Jeriko Yakuza
Corto los vegetales con mucho cuidado, deslizo el cuchillo con elegancia sobre el plato y luego con el mismo pinchado en el tenedor lo llevo a mi boca para disgustar la comida que me preparo el chef de la nave.
Nos dirigimos lentamente a un lugar oscuro donde se encuentra mi nueva y mejorada flota, justo en estos momentos era dueña de la flota espacial más grande del universo, tenía a los félidos en mi poder y a su vez a los Yakuza, pero tenía un inconveniente y era el hecho de que aún no había heredado por completo el mando de la familia, por ello mientras padre estuviera vivo no podría llevar mis planes a cabo.
Markus entra con una mirada seria a la estancia en donde me encuentro desayunando.
—Rastreamos a Howl con el chip en su cuello—Me informa con una media sonrisa.
—¿Dónde se encuentra? —Pregunte poco interesada.
Mastico un trozo de carne.
—En el sistema Damager justamente en el planeta liberty… la zona en la que habita Era Borges—Logra decir serio.
Toso.
— ¡Era Borges!—Grito iracunda.
Tenía que mantener la cordura.
Respiro profundo.
—Si Emperatriz—Confirma mi declaración iracunda.
Toco mi pecho y muestro una sonrisa de medio lado.
Continuo comiendo, ya sé que falta poco para llegar al destino marcado en la nave. Sonrio, al pensar en un astuto plan, pues debía tener un seguro de que iba a funcionar y que nada iba a intervenir en él.
—Quiero que Her desayune conmigo—Exijo—Hay información que quiero conseguir de ella Markus—Sonrió.
Markus se hace para atrás, da una reverencia y se desaparece.
Cuando escribí su código agregue ciertas características físicas que me excitaban, me dispuse a diseñar una actitud fría, dominante y muy leal ante mis principios, principalmente porque Markus no solo era un IA sino que también fue basado en la conducta de un Morano, me excitaba tanto de solo pensar en estar cerca de él, o había hora en la cual no lo deseara dentro de mí, pero debía controlarme, diseñe a Markus mucho antes de ser casada con Helen Fabriano de Ardoscan a la fuerza y solo por conveniencia, pero el hombre resultó ser un sádico y fetichistas que me hacía parte de sus juegos mediocres una y otra vez, era mucho más joven de lo que soy ahora y aún conservaba la inocencia que se me había sido otorgada desde pequeña. Helen se había encargado de volverme una persona completa y totalmente diferente durante nuestra unión, cambie para combatir al demonio que tenía al otro lado de la cama y me respiraba en la nuca todas las noches.
Trague saliva.
Sintiéndome satisfecha por la decisión que sin dudar había tomado, puesto que matar al único heredero de la segunda familia humana más rica en la galaxia me hizo a mi más rica y me dio las herramientas que necesitaba para empezar a con mi plan.
—Emperatriz—Puedo escuchar su melodiosa voz llena de admiración.
—Her—Me lleno de dulzura y tranquilidad por una brevedad de momento y empiezo a fingir.
Markus entra detrás de ella por la puerta, la invita a sentarse y luego se ayudarla y ponerla solo dos sillas lejos de mí, se dirige hacia donde me encuentro y se coloca a mii lado.
—Buen tiempo emperatriz, hoy luce más hermosa que ayer—Pronuncia con una sinceridad inmaculada.
Suelto una sonrisa porque su halago logra hacerme efecto.
—Buen tiempo, Her querida—Sonrió nuevamente.
Lo que más me encantaba del entrenamiento de los Yakuza protegidos era el hecho de que desde muy pequeños se les disponía de dirigirse con devoción y lealtad ante sus superiores, mi padre muy atento se había encargado de que fuese así desde los comienzos de su predisposición a obtener el puesto como la cabeza de la familia, mi padre había sido el menor pero demostró ser el más capaz para llevar a cabo todas y cada una de la tareas como un gran líder. Como su única hija, una de los siete hermanos, estaba determinada a volverme la líder, los líderes son seguidos, son alabados y respetados, yo deseaba el control más que nada en el mundo, de todo.
—Espero le haya gustado el platillo especial que prepare para usted—Sonríe.
Ella había sido la creadora de tal platillo con el cual mi paladar se atrevía a derretirse, me perturbo por un momento pensar que Her pudo haberme envenenado de alguna forma, pero Markus se hubiese dado cuenta, el analizaba constante mente mi cuerpo y la comida que ingería en busca de compuestos que puedan ser peligrosos para asegurar y preservar mi vida.
Suspiro aliviada y sigo entrando cómodamente en papel.
—Por supuesto que tu platillo me ha encantado—La miro con ternura—¿Quién te enseño a cocinar tan bien? —Pregunta ya sabiendo cual era la respuesta.
—Alanys Berellon me enseño a cocinar cuando me tomo bajo su tutela—Dice con emoción.
Solo tenía 10 años y manejaba las situaciones con mucha calma, el único motivo porque era tan importante para Howl era porque le recordaba a la mujer que había hechizado su corazón. Siempre me molesto que mi padre elogiara tanto el noviazgo de Howl, hablaba más de Alanys que de sus otras nueras en la mesa, decía que era fuerte y no débil como las otras mujeres que escogieron mis hermanos, la preferencia con respecto a sus hijos siempre fue obvia.
—Interesante—Sonreí—Cuéntame más—Inste amablemente en cuanto note que ya tenía su confianza para hablar.
—¡Si Emperatriz!—Se exalta animada—Ella me enseño en su planeta de habitad en el sistema Barshee—Afable.
Coloco una de mis manos en mi mentón en modo juguetón.
—Te refieres a Einity—Sonrió ampliamente.
—¡Ese mismo planeta!—Exclama llena de emoción.
Era tan inocente, a pesar de recibir un entrenamiento tan capaz como el que le podía ofrecer Alanys, seguía siendo solo una niña encantada por princesas, emperatrices y reinas, las historias que le contaba Howl la habían condenado justo aquí, en solo minutos.
—Vaya no lo sabía—Digo con tono nostálgico, sabiendo que en realidad no sabía mucho sobre ese planeta y sobre Alanys, nunca le di importancia, hasta ese día—¿Entrenabas allí? —Pregunte con dulzura.
—Si, junto con sus protegidos—Suspiro inocentemente mientras continuaba comiendo.
Sonreí ampliamente, miro a Markus y luego veo a la pequeña Her distraída.
La mirada cómplice que me dirige Markus me llena de seguridad.
—Dime Her—Coloco mis manos entrelazadas justo al frente de mi rostro—¿ Te gustaría esperar a Howl allá?—Pregunto afable.
—¡Si emperatriz, me encantaría!—Emocionada.
Sonrió afable dándome cuenta de que mi querido hermano solo botaba por su boca historias de arcoíris y fantasías sobre mí.
Estoy un paso más de él.
∆∆∆
Damager, Liberty.
Alexetimia
Abro los ojos y empiezo a sentir que le flujo de energía que transita por mi cuerpo ha cambiado radicalmente, la enormes figuras tubulares empiezan a desconectarse poco a poco de el armazón exterior de mi cuerpo mecanizado.
Una nueva fuente de energía se me ha confinado en el mismo sitio en el que antes corría la energía que se terminaba en algún momento ya no estaba.
Una vez parado en el medio de ese recinto natural, logro percibir el exterior.
—Tu restauración ha sido completada, ahora eres casi perfecto Alexetimia—Expresa la voz.
Miro a mi alrededor en busca de la melodiosa voz que me ha guiado durante todo el proceso y logro colocar mi vista justo donde una gran roca se encuentra. Estando completa y totalmente seguro de la información que adquirí sobre ese lugar, me propuse actuar educadamente y dar una reverencia ante las Etherografos que se encontraba allí.
Agito sutilmente mis menos en el aire para dar una adecuada presentación hacia las Maquinománcer que se ofrecieron amablemente a repararme. Sinceramente, no sentía la necesidad de ser sincero, ni de buscar la perfección por lo tanto a pesar de que modifique mi código seguía pensando que necesitaba proteger a mi salvadora y no tenía motivos para violentarme ante los otros seres de ninguna manera a excepción de ser amenazado en el proceso.
Extiendo mis manos al frente para detallarlas más en mi campo de visión y por mera curiosidad las dirijo hacia mi rostro, toco con detenimiento en mismo y para mi sorpresa realmente soy capaz de sentir, puedo sentir el rostro que tanto el doctor Melquisedec se propuso a diseñarme, era una textura lisa, con algunas hendiduras en la misma pero bien definidas.
Empiezo luego a palpar mis brazos y pechos mecánico, curiosamente solos mis manos pueden percibir el tacto, pero las demás partes de mi cuerpo no.
—Es una ilusión sensorial—Pronuncia una voz frente a mí.
Un ser casi imperceptible por mis sensores y sin duda alguna lleno de una extraordinaria bella y peculiar cuerpo, lleno de elegancia, transparencia y con contornos bien definidos.
Era como ver al agua en forma sólida pero no era nada parecido al hielo.
— ¿Ilusión sensorial? —No preciso aun la respuesta que la mística criatura tan amablemente me ha mencionado.
—Es una respuesta de tu cerebro a los estímulos externos, solo le dimos a tu cerebro la necesidad, la sensación y la compresión del exterior sin tu tenerla, por eso es una ilusión sensorial, también agregamos extensiones de información en el mismo cambiamos tu frente de energía recargable por una infinita—Parece sonreír, mientras flota sobre el suelo.
—Comprendo la información trasmitida—Serio—Pero mi base de datos ha sido reabastecida con nueva información y en ella hay una sección impuesta por el régimen que explica que seres como yode origen robótico y con conciencia propia están prohibidos—Reitero con tono confuso.
—Si Alex eso que te acabamos de hacer, está completa y totalmente prohibido—Explica al ladear su cabeza y empezara flotar a mi alrededor—El procedimiento que se te ha aplico tiene un motivo—Se acerca tocarme con mucho cuidado—Mantendrás este secreto, ya que este secreto te mantendrá con vida—dice con dulzura.
—Confirmo su petición—Pronuncio con rapidez.
—Tu voz es hermosa Alex—Halaga con mucha curiosidad.
—Gracias—Ladeo la cabeza hacia un lado—No logro comprender su repentino interés en mi voz—Expreso confundido.
—Hablas como un guerrero dispuesto a sobrevivir—Explica ella.
—Comprendo—Asimilo y comparo la información.
—Serás trasladado—Tomo una pausa—A los aposentos de Alanys Berellon y Howl Yakuza—Pronuncia afable—Espero estés de acuerdo y no menciones nada de lo sucedido—Suelta una risa cálida.
—Confirmo—Solo eso soy capaz de pronunciar.
No comprendo nada hasta este momento de lo que se me ha permitido tener.
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Barshee, Einity
Saúl Dani
Un agujero n***o es un objeto astronómico con una fuerza gravitatoria tan fuerte que nada, ni siquiera la luz, puede escapar de él. La "superficie" de un agujero n***o, denominada horizonte de eventos, define el límite donde la velocidad requerida para evadirlo excede la velocidad de la luz, que es el límite de velocidad en el cosmos. La materia y la radiación son atrapadas y no pueden salir.
Se han estudiado extensivamente dos clases principales de agujeros negros. Los agujeros negros de masa estelar, de tres a docenas de veces la masa del Sol, se extienden por toda nuestra galaxia, mientras que los monstruos súper masivos que pesan entre 100.000 a miles de millones de masas solares se encuentran en los centros de la mayoría de las galaxias grandes, incluida la nuestra.
Un agujero n***o de masa estelar se forma cuando una estrella de más de 20 masas solares agota el combustible en su núcleo y colapsa bajo su propio peso. El colapso desencadena la explosión de una supernova que expulsa las capas exteriores de la estrella. Pero si el núcleo aplastado contiene más de tres veces la masa del Sol, ninguna fuerza podrá detener su colapso en un agujero n***o. Se tiene poco conocimiento sobre el origen de los agujeros negros súper masivos, pero se sabe que existen desde los primeros días de vida de una galaxia.
Una vez formados, los agujeros negros crecen por la acumulación de la materia que atrapan, incluyendo el gas desprendido de estrellas vecinas e incluso otros agujeros negros.
De la creación de los agujeros negros proviene el elemento Nulla, componente energizado en polvo que sirve para muchas cosas y sobre todo el viaje a través del espacio sin dilatar el tiempo.
Ese elemento pertenecía en si a la unión universal por lo tanto sin autorización se podía minar de cualquier lugar que se encontrara, los humanos no poseíamos autorización de ningún tipo para minar el Nulla por ello se crearon los partidos electivos, para que la unión universal seleccionara un embajador humano para participar en el consejo.
Después de analizar todas esas situaciones me dejo caer sobre la cama agotado, sabía que los motivos por los cuales trabajaba eran egoístas y al mismo tiempo necesarios, pero era absolutamente necesario, pues Alanys no estaría por un tiempo y los ahorros se nos acababan con mucha rapidez y eso que en su mayoría quien pagaba todo los gastos era Howl.
«Sus labios son tan hermosos» Me muerdo un labio de solo pensarlo.
—Saúl deberías comer antes de dormir—Susurra a mi oído acurrucada con ternura a mi lado.
—Comí en el trabajo Kacknnis—Susurro a su oído y cierro los ojos agotado.
—Pero no es mi comida, ni siquiera sabes si tiene los nutrientes que necesitas—Espeta entre refunfuños infantiles.
—Kacknnis—Sonrió—Voy a comer dentro de un rato—Logro pronunciar agotado.
—Eso espero sino…no te voy a dejar dormir—Se burló con emoción.
Para Kacknnis era muy importante la comida que nos preparaba, Alanys le había enseñado a cocinar justamente porque desde muy pequeña se le dio como un hobby muy particular, hasta que llego un punto en el que se convirtió en un talento trabajado, se esforzaba todo el tiempo para demostrar que era capaz de mejorar y la verdad es que si había mejorado demasiado.
—Debes dejarme dormir Kacknnis—Digo dulcemente al besarle la frente.
Abro los ojos lentamente para darme cuenta de que se encuentra ruborizada frente a mí.
Sonrió.
—¿Puedo dormir contigo?—Pregunta con ternura.
—Ya estas durmiendo conmigo, invadiste mi cama en cuanto llegue—Sonrió y me burlo un rato.
—Obvio ¡No te vas a escapar de mí!—Suelta con un grito chillón.
Me aturde un poco se estruendoso grito. Entrecierro los ojos y de repente me quedo completamente dormido.
Recuerdo lejano
»Me muevo rápidamente y empiezo a revisar las máquinas para descubrir el mecanismos con el cual puedo ganar.
Sonrió rápidamente cuando empiezo a ganar cada una de los juegos en la máquina, me sabia todos los trucos y era aún mejor cuando se trataba de juegos de cálculo como el de cartas y los dóminos, la mayoría eran juegos antiguos que enviciaban a quien los jugara desde un principio.
Jugaba para ignorar a los demonios que me perseguían, para olvidar por una brevedad de momento todo lo que me perturbaba.
—Saúl… ¿qué haces? —Rugió en cuanto me observo y su oscura mirada.
Un escalofrió recorrió mi cuerpo en cuanto soy capaz de reconocer la voz gutural que se dirigida a regañarme con detenimiento.
Respiro profundo.
No tengo idea de cómo responder a lo que estoy haciendo, ya me dolía el cuerpo y mi mente estaba exhausta, pero a él no le importaba nada de eso, tendría que servirle nuevamente como si de un juguete se tratar, no podía negarme a ser su juguete, su desahogo, por lo tanto no ponía ningún tipo de resistencia, sabía que cualquier acto contrario a la sumisión daría a entender por sentado que debía ser castigado y ya tenía suficientes moretones en el cuerpo.
—Ven conmigo Saúl—Impera con severidad al extender su mano.
El casino estaba lleno de personas y absolutamente notaba la escena de la que me encontraba siendo protagonista, a decir verdad todos los humanos en el sitio se encontraban inmersos en sus juegos, apuestas y mujeres como para percatarse que un niño indefenso como yo necesitaba ayuda.
Cierro los ojos y camino hacia él.
—Buen niño Saúl—Pronuncia con una enorme sonrisa.
Cada día que pasaba odiaba más a mis padres, cada día que pasaba deseaba profundamente que alguien me salvara, necesitaba un alma piadosa que me rescatara de ese abismo oscuro en el que me encontraba flotando.
Grito.
∆∆∆
—Buen tiempo—Me recibe con una taza de té caliente.
—Buen tiempo niña hermosa—Sonrió al despertar con el desayuno en la cama.
Rem se encuentra sentado en el suelo armando una caja miniaturizadora.
—¿Dónde estabas ayer?.—Pregunte rápidamente, estaba lleno de incertidumbre porque cuando llegue a casa al anochecer él no se encontraba por ningún lado.
—Estaba llevando el desastre a su lugar.—Dijo severo al mirarme de reojo.
Mire el lugar donde se suponía debían continuar los papeles que me había propuesto a revisar son ningún tipo de autorización, para darme cuenta de que ya no se encontraban allí.
Frunzo el ceño.
Rem se había predispuestos a llevarlos devuelta a el lugar en el cual Alanys los había ocultado con mucho cuidado.
Trago saliva.
Kacknnis parece estar consciente de la situación, porque me ve con seriedad, pero aparentemente yo no tenía tiempo para ello, pues una vez que vi el reloj en la pared y la alarma se activó por tercera vez para avisarme que llevaba 15 minutos de retraso, tuve que ignorar cualquier situación que se encontrara en el exterior.
Empecé a comer como loco.
Era tan irresponsable que ya en el segundo día llegaría tarde.
Kacknnis frunce el ceño confundida, mientras Rem se ríe a carcajadas al verme atragantarme con toda la comida que era posible de ingerir, estaba fría por lo tanto era más fácil de tragar, me levanto con el plato rápidamente y me dirijo hacia el baño.
—El trabajo ya lo enloqueció—Pronuncia Rem perturbado.
Tenía sus motivos para hablar de ese modo, nadie come en el baño al menos que este loco. En mi caso estaba desesperado, puesto que debía mantener la imagen si quería que Hermes siguiera impresionándose conmigo.
Suelto el plato vacío sobre el lavabo mientras empiezo a cepillarme.
Me miro al espejo, notando lo despeinado que estoy, me lleno de frustración al notar el bigote pintado sobre mi labio. Mis ojos se abren demasiado y suelto un grito iracundo.
Kacknnis y Rem salen corriendo al mismo tiempo que se van riendo por el pasillo, afortunada Lucila el remplazo siempre tenía una solución a la mano cuando se trataban de cosas como esas y entro al baño de inmediato invadiendo mi espacio personal con una crema especial para quitar pinturas, la miro algo avergonzado ya que me encontraba desnudo.
Nunca antes había permitido que nadie me rescatara de esa forma y menos un meca, además me encontraba siendo víctima de unas ganas de orinar abismales.
Estaba ansioso así que la empuje, saque con rapidez y sin explicación del baño para así ducharme tranquilamente y poder huir rápidamente.
Ella solo continuo parada tras la puerta ya que esta era de cristal grumoso, solo era capaz de observar su silueta y nada más.
Salí del baño ya vestido, agradecía haber acomodado mi ropa en día anterior.
Suspire, al salir corriendo justamente hacia el almacén en donde se encontraba el Skype.
Entre en el sin dudarlo y termine yéndome sin despedirme de los dos muérganos que se atrevieron a abusar de mi vulnerabilidad rayando mi cara con mucha osadía, cuando llegara del trabajo me desquitaría con ellos pero justo en ese momento necesitaba concentrarme y llegar con mucha rapidez al trabajo.
Lo que me tomaba en llegar al lugar a velocidad normal era una hora, pero justo en ese momento usaba la velocidad máxima, me tarde media hora en llegar a CityCocEinity, encontrándome en el aparcamiento mire con desesperación el reloj para darme cuenta de que tenía en el mío dos horas adelantas.
Rem y Kacknnis estaban torturándome por dejarlos solos en casa, actuaban como los niños debían actuar y se tomaban muchas molestias para hacerme enojar y obtener mi atención desesperadamente, bajo la cabeza porque de cierta forma no era tan malo, entendía el por qué de sus acciones, estaban tan preocupados por Alanys como yo y aun cuando no habíamos sabido de ella en días.
«Bienvenidos al centro de CityCocEinity estamos a punto de abrir, esperamos el trato y los productos sean de su agrado… y recuerden “Todo lo que ustedes deseen podrán encontrarlo aquí y si no lo tenemos no se encuentra en ninguna otra pare del universo».
La voz artificial inundada el sitio vacío y causa eco en todo el recinto.
Era un poco exasperante saber que llegaba primero que todos, pase por la tienda live y luego de asegurarme que Hermes no se encontrara allí me dirigí al taller, para mi sorpresa Sisu se encontraba allí.
Ella me recibe con incertidumbre.
—Buen tiempo, Sisu—Sonrió de medio lado con la mirada agotada.
—Buen tiempo, Maquinománcer Saúl—Sonrió levemente—Te aseguro que es muy temprano para estar en el taller hoy—Recalco con mucha confusión.
—Mi reloj se descompuso…no lo había notado y por el adelanto de las horas en el fue que llegue muy temprano—Frunzo los labios y luego me lleno de cólera de solo pensar en el juego absurdo de ambos tarados.
Ella ladea su rostro y arquea una ceja, justamente la que no tiene partes mecánicas.
—Comprendo tu desafortunada situación, pero tendrás que esperar fuera del taller mientras se hace la hora de tu asistencia Saúl—Explica ella muy recta.
Asentí y me senté en el suelo.
Había llegado una hora antes de que el centro aceptara a los visitantes, suspire y mientras me quedaba dormido a un lado de la puerta, Sisu se sentó a mi lado.
—Dormir en un lugar como este es un acto de vagabundos—Espeta con el rostro inexpresivo.
Me rio sin parar por un largo rato.
—¿De que te ríes, no dije algo gracioso? —Pregunta confundida.
Sisu era muy hermosa, pero tenía entendido que los Moranos tenían problemas para expresarse y entender las emociones, eran como robots orgánicos, la especie de ellos en su gran mayoría eran sicarios, tenían increíbles habilidades para asesinar y estaban entrenados en un combate muy mortal denominado Kaceares, eran muy resistentes, y curiosamente compartían similitudes con la morfología humana y su dieta alimenticia, pero aun así nos repelíamos entre si debido a que la flora bacteriana originaria de ellos nos causa ciertas alergias, curiosamente Sisu parecía a verse adaptado lo suficiente al entorno humano como para volverse inmune a las enfermedades que podían afectarle de algún modo.
—Si fue muy gracioso lo que dijiste anteriormente—Logro pronunciar con dificulta mientras me seco las lágrimas que me provocaron tanta risa.
—No debía sonar gracioso, realmente era una seria comparación con tu situación actual—Explica seria.
Suspiro.
—¿Por qué te sentaste conmigo aquí?—Pregunto confundido.
—No quería dejarte solo afuera, es muy descortés para mi especie—Su tono de voz parece llenarse de nostalgia.
Parecían tener costumbres aún más parecidas a nosotros, de lo que pensaba.
—Está bien—Me sonrojo de solo pensar que un cósmico le interesaba mi existencia.
—No te ilusiones demasiado, lo hago también porque Hermes me reprendería—Habla secamente.
Me estremezco.
¡¿Hermes venia aquí todas las mañanas?! No entendí porque mi sorpresa, claro que viene al taller todas las mañanas y claro que supervisaba a Sisu como buen supervisor que era.
Respiro profundo, entrando en mis pensamientos, haciendo ilusiones y cautivándome a mí mismo con la belleza de Hermes.
—Buen tiempo Saúl y Sisu—Dice afable al inclinarse hacia nosotros con las manos en las caderas, su rostro llega a estar muy cerca de ambos y puedo detallarlo con detenimiento.
—Buen tiempo, Hermes—Frívola.
Me toma un momento reaccionar, porque su sonrisa me ha vislumbrado.
—Buen tiempo, Hermes—Tartamudeo nervioso.
Él se echa para atrás y sonríe levemente al arquear una ceja.
—Llegaste muy temprano hoy ¿verdad? —Pregunta analizando el entorno.
Avergonzado solo asentí.
—Llego hace una hora, al parecer tuvo problemas con su reloj—Respondió Sisu de inmediato.
Hermes se echó a reír con grandes carcajadas.
—Bueno Saúl, es de mi agrado evaluarte este día y hoy estarás en la tienda y no en el taller—Explica amablemente—Te explicare en el camino—Extiende su mano para ayudarme a incorporar.
Al sujetarla percibo con mi piel la calidez de la misma, no se parecía absolutamente en nada a las manos que antes había tocado, estaba llena de callos y poseía una textura áspera.
—Sí.
Es lo único que soy capaz de emitir debido a la impresión, el suelta mi mano una vez ya estoy parado y empieza a caminar devuelta a la tienda. Voy detrás de Hermes sin detenerme, siento las manos frías y es exactamente por lo nervioso que me pone.
El silencio en el que estábamos sumidos no ayudaba a mi vergüenza n ese instante.
—Eres muy talentoso Saúl, te envié el primer día al taller para comprobar que tu currículo no fuera una farsa y como me lo espere, superaste mis expectativas—Me elogia.
Me ruborizo y me siento halagado por él.
Una vez frente a la tienda puedo ver nuevamente a la chica hermosa que parece tener facciones de muñeca. Me mira con sorpresa y sale de la tienda rápidamente solo para estrechar mi mano.
—MI nombres e Aurora—Se presenta y sus ojos parecen brillar de emoción al verme.
Ni siquiera soy capaz de entender porque la repentina y extravagante bienvenida.
—Ella es mi hermana Saúl—Sonríe al cruzarse de brazos. —Aurora él es Saúl Dani, el nuevo integrante a la familia live—Me mira afable.
—Un gusto Aurora—Digo algo apenado.
Ella suelta mi mano lentamente y se dirige hacia su hermano.
—Tienes una llamada importante Hermes—Expresa fría.
El frunce el ceño con preocupación y luego de verme cambia por completo su expresión.
—Aurora te dará todas las indicaciones necesarias para que te familiarices con la tienda Saúl—Mira a su hermana y luego a mí—Yo iré a atender unas llamadas—Sonríe amablemente al dirigirse a su oficina.
Aurora toma mi mano y empieza a recorrer la tienda sin soltarme en ningún momento, empieza a explicarme cómo funcionan todas y cada una de las lámparas, la energía que utilizan y el proceso de refrigeración, también me explico el horario que me había dado Sisu y después mis responsabilidades en la tienda que eran mucho más sencillas que mis responsabilidades en el taller y por ultimo me explico sobre la paga y los críticos extra que ganaba por trabajar en el taller como un Maquinománcer.
Curiosamente ganaba lo suficiente como para mantener a tres personas y eso era suficiente para mí, sabía que Alanys estaría orgullosa de mi y eso de pesar de que decidí no estudiar.
Sonrió, porque por fin sentía que empezaba a encajar en la sociedad.