En la oscuridad, las cosas que nos rodean no parecen más reales que los sueños. - Murasaki Shikibu . . . Le conté todo a Layla, un par de veces. La verdad la primera no me escucho y la segunda… No me creyó. Al fin parecía tomarse en serio mis palabras y fue por eso que su interrogatorio empezó. -¿Entonces saliste con un tipo casado?- resumió con facilidad mis veinte minutos de habladuría explicándole con calma la linda velada que, creí, terminaría en una salvaje cogida con pelirrojo hermoso, pero que acabó siendo una noche de hablar, reír muchísimo y compartir penosas anécdotas entre ambos, sin la necesidad de desnudarnos o besarnos. ¿Era tan raro o empezaba a meterme en una novela rosa? -Básicamente- me encogí de hombros. Con Layla era imposible ver tonos medios- Pero no cogimos-