La perfección es una pulida colección de errores. - Mario Benedetti . . . -Y Clarissa, la hermana del esposo de la vecina, se divorció- suspiré sonoramente pero mi mamá no dejaría de darme datos inútiles de gente a la que no había visto ni me interesaba nada desde hacía años. -Okey, mamá, te hemos escuchado bastante ya, ¿Qué hay de ti, viejo? ¿Algo interesante que contar?- miré con una expresión de súplica a mi risueño padre quien abría el maletero del auto mientras Layla bajaba poco a poco nuestras pertenencias. -Nada que sea tan emocionante como los cuentos de tu madre, cariño- Así era él, dejándome a merced de esa parlanchina señora. No es que no quisiera contarme nada, él hablaba con más frecuencia conmigo que ella. O quizás es que yo le atendía con más ganas el teléfono a él