No existen las distancias cuando se tiene un motivo. -Jane Austen . . . -Oye, mamá, ¿No piensas decirme quién viene a la gran cena?- pregunté acostada en el mueble mientras comía galletas marmoleadas que mi padre trajo consigo de la panadería. Ella me dio una palmada en la pierna y la miré sorprendida. -Las migas en mis sillas- amenazante con un dedo índice me obligó a ponerme de pie- Y no, será sorpresa- dijo emocionada. -Con decirte que ni a mí me ha querido decir- agregó mi papá pero lo miré con los ojos entrecerrados. Eso sí que era difícil de creer, papá y mamá nunca se ocultaban las cosas. -Ay, sí, ajá, de seguro usted sabe y no nos quiere decir- Layla pensaba lo mismo que yo- Apuesto a que es un prometido para Isis, hay que obligarla a casarse de una vez por todas y yo secun