sido muy despegada e indiferente hacia los demás, pero muy pocas veces me importa realmente alguien, en este caso, me importa Howl, mantenerlo con vida después de la estupidez que cometió, para estar condenado a muerte era un objetivo necesario.
—Si—Me sonríe tan dulce como de costumbre.
Me acerco a él para besarlo, para sentir lo tibio en sus labios y percibir el tacto de un ser humano después de tanto tiempo.
—Te extraño mucho Alanys—Pude ver esa auténtica súplica, esa intensa necesidad que tenía de pedir perdón—Te necesitó.
Tal vez, yo soy la egoísta y la apática en la relación.
—Tienes que irte Howl— Álgida, realmente no quería entrar en ese tema.
Realmente no quería tener que hablar sobre el por qué habíamos terminado nuestra relación y porque después de un año lo evadí.
—Aquí está el contrato—Cabizbajo me entrego el cristal plegable con instrucciones y la información de la misión.
No dijo nada más hasta que tuvo que salir por la puerta.
—Volveré las veces que hagan falta y por favor lee el informe—Trago saliva y cerró la puerta tras él mientras yo seguía allí inmóvil leyendo el contrato.
Respiré con dificultad durante todo ese tiempo, cada bocanada de aire que era capaz de tomar llegaba con una ola de ansiedad y pánico.
Estaba simplemente abrumada.
Y como siempre no estaba dispuesta a demostrar debilidad, frente al hombre que tenía mi corazón en sus manos, u eso creía yo.
Él era mi patrocinador, él dependía de mi tanto como yo de él y en este universo lleno de maltrechos, solo podíamos confiar uno en el otro, pero ya no estaba segura de ello, si sobreviví hasta este punto fue confiando en mi misma no en Howl, puesto que quien arriesgaba su vida por dinero era yo, él solo eran un espectador más y quién debía someterse a las dolorosas cirugías después de perder algo, era yo.
La que cargaba con todo el dolor.
La que cargaba con todo el miedo de morir.
La que cargaba con toda la rabia y odio.
Siempre era yo.
Pero desde que Jeriko Yakuza ascendió al poder, ya ninguno de la familia la tenía fácil como antes y todo se resumía a una dictadura impuesta con reglas estrictas:
»Si traicionas a la familia, mueres.
»Si mientes en la familia, mueres.
»Si tu protegido no hace su trabajo, mueren.
»Si intentas huir o escapar, mueres.
»Si intentas dañar a un familiar, mueres.
Todo estaba fríamente calculado y Howl sin querer había cumplido con tres de las cinco reglas básicas de Jeriko y sus días estaban contados por ello.
Recupero la calma una vez entró al baño y empiezo a colocarme las inyecciones habituales que van desde inhibidores de dolor, restricción de memoria y un potenciador hasta un regenerador de tejido, a estas alturas los humanos vivimos 200 años pero los que realizan trabajos de este calibre como yo vivimos menos.
Me miró al espejo mientras el regenerador de tejido hace lo suyo, desaparecen mis ojeras y mi piel se tersa e hidrata, una vez más combato contra el tiempo y lo venzo, con mis labios agrietados y mi cabello desarreglado empiezo poco a poco a entrar en la ducha.
Mi cabello estaba tan largo que lograba llegar hasta mis caderas, pero un cabello largo no me servía de nada en batalla, solo sería una carga, lo sujetó hasta la mitad y empiezo a cortarlo por sobre mis hombros poco a poco con mi brazo robótico que entre mi dedo índice y anular hacen la emulación de una tijera. Lo que queda de mi cabello lo guardo para dárselo a Kacknnis y terminó por retocarme una caída larga hacia adelante y una más corta atrás, saco mi fleco adelante y pinto mi cabello de azul oscuro en las puntas.
Me pinto el cabello cada vez que llevo acabó una misión, uso un tinte del mismo color del riesgo al que me enfrento, es más como un ritual que cualquier otra cosa.
Una vez bañada, salgo del cuarto sofisticado y empiezo el proceso de vestir.
No mentía cuando le decía a Howl que tenía un traje exactamente igual al que él estaba dispuesto a entregarme, estaba guardado en un compartimiento especial tras una estantería pegada a la pared, me paro justo en frente y se activa el mecanismo secreto que libera un cilindro con el traje dentro, estiró los brazos y dejó caer la toalla para que el mismo traje me abrase y se haga parte de mi piel.
Me parecía incómodo pasar por todo ello una vez más, la única razón por la que el traje debía ser de compresión era para mantener bien adheridas mis partes robóticas, no porque se pudieran salir, sino porque realmente era dolorosa y después de estar tanto tiempo sin mantenimiento no podían evitar punzar en la unión de mis vértebras con el titanio.
A decir verdad, me encontraba en una situación muy comprometedora con mi cuerpo y era justamente porque en Einity no había Maquinománcer y no me atrevía a decir nada por la misma razón que me aislé un año completo mi escondite.
Por mis traumas y terquedad.
Pero más por mis traumas, estaba realmente cansada y muchos más después de mi última cirugía.
Me veo al espejo una vez más, justo el que está frente a mi cama.
—Es por Kacknnis, Saúl, Rem y Howl, — Respiro profundo—Solo será está última vez ¿bien?—Cierro los ojos.
Sabiendo que siempre he dicho lo mismo desde que empecé este trabajo.
Entonces me doy la vuelta y empujó la puerta.
∆∆∆
Puedo sentir la vibración en el suelo de la nave, provocada por martilleos incesantes que logran aturdirme sin remedio.
La reparación que programe en mí antes de salir de la estación Melendi, ha tardado mucho más de lo esperado y la carga en la pantalla interna de mis lectores solo va por el 10%. Cuando los mecatronicos me colocaron un protocolo de auto reparación nuca pensaron que fuera capaz de utilizarlo, puesto que tenía un leve defecto, ya que las células sintéticas tenían un efecto retardado en el transporte de información.
Pero yo encontré la falla, mientras me encontraba atrapado en el oxidado y mohoso suelo del Terrex, me propuse a reconectar las comunicaciones de las células que se retardaban en traspasar la información contenida y con ello empezaron comprender su objetivo, ya no morían con la misma facilidad y se mantenían estables traspasando la nueva información genética a mayor velocidad.
La carga empezaba a avanzar, pero que se supone que debía hacer luego de que me reparará por completo, aun estando fuera de la instalación Mérida no tenía un propósito, entonces vivir era una opción que tenía mis pensamientos sobre una cuerda floja.
15%
Puedo oír los pasos de múltiples individuos y charlas sin sentido alguno, agudizaba mi oído para saber a dónde nos dirigíamos.
—Como que salir...
—No puedes hablar enserio.
—Esas chatarras deberíamos incinerarlas.
—Valen muchos Críticos.
—Solo nos dirigimos al sistema Helycion.
—Faltan dos días.
—Hay que estar alertas.
—Puede que la información se haya expandido a oídos de los Yakuza.
—Jajaja pues si se atreven a intervenir ya saben lo que les espera.
Se interrumpe mi audición por un sonido ensordecedor e irritante.
Ladeo mi rostro de un lado a otro con la perturbación aún irritado mis oídos e impidiendo que la información pase como debe a través de mis sensores.
El sonido se detiene y me propongo a ubicarlo, termino por descubrir que es un aparato que interviene con las señales amplificadas de ondas sensoriales robóticas.
Parecía que todo en esa nave estaba preparado para cualquier reacción ofensiva de los Meca robados en ella, y en comparación, tenía una mejor seguridad que la instalación Mérida. Estaba lleno de curiosidad, habían robado una gran cantidad de aparatos y por mi falta de movilidad y reacción solo podía visualizar todo lo que estuviese en mi campo de visión no amplificada.
Podía inferir que seríamos vendidos en un mercado n***o, un bazar o seríamos propuestos a experimentación.
Tenía todos esos conocimientos, porque cuando se aproximó mi despertar la matriz a la cual estaba conectado, se encargó de que tuviera una gran cantidad de información necesaria para mí desarrollo predeterminado. Me sembró mucha intriga todos los actos vandálicos de la humanidad, desde los inicios de su existencia se dedicaban a producir actos perpetrados con armas.
No los culpo es ser un eslabón débil podía significar una amenaza para su supervivencia, puesto que el ser carroñeros no los ayudaba de mucho, carecían de garras, colmillos, fuerza bruta, velocidad, pero no de lógica, la lógica fue lo que los trajo hasta aquí y los mantuvo con vida.
Pero esa lógica se manifestó físicamente como lo que somos nosotros los robots, la proyección de la lógica misma, en metal y materiales sintéticos, un ser inorgánico pensante capaz de revolucionar el pensamiento.
A decir verdad, quedarme inmerso en mis pensamientos me estaba empezando a perturbar, todo giraba en torno a la humanidad, pero mi propósito seguía sin asomarse por ninguno de los lugares que necesitaba.
25%
Empiezo poco a poco a entender que para encontrar mi propósito debía seguir existiendo y para seguir existiendo debía de sobrevivir.
»¿Cómo es el sobrevivir?
»¿Por qué una máquina tiene la necesidad intrínseca de sobrevivir?
»¿Un ser tan indiferente como yo le importaba realmente sobrevivir?
Era una afirmación, después de todo, mi programación me exigía pensar y el pensar me exigía seguir instintos instaurados en la conciencia Miles de millones de años atrás. Entonces, si sobrevivir consistía en salir de ese lúgubre lugar, solo para encontrar ¿ el por qué de mi existencia? Lo haría correctamente y con perspicacia.
Entró en modalidad de ahorro a la espera de que mi sistema termine su reparación.
Termino por hibernar temporalmente.
Sin tener conciencia de que podría pasar en las siguientes horas.